Dialogos En El Infierno Entre Maquiavelo Y Montesquieu

Diálogos en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu

El texto de “Dialogo en el Infierno” es un debate imaginario entre Maquiavelo Y Montesquieu en el cual la exposición de teorías políticas representa un análisis contemporáneo donde el común denominador es el quehacer político.

En este texto observamos de manera por demás cruel que la Política está en crisis, ha perdido su dirección y lejos ha quedado la tarea para la cual fue encomendada, la política ha perdido su brújula, el poder se ha corrompido y corrompe todo lo que toca, ya no es capaz de dar cabida a la homogeneidad y a la cohesión de sus diferentes partes, produciéndose así un clima de incertidumbre, de atomización, de polarización.

Ante la escena trágica producto del desatino político los Diálogos en el infierno es hoy una lectura obligada para el Estadista, para el hombre de Estado, para el Politólogo, así como para el político práctico.

La dimensión que toma la política hoy no dista en absoluto del dialogo compartido entre Maquiavelo y Montesquieu pues aun vemos como el despotismo impera en la esfera política, la tendencia del hombre en el poder se ciñe por el camino de la corruptela como consecuencia del excesivo uso de la autoridad la cual le ha sido conferida, donde el gobernante creyéndose un semi – Dios, un todopoderoso terrenal, por lo que la invitación del dialogo se centra en la impetuosa necesidad de ponerle limites a la empresa del poder de Estado.

El poder ha seducido a los hombres desde los tiempos más remotos. Su concepción y su práctica ha sido heterogénea a través de la historia de la civilización. Pero nadie en muchos siglos se había aproximado a develar la naturaleza del poder en forma tan realista y desnuda como pensaba Nicolás Maquiavelo quien fue un personaje el cual el autor quiso dar a conocer todas aquellas astucias de los poderosos y la forma en que pasaban desapercibidos todos los actos que realizaban para satisfacer a los suyos. Maurice Joly, describe a Maquiavelo como “el infernal” el cual era como una revelación de un verdadero teórico y va exponiendo y desarrollando a lo largo del libro su idea de un despótico moderno. Maquiavelo daba a saber cómo era posible el poder unitario en una sociedad que estaba acostumbrada a las instituciones liberales y se trataba de definir un modelo político que existía y se daba a conocer como un modelo político en donde existía la democracia pero que en realidad era una dictadura bruta.

Por otro lado Montesquieu era un personaje el cual decía que la causa de la democracia y de la libertad se encontraba dentro de la Ley, este creía en la tesis del continuo progreso de la democracia, de la libertad, legalización, las instituciones y costumbres. Montesquieu tenía como ideas la determinación de la existencia del ser social y de la sociedad en forma autónoma y continua, para el hombre y la sociedad constituían entes distintos que no podían pensar de forma separada. Él quería demostrar y sostener que las leyes no provenían de la naturaleza, ni de la naturaleza del hombre, sino de la sociedad y consideraba que era fundamental la acción de los hombres entre si y que esto cambiaría el sustento clásico del derecho natural.

El dialogo entre estos dos personajes durante el libro era como un eco del que caracteriza nuestra época actual, un dialogo entre cinismo y legalidad, entre autocracia y democracia, entre fines y medios.

Estos dos personajes fueron conocidos así por sus logros y enseñanzas mencionadas en el libro y por los ingeniosos diálogos que tenían describiendo sus teorías, sus pensamientos y haciendo ver la realidad.

Dos de los diálogos que se tuvieron en el libro nos hablaban de lo que es la comunicación, de la prensa y de la postura que tomaba Maquiavelo para poder así controlarla, medidas que eran despreciables para algunos, pero que hoy en día se podría decir que no existen, pero que lamentablemente lo que se pensó hace tiempo, el hoy

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