Dia De Muertos

Salamanca, Guanajuato.- El Día de Muertos es una tradición mexicana que plantea la comunión entre los vivos y los difuntos, esos muertos que al ser recordados no habrán muerto del todo, destacó Juan José Rodríguez Chávez, cronista de la ciudad, tras comentar que al colocarse Altares de Muertos se rescata el sentido de compartir con los difuntos ciertos goces de la vida y algo de los frutos obtenidos en la anualidad pasada, lo cual se prepara exhibiéndose de acuerdo a sentimientos aparentemente de gratitud, amor y veneración.

En este sentido recordó que mientras el día primero de noviembre se celebra la fiesta de todos los santos, en la que se recuerda a los que murieron siendo niños, llamados 'angelitos', el día 2 de noviembre a los adultos difuntos.

TRADICIÓN QUE DATA DESDE LAS CULTURAS ANTIGUAS

A ello agregó que los pueblos prehispánicos tuvieron un acendrado culto a los muertos; en sí, la muerte para ellos no era espantable o temido, sino en verdad algo natural que significaba la finalidad del hombre que tenía solamente la vida para prepararse para la muerte.

Así también indicó que esta festividad data desde la cultura indígena mexicana, después de la conquista por los españoles se convierte en una celebración religiosa cristiana pagana, de ahí que surgieron una serie de ceremonias, actitudes, campos y ofrendas, que se mezclaron profundamente con elementos prehispánicos y españoles.

"Los altares u ofrendas de muertos los comenzaron a levantar las diferentes tribus indígenas en las variadas regiones de nuestro país, como los aztecas, mexicas, nahuats, mayas, mixtecas-zapotecas, purépechas o tarascos, olmecas, coras, huicholes, otomíes, toltecas, tarahumaras y teotihucanos, entre otras", refirió Juan José Rodríguez Chávez.

AL MORIR HABÍA QUE RECORRER 7 PELIGROS

Cuando un hombre moría se decía que debía recorrer los siete peligros para llegar al valle del Mictlán (Señor de la Muerte).

Primero: cruzar un río caudaloso "Apandayan", ayudado por el perro que la acompañaba desde la tumba.

Segundo: Despojado de su ropa debía cruzar entre dos cerros y engañar a los Tepememonamictia (cerros que chocan), con figuras recortados de papel picado.

Tercero: Debería pasar por un cerro erizado de cortantes pedernales "Iztepetl", que para protegerse usaría la ofrenda de mantas.

Cuarto: Debería pasar por ocho collados donde siempre había nieve, llamado "Cechacayan" (lugar donde hiela), por eso en su ofrenda siempre existía ropa de abrigo.

Quinto: Había de cruzar ocho páramos en donde el viento cortaba como navajas de obsidiana; este sitio recibía el nombre de "Itzehecayan" (viento de obsidiana), y para protegerse seguía usando la ropa de la ofrenda.

Sexto: Se encontraba el espíritu con un jaguar rojo que comía los corazones de los hombres: Teo Oylehualoyan. Aquí era donde utilizaba la esfera de jade que entregaba al jaguar en lugar del corazón.

Séptimo: Se caía en un lago de agua negra (Apanhuaiayo), en donde se encontraba el lagarto "Xochitonal" (Flor del Espíritu), que debía ser engañado nadando rápidamente auxiliado por el perro.

Habiéndose librado de todos los peligros anteriores, aún tenía el espíritu que cruzar otro caudaloso río llamado "chiconauhapan" (nueve ríos), donde de nueva cuenta la ayuda del perro "Izcuintli" (que debería ser aleonado) era vital.

Al fin de 4 años de viaje, el alma llegaba frente al Dios "Mitlantecutli" (Señor de los Muertos), en el sitio llamado Mictlán, en donde permanecería en el eterno reposo su alma.

COMPATEN RECUERDOS Y ALIMENTOS CON DIFUNTOS

Por otro lado, comentó que el altar y ofrenda de muertos puede presentarse de acuerdo al gusto de la región que se prefiera o su influencia de uno, tres cuatro o siete niveles.

A ello agregó que las ofrendas dan el sentido de compartir con los difuntos ciertos goces de la vida y algo de los frutos obtenidos en la anualidad pasada y se prepara exhibiéndose de acuerdo a sentimientos aparentemente de gratitud, amor y veneración que no pueden esconder el temor que la insatisfacción al disgusto de los sobrenaturales asistentes (el espíritu y el alma), éstos que sólo tomarán la esencia de los alimentos.

Con respecto al significado de las ofrendas que se colocan en el altar de muerto, Juan José Rodríguez Chávez, comentó: "los espíritus de los muertos visitan a sus familiares y amigos; conviven con ellos por un rato y comparten sus alimentos y recuerdos con ellos".

ALTAR DE INFLUENCIA NAHUATL DE MESOAMÉRICA

Los siete niveles del altar de muertos significan los Siete Cielos o Caminos que

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