EL JUEGO Y LOS SONIDOS

ÍNDICE GENERAL

Introducción………………………………………………………………… 3

Planteamiento del Problema……………………………………………… 5

• Objetivos de la Investigación……………………………….. 7

• Justificación……………………………………………………. 8

Tipo de investigación………………………………………………………. 10

Población…………………………………………………………………… 11

Muestra………………………………………………………………............ 11

Técnica de recolección de datos…………………………………………. 11

Análisis de los resultados…………………………………………………. 12

Conclusión…………………………………………………………………. 13

Bibliografía………………………………………………………………….. 14

Anexo A…………………………………………………………………….. 15

Introducción

La pronunciación de los sonidos del lenguaje, al igual que los otros elementos del habla, es una habilidad que el niño debe adquirir a lo largo de su desarrollo. El niño comenzará emitiendo los sonidos más simples como el sonido” o “p” y a medida que sus habilidades mejoren comenzará a pronunciar sonidos más complejos y finos que requieran de más músculos y órganos fonadores.

Con la producción de las primeras palabras, entre los 12 y los 18 meses de edad, comenzarán los primeros errores de pronunciación. El niño dirá “lete” cuando se refiera a “leche” o “mimir” por “dormir”, de igual manera “aba” por “agua”. Estos errores son la consecuencia de la inmadurez de su lenguaje que tiende a simplificar los sonidos para que resulte más sencilla su pronunciación. A medida que avance en la adquisición de habilidades articulatorias, los patrones fonatorios se irán automatizando, mejorando su pronunciación y su fluidez verbal. Cuando este proceso de adquisición de habilidades de pronunciación del lenguaje no se realiza con normalidad hablamos de Dislalias. Por tanto, su estudio e intervención resulta importante para el fortalecimiento del aprendizaje escolar del niño y sin ir muy lejos en su desarrollo y bienestar psicosocial.

Durante la adquisición y desarrollo de los conocimientos, el lenguaje es fundamental, constituye el vínculo de relación social del individuo y desempeña un papel esencial en el desarrollo de la personalidad.

De él dependen en gran medida la calidad de procesos tales como la percepción, la memoria, la atención y fundamentalmente el pensamiento.

La palabra no solo influye en el pensamiento, en la formación de procesos mentales del niño, sino que la palabra del adulto se convierte en el regulador más elevado de su conducta, hasta que llega a convertirse en autorregulación consciente y voluntaria.

La adquisición del lenguaje es un proceso que ha captado la atención de numerosos psicólogos en los últimos años, pues se ha comprobado la enorme influencia que ejerce en todo el desarrollo posterior del individuo.

El niño desde su nacimiento, recibe una inmensa cantidad de información acerca del mundo que le rodea. Se encuentra con una realidad múltiple, compleja a la que debe dar sentido y organizar.

No sólo recibe información actúa sobre su entorno, expresa su situación, y para ello dispone de sistemas que le permiten identificar como representar, categorizar esa realidad, facilitando su comunicación que es tan necesaria para su supervivencia.

No siempre el lenguaje se desarrolla normalmente, existen múltiples anomalías que afectan la relación social y adaptación escolar del niño o adolescente y que limitan la adquisición de los conocimientos e influye desfavorablemente en la formación de la personalidad, entorpeciendo toda la labor que se realiza con vistas a obtener al hombre multifacéticamente desarrollado, que es la máxima aspiración de nuestra sociedad.

El juego didáctico será utilizado para que el niño(a) realice el análisis y síntesis de los fenómenos, permitiendo su desarrollo integral.

Respecto al desarrollo cognitivo, no hay nada mejor que el juego didáctico para favorecer la imaginación, la creatividad y para aprender a resolver problemas.

El reto más alto que ha puesto la política educacional de este país ante nosotros es precisamente la integración escolar, la cual prevé una educación para todos con calidad, consideramos oportuno profundizar en este tema, estudiado por numerosos autores pero no por ello agotado pues pretendemos ofrecer otra alternativa para enfrentar el proceso preventivo correctivo, compensatorio y desarrollador en presencia de alteraciones en el área del lenguaje, más aun si consideramos este como un factor que influye negativamente en la comunicación humana, al concebir esta como el intercambio de significado entre las personas posibilitando la interrelación en la que se basan las relaciones entre los hombres.

