Dejar Hablar Al Cuerpo
NigelB21 de Mayo de 2015
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El lenguaje corporal de un orador
Es habitual que durante un discurso o presentación el público simultáneamente escuche y observe el desenvolvimiento del orador al expresarse, por ello el movimiento de éste es de suma importancia en el mensaje, entonces es necesario que nuestro cuerpo no diga lo contrario a lo que dicen nuestras palabras.
Salimos ante el público, connotativamente estamos desnudos, por tal razón es necesario disipar temores con una adecuada postura e interacción de manos.
Empezando con la Postura y expresiones sostenemos que el auditorio aprecia el significado de la expresión facial del orador, del modo que se sitúa, desplaza, del gesto de la cabeza, los brazos y las manos.
El cuerpo al igual que el lenguaje transmite mensajes y emociones en los espectadores e influye en ellos, como un efecto de inercia e hipnosis que el buen orador logra transmitir a su auditorio.
En lo que respecta a la posición. El hecho de inclinarse hacia atrás transmite negación y poca convicción a lo que decimos; de presentarse ligeramente inclinado hacia adelante refleja un grado de certeza y confianza hacia el publico, por el contrario el hecho de tener las piernas juntas refleja temor ante la muchedumbre por tanto es recomendable separarlas ligeramente, tener presente que la estabilidad anímica se refleja en como nos paramos delante de los demás.
Generalmente, Analizando la manera de lograr que nuestro cuerpo hable y exprese es necesario entender una variedad de códigos corporales que la mayoría de personas desconoce, el colocar los codos sobre el atril significa interés hacia el público; la distancia cumple un rol fundamental en la percepción de sentirnos y hacernos sentir lejos o cerca del público.
El hecho de empuñar la mano o levantarlas, mirar fijamente a los ojos, articular adecuadamente la vos, acomodar correctamente los codos, desencadenan conceptos que tienden a lograr que las personas crean mas en lo que ven que en lo que escuchan o leen, bien dice una frase de Hitler “Yo sé que los partidarios conquistados por medio de la palabra escrita son menos que los conquistados merced a la palabra hablada y que el triunfo de todos los grandes movimientos habidos en el mundo ha sido obra de grandes oradores y no de grandes escritores.”
Los brazos cumplen su rol en base a la función de nuestras manos, extendiendo los brazos y manos hacia el cielo mostramos la grandeza de nuestras palabras; bajándolas hacia el suelo mencionamos situaciones o personajes relegados en la bajeza, las distintas formas de postura de nuestros brazos revela la confianza en uno mismo y el interés que le brindamos a nuestra exposición y a nuestra audiencia, por ello no es recomendable cruzar los brazos al hablar.
Las manos, son la parte fundamental al expresarnos en público, sencillamente la herramienta principal de todo orador.
Tener la mano con el índice extendido refleja voluntad y fuerza al comunicar de igual forma al mostrar la palma de mi mano al publico hago énfasis en la transparencia de mis palabras; escondiéndolas en los bolsillos transmito poca energía a lo que comunico, con mis manos puedo transmitir fuerza, ambición, desprecio y una serie de emociones que las palabras por si solas no pueden expresar, en fin las manos y la posición de los dedos poseen códigos propios capaces de desentrañar actitudes y sensaciones propias de los seres humanos.
La sinestesia, es importante recalcar que no es suficiente hacernos entender sino entender y sentir lo que queremos transmitir y sobre todo hacer sentir al resto aquello que nosotros sentimos, con el fin de lograr que nuestras palabras logren más que una simple expresión comunicativa.
Existe un punto de interacción aun mayor entre el orador y su público, el lograr transmitir sensaciones a nuestros oyentes, con palabras que contagian emociones, palabras que van dirigidas
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