EL ARTE DE LA BONDAD

El arte de la bondad. Stefan Einhorn.

Pág. 203.

1.- Sobre la bondad y la ética: En esta primera parte nos conceptualiza lo que es ética y moral dándonos diversos ejemplos, donde sobresale que nuestra sociedad tenemos normas y principios que debemos seguir. Nos habla sobre la capacidad de actuar de buena manera siguiendo 5 maravillosas herramientas éticas.

2.- Falsa bondad: Se separan ciertas características que pueden confundirse con la bondad, características que comprenden componentes como falta de inteligencia, debilidad, manipulación, y falta de integridad, lo cual el autor lo denomina como “falsa bondad”.

3.- …y auténtica: Con frecuencia se afirma que una buena persona solo debe tener buenos pensamientos, y es cierto, los sentimientos negativos hacia nuestros semejantes no son beneficiosos y somos nosotros mismos los que en realidad por tenerlos sufrimos más.

4.- Fuerzas opuestas: Una forma parecida de fuerza en contra en nuestra sociedad es la falta de recursos, lo que puede aparecer paradójico teniendo en cuenta que hoy en día, en muchos aspectos, vivimos en la abundancia.

5.- ¿Es rentable ser buena persona?: La ética es central en la vida del hombre, las buenas acciones tienen sus recompensas, mientras que las malas tienen un castigo, en esta vida o después de la muerte.

6.- Éxito: Es un concepto importante, por lo menos en lo que se refiere al esfuerzo de obtenerlo en diversos sectores de la vida. En el fondo las palabras funcionan como convenciones, lo que facilita la comunicación entre individuos.

7.- Buena persona y con éxito: El auténtico éxito no lo alcanzan los desconsiderados, ni egoístas manipuladores. El éxito en la vida se alcanza de otra forma. Porque al final resulta que lo que hacemos solo por nosotros mismos no beneficia a nadie, mientras que lo que hacemos por los demás beneficia a todos.

Resumen:

Este libro profundiza en la verdadera naturaleza de la bondad. Hace hincapié, de que el hecho de ser buenos con los demás no está reñido con alcanzar el éxito. El practicar la bondad con los otros redunda, sobre todo, en el beneficio personal.

Nada de lo que podamos hacer para favorecer una vida con éxito es tan impórtate como tener la capacidad de relacionarnos con nuestros semejantes de una buena manera. Nos convertimos en personas completas en nuestro encuentro con los demás, y es en relación con nuestro semejante cuando nos sopesan y nos juzgan. Lo fundamental al final es quienes somos ante nosotros mismos y ante todo lo que significa humanidad.

SOBRE LA BONDAD Y LA ÉTICA

En esta primera parte nos conceptualiza lo que es ética y moral dándonos diversos ejemplos, donde sobresale que nuestra sociedad tenemos normas y principios que debemos seguir.

Como ética se entiende a la forma como nos relacionamos con nuestros semejantes y con nuestro entorno. La ética es una condición básica para nuestra capacidad de hacer el bien, para una sociedad humanista, para que el hombre sobreviva como especie y para la supervivencia de todo nuestro mundo.

La ética son las normas, leyes y reglas externas que esperamos seguir y por su parte la moral de define como la tramitación de situaciones de elección ética, lo que significa que la moral se refiere a cómo piensan y actúan los individuos ante un problema ético.

Un dilema ético es una situación donde nuestra capacidad moral se enfrenta con la realidad. Las alternativas de actuación que están a nuestra disposición tienen tanto ventajas como inconvenientes. Actuemos como actuemos siempre existirá una parte de bien y de mal. Nuestras posibilidades de actuar de buena manera seguramente dependen, por una parte, de nuestra capacidad para reconocer el dilema y, por otra, de las herramientas éticas que tenemos a nuestra disposición. Cinco maravillosas herramientas éticas:

1.- La primera herramienta es una serie de principios éticos, normas, reglas y leyes que dictan como debemos reaccionar, y que el hombre ha desarrollado. Un principio trata sobre la dignidad humana y significa que todas las personas somos igual de dignas. Otro principio es el derecho a la vida, que implica que siempre defenderemos las vida e intentaremos protegerla cuanto podamos. Por su parte, el principio de autonomía significa que cada persona tiene derecho a decidir sobre su propia vida.

2.- La segunda herramienta es nuestro sentido común, que nos ayuda a hacer un análisis racional y sopesa la manera de hacer el mayor bien posible y evitar hacer el mal.

3.- La tercera herramienta es la conciencia, que funciona como una brújula interna y que nos dice lo que está bien y lo que está mal. La conciencia funciona como un indicador sentimental de cómo debemos actuar. Estos sentimientos, de lo que está bien y lo que está mal, se forman en gran medida en relación con la comunidad en la que hemos crecido.

4.- La cuarta herramienta es la capacidad de empatía, es decir, la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona. La empatía no se refiere a hacer el bien directamente, si no que implica la capacidad para entender cómo piensan y reaccionan los demás

5.- La quinta herramienta son nuestros semejantes, que podemos utilizar como consejeros.

FALSA BONDAD

Se separan ciertas características que pueden confundirse con la bondad, características que comprenden componentes como falta de inteligencia, debilidad, manipulación, y falta de integridad, lo cual el autor lo denomina como “falsa bondad”.

La bondad autentica es tener el valor de salir en defensa de lo que está bien, y ponerse en contra cuando está mal o es nocivo. A veces, el no oponerse puede ser un crimen tan grande como el mismo crimen. Todos debemos tener el valor de levantarnos por lo que está bien cuando nuestros semejantes se vean afectados por el sufrimiento.

La incapacidad de actuar y oponerse, aparentemente puede mal entenderse como una forma de bondad. La bondad autentica es algo completamente distinto. De lo que se trata es de actuar a favor de lo que creemos que, a largo plazo, será lo mejor para otra persona. Uno puede actuar de una manera que rechaza el entorno, dado que estamos convencidos de que lo que hacemos al final traerá buenas consecuencias.

Lo que a primera vista parece que sea bueno puede ser una expresión de algo completamente distinto. Lo que consideramos bondad puede esconder otros motivos. A veces tropezamos con gente que padece lo que se llama el síndrome del “caballero blanco”. Estas personas

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