EL SEXENIO DE TELEVISA

El sexenio de Televisa es resultado de una investigación por Jenaro Vellamil donde en el primer capítulo explica como Televisa ha adquirido un enorme poder, el cual inició durante los gobiernos priístas, después con el gobierno de Vicente Fox y Calderón, que aun que era un gobierno Panista, esto no afecto al Consorcio de Televisa, con esto demuestra que actualmente, ésta empresa tiene un poder por encima del Gobierno y de las leyes e instituciones de México. Como menciona el autor es “Un Estado dentro del Estado”. Jenaro Villamil va revelando, las historias no públicas, de cómo se fue conformando este poder desmedido. Donde se menciona como Televisa es heredera de un modelo de control informativo y con prácticas