Didactica

“El Arte y la ciencia de enseñar”, en García Mtnez. Andrés y Segundo Galicia Sánchez. (2011). El arte y la ciencia de enseñar. México: PLAZA Y VALDÉS, pp. 21-56.

No obstante el hecho de que enseñar enseña al educador a enseñar un cierto contenido, no debe significar de modo alguno que el educador se aventure a enseñar sin la competencia necesaria para hacerlo. La responsabilidad ética, política y profesional del educador le impone el deber de prepararse, capacitarse, de graduarse, antes de iniciar su actividad docente. Esta actividad exige que su preparación, su capacitación y graduación se transformen en procesos permanentes y el análisis critico de su práctica (Paulo Freire, cartas de quien pretende enseñar).

La ciencia de enseñar: la didáctica la enseñanza no se puede reducir a un simple hacer práctico carente de sentido y significación y tampoco se debe rebajar la enseñanza a una mera transmisión de conocimiento como verdades absolutas que solo demanden repetirse. La enseñanza es esencialmente formativa de la conciencia y del intelecto, de la sensibilidad y de la inteligencia del estudiante y, por lo tanto, no puede ser improvisada arbitrariamente ni carecer de sustentación científica en ningún contenido de enseñanza. La educación del siglo XXI tiene que asumir la complejidad creciente tanto de los procesos de la realidad como los procesos cognoscitivos.

En sus inicios la didáctica se identifico como el arte de enseñar y también como la técnica de enseñar. Pero posteriormente se considero la necesidad de que se constituya como ciencia y se desarrollo como tal. El carácter de científico de la didáctica fue propuesto por juan Amos Comenio en su famosa didáctica magna, 1657.

La enseñanza como profesión docente requiere de manera imprescindible de la competencia científica del docente para conocer específicamente, explicar objetivamente y comprender lo que se enseña. En este sentido la didáctica es ciencia. Pero la enseñanza también exige habilidades y la destreza para orientar el proceso de aprendizaje del estudiante de forma significativa e innovadora; en este aspecto, la didáctica es técnica. Finalmente, la enseñanza requiere del docente creatividad e innovación en su actividad; en este sentido, la didáctica es arte. Sin la competencia científica la enseñanza se torna confusa, dudosa e intrascendente y deriva en enseñanza tradicional, costumbrista, moralista y doctrinaria.

Como ciencia, la didáctica es conocimiento producto de la investigación científica y esta implica la fundamentación teórica adecuada y suficiente y la corrobación practica de los conocimientos que se pretende enseñar.

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