Planteamiento del problema

El lenguaje no aparece implícito en el hombre con su nacimiento, este lo debe asimilar, reproducir y ampliar en la comunicación con los demás y consigo mismo pues no contamos con estructuras ni conocimientos verbales congénitos.

A.A. Leontiev: La lengua en los niños, p. 54.

“Sin la maduración de los correspondientes estructuras anatómicas es imposible el dominio normal del idioma, aunque estas estructuras fisiológicas por su esencia, no contienen ni las reglas de la conducta idiomática, ni los conocimientos sobre el lenguaje. Todo esto es asimilado por el niño en el proceso de una actividad más amplia del dominio del mundo objetivo, es un proceso social por su esencia y por sus resultados” (...)Por lo que podemos inferir que no todas las personas están capacitadas para la asimilación del lenguaje, la posibilidad de asimilarlo está en dependencia de las condiciones anatomofiológicas y psicológicas personales así como las relaciones sociales que facilitan su imitación.

Dentro de las alteraciones más frecuentes que dificultan el normal desarrollo del lenguaje encontramos “Las dislalias” o trastornos de la pronunciación de los sonidos del lenguaje.

La dislalia constituye el trastorno del habla más difundido según datos estadísticos de numerosas investigaciones realizadas en diferentes países de Europa y América.

Las investigaciones realizadas por Faigt (Alemania) en 1959 demostraron que existían trastornos aislados de la pronunciación en el 72% de los casos investigados, de los niños checoslovacos investigados por Ohnesorg, resultaron dislálicos un 18,5 %.

En los niños de la primera etapa de educación básica, los trastornos de pronunciación se producen con más regularidad- M. Sovak (1940) y Filichikova (1960), sufren de dislalias el 42 % de estos y subrayan que los niños investigados en los centros educativos poseen una pronunciación de los sonidos mucho más correcta que los que reciben educación dentro de la familia.

Los resultados de K.P. Becker con niños y niñas berlineses de cinco a seis años (1957) arrojan la presencia de dislalias en el 34 % de los casos.

Estudios de autores extranjeros como N. Chomsky (1968), A.A Liublinskaia (1984), S.Y. Rubinshtein (1989) han estado relacionados con intervenciones dirigidas a desarrollar la competencia lingüística y usos funcionales del lenguaje.

En Cuba también se han realizado estudios encaminados a resolver tal situación, dentro de ellos los realizados por Ernesto Figueredo (1984), Mayda López Hernández (1989), Danilo González (1989), Leonardo García (1990), los cuales han estado dirigidos a la intervención logopédica, con predominio individual, lo que no siempre resulta efectivo para lograr un aprendizaje significativo del lenguaje.

Recientemente se están desarrollando investigaciones que tienen en cuenta el enfoque comunicativo durante la intervención logopédica en presencia de alteraciones en el lenguaje y que han contribuido al desarrollo de la pronunciación, el análisis fónico y el lenguaje relacional, tomando como vía el juego (simbólico, de roles) que es la actividad rectora de esta etapa, podemos citar a Jorge. I., Santi Espíritus (1999), Matha Ojeda, Ciudad de la Habana (1999), Damaris Verdecia, Pinar del Río (2000), entre otros.

No obstante, no se ha logrado sistematizar el uso del juego durante la atención a la diversidad de niños de la primera etapa de educación básica, de ahí que como investigadores se dediquen a la búsqueda de soluciones tomando como vía el juego didáctico para intervenir en los trastornos de la pronunciación de los sonidos y contribuir al alcance de una correcta competencia comunicativa

El niño primero juega con el lenguaje, y más tarde se sirve de él para jugar. Este hecho cobra especial importancia en el ámbito del aprendizaje lingüístico y del desarrollo cognitivo.

Los juegos de lenguaje o con el lenguaje permiten al niño acercarse a la realidad sintáctica, semántica y pragmática del lenguaje sin presiones, en un ambiente relajado en el que los fallos no son penalizados. Amplía su competencia comunicativa, sobre todo en los comentarios que el grupo hace, a los que se aportan nuevas formas de actuación.

Cuando el maestro de propone

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