EL GÉNERO UNA CATEGORÍA ÚTIL PARA EL ANÁLISIS HISTÓRICO

Sumisas y abnegadas han sido las cualidades que se han adjudicado a las mujeres desde tiempos antiguos. Hoy a 50 años de reconocerles derechos políticos, si se reúnen mujeres que han tenido presencia pública, se califica de “argüende”.

Las mujeres tienen la habilidad para discernir cuando hay problemas y no han estado acostumbradas a señalarlo en voz alta.

De acuerdo con Joan W Scott (1996) el género es una forma de denotar las construcciones culturales, la creación totalmente de ideas sobre los roles apropiados para las mujeres y hombres. Es una forma de referirse a los orígenes exclusivamente sociales de las identidades subjetivas de mujeres y hombres. En este sentido, género es una categoría social impuesta sobre un cuerpo sexuado.

Para esta autora la definición de género tiene dos partes: el género como un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias percibidas que distinguen los sexos. Aquí a su vez se encuentran cuatro elementos interrelacionados: símbolos culturales, conceptos normativos, el sistema de parentesco y la identidad subjetiva; el género como una forma primaria de relaciones significantes de poder. Es decir, es el campo primario dentro del cual o por medio del cual se articula el poder.

Aquí la autora hace un acercamiento histórico desde las diferentes posturas y se queda con la segunda porque dice que hay un vínculo entre hombre y mujer, además existen jerarquías.

Algunos autores opinan que la categoría de género supera a la de sexo social y supone un proceso ambivalente donde se incluye la jerarquía, interdependencia y complementariedad entre hombres y mujeres; permite develar cómo las normas son internalizadas individual y colectivamente por hombres y mujeres, dirigiendo sus prácticas sociales.

Joan W Scott define las relaciones de género a partir de dos proposiciones: de un lado, el género es el elemento constitutivo de las relaciones sociales fundadas en las diferencias percibidas entre los sexos, y de otro lado, el género es la primera forma de percibir las relaciones de poder que son representadas, de un modo general, como naturales e inmutables.

El concepto de género es fundamental para entender su lugar estructurante en las relaciones sociales y para su análisis se requiere establecer: primero la relación entre sexo y género, y segundo los efectos de tal distinción.

El concepto sexo hace referencia a las condiciones orgánicas que establecen diferencias biológicas entre hombres y mujeres: el concepto género incluye además, las características socioculturales e históricas que determinan la forma cómo las mujeres y los hombres interactúan y dividen sus funciones y las características modificables en el tiempo y que varían ampliamente de una cultura a otra.

Género en una categoría social que permite analizar las responsabilidades, limitaciones, papeles y oportunidades diferentes de mujeres y hombres en el interior de su unidad familiar, comunidad y cultura.

La perspectiva de género ha permitido fundamentar el cuestionamiento de que las percepciones, formas de pensar, de sentir y los comportamientos de mujeres y hombres más que tener una base natural e invariable, se deben a una construcción social que alude a aspectos culturales y sociales asignados de manera diferenciada a unas y otros, por medio de los cuales adquieren y desarrollan ciertas características, rasgos y atributos desde donde se construye la feminidad y la masculinidad, derivándose de esto los llamados roles y estereotipos de género.

El género es construido y el sexo no lo es; y el sexo (biológico) el que explica el género. El género en una construcción histórico-social porque se relaciona, porque cambia en tiempo y espacio; es una forma de referirse a la organización social de las relaciones entre sexos.

El rasgo básico en el enfoque de género radica en diferenciar, en las sociedades modernas y en las sociedades emergentes, los estereotipos y las funciones sociales que se asignan a las mujeres y a los hombres, en todos los órdenes de la vida, y en este caso, a los comportamientos consumistas del ocio, el arte, la recreación, la cultura y todas aquellas actividades en las que participan las mujeres y los hombres (María del Mar Alonso Almeida).

El concepto de género parte del feminismo, y abre un espacio de diferenciación entre el sexo como hecho social y se afianza como una categoría central de la teoría feminista que defiende la idea de que lo femenino y lo masculino no son hechos naturales o biológicos, sino construcciones y elaboraciones sociales y culturales.

Se necesita comprender el significado de los sexos, de los grupos de género en el pasado histórico para entender el presente y así vislumbrar mejor el futuro.

Dentro del feminismo se afirma que el género es una categoría fundamental en la que el significado y el valor están asignados a cualquier cosa existente en el mundo; se trata de una forma de organizar las relaciones sociales humanas.

Lo masculino y lo femenino son construcciones culturales asignadas a las personas, quienes deben aprenderlas puesto que son los comportamientos considerados adecuados dentro de la sociedad.

La autora destaca que algunas veces se utiliza género en lugar de mujeres, el, problema de esta perspectiva política es que se ve en el feminismo un problema de mujeres y no de relaciones entre los géneros construidos culturalmente.

Se menciona que el término género es asociado con el estudio de lo relativo a las mujeres y no es utilizado como categoría para el estudio de la historia, siendo tan importante el hacerlo, dado que la historia está entramada por el poder (paradigmas históricos).

Algunas historiadoras feministas consideraban que estudiar el género basado en las relaciones entre los sexos, coadyuvaría a desentrañar la historia, será vista desde otra perspectiva, pues si se desenterrara la historia de las mujeres tendrían que hacer historiografía desde lo cotidiano y subjetivo.

Se requiere de un análisis teórico y no sólo descriptivo de la historia, debido a que no es permeable a la conciencia el hecho de que las mujeres hayan participado, lo que sería interesante explicar es de qué manera lo hicieron, bajo qué circunstancias, cuáles fueron sus experiencias, con qué se enfrentaron, etc. Emplearon estas historiadoras tres enfoques para el análisis de género; esfuerzo (orígenes del patriarcado), tradición marxista (compromiso con las críticas humanas) y relaciones-objeto (explicar la producción y reproducción de la identidad de género del sujeto).

La explicación que dan los teóricos del patriarcado hacia la subordinación de la mujer, es la gran necesidad del hombre de dominar a costa de lo que sea a la mujer.

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