EL APORTE DE LAS TAREAS ESCOLARES EN EL PROCESO EDUCATIVO
Enviado por faryna • 12 de Julio de 2020 • Monografías • 1.781 Palabras (8 Páginas) • 285 Visitas
EL APORTE DE LAS TAREAS ESCOLARES EN EL PROCESO EDUCATIVO
Catalina Rosales Alegría
Fary Juliana Rentería Ruiz
Una de las tensiones más influyentes en la formación de un estudiante está relacionada con las tareas escolares. Estas han venido convirtiéndose en pesadilla para profesores, estudiantes y padres de familia, más aún cuando ocupan un gran espacio de tiempo y no cumplen con el propósito de reforzar los conocimientos y destrezas adquiridas en el aula. Actualmente, en algunas instituciones educativas la tarea se ha convertido en un elemento de castigo para los estudiantes donde algunos docentes llegan al punto de utilizarlas como un mecanismo para regular el comportamiento dentro y fuera del aula, ocasionando que la palabra “tarea” cause pesadez, pereza y aburrimiento, convirtiéndose en una situación poco agradable que tratan de evitar constantemente y a como dé lugar. Las tareas más que una forma de controlar debe darse con la intención de reforzar en la casa los conocimientos que recibieron en el aula, esto ayudaría a que los alumnos sean más organizados, disciplinados, administren mejor su tiempo y mejoren su desempeño escolar.
El desarrollo del presente documento girara en torno al siguiente interrogante: ¿Por qué se considera en la actualidad que las tareas escolares no cumplen con su aporte real en el proceso educativo? A continuación, analizaremos cuáles son los aspectos que llevan a cuestionar realmente la función de las tareas en el mundo moderno.
La palabra tarea, tiene un origen árabe, proviene del vocablo “tariha” y significa trabajo u obra. Consiste en un hacer que demanda esfuerzo y que generalmente tiene un tiempo límite para su realización. Desde el punto de vista histórico de la humanidad, las tareas se definen como una actividad, en el cual la sociedad antigua, trasmitía a sus generaciones, sus creencias, conceptos morales, religiosos, saberes y técnicas. Esto indica, que en todas las épocas han tenido como fundamento esencial la enseñanza a través de la acción y la repetición, indicando que la realización de tareas es el medio para alcanzar el conocimiento.
En una primera aproximación de la definición de tareas, sería aquellas actividades o trabajos que un profesor manda a sus alumnos y se realizan fuera del horario escolar, suelen hacerse en un entorno doméstico, a veces con ayuda de los padres y otras veces no.
Según (Ganem Alarcon, Torres, & Corona, 2007), (citado en Willian Quispe, 2017) “la tarea debe definirse como una actividad escolar para ayudar al alumno en su trabajo autónomo, por lo que si no hizo la tarea no debería aplicarse por esto ni una sanción ni una baja calificación; si por el contrario cumplió con ella, tampoco se debería dar el reforzamiento del aumento de puntos”.
En adicción, las tareas escolares son aquellas que se les asignan a los estudiantes en el colegio, son actividades, propuestas por el docente, ellos ponen en funcionamiento su intelecto para resolver problemas, averiguar datos, realizar argumentaciones, practicar lecturas, analizar oraciones. Estas se pueden realizar de forma individual o grupal, para así reforzar los conocimientos aprendidos o iniciar la investigación de nuevos aprendizajes.
Sin embargo, vemos que en la educación no ha sido entendida así, debido a diversos factores como el uso inadecuado que se les ha otorgado, haciendo que estas carezcan de sentido o valor; están siendo entendidas como una herramienta de castigo por parte del docente, generando en el estudiante temor hacia ellas y por último la cantidad excesiva, para mantener al alumno ocupado todo el tiempo, restringiendo o más bien limitando el tiempo libre que podrían ocupar para desarrollar habilidades, tales como: practicar algún deporte o alguna actividad cultural. Mientras unos docentes le guardan culto incondicional al dejar tareas por doquier, en ocasiones respaldados por padres de familias que aún creen que un bueno colegio es donde dejan tareas infinitas, otros profesores y colegios establecen parámetros diferentes enfocados en una nueva forma de incentivar a los estudiantes hacia el cooperar en lugar de competir y sobre todo a sorprenderlos con didácticas que experimenten el interés a través de emociones, porque cuando el estudiante se emociona el aprendizaje tiene sentido y la realidad evidencia que el sentido de la tarea se extravió desde hace bastante tiempo.
En primer lugar, las tareas escolares carecen de sentido o valor porque no contribuyen al aprendizaje, es decir, se limitan en que el niño repita de forma mecánica los contenidos que se han abordado en la clase con anterioridad y en ocasiones impiden dicho aprendizaje, debido a que se convierten en tareas repetitivas, poco motivadoras que generan aburrimiento y en la mayoría de los casos los estudiantes hacen estas tareas por obligación y con la mente en otra parte, además están repitiendo algo, pero no creando aprendizaje. Por otra parte, no permiten al niño explorar y cuestionarse, suelen ser tareas que no favorecen el pensamiento o la reflexión, son tareas que desmotivan y que el niño solo las hace para poder entregarlas, pero no se preocupan por aprender o más bien el docente no los deja preocuparse por ello.
En segundo lugar, las tareas escolares están siendo utilizadas como una herramienta de castigo por parte del docente, con el objetivo de controlar el comportamiento de los estudiantes, haciendo que se genere repudio o temor hacia estas. “si se portan mal, les dejo tareas” o “un ruido que se escuche, una tarea más y ¡para mañana!”, estas son algunas de las frases típicas que se pronuncian a diario en algunas instituciones educativas, que han causado que la palabra “tarea”
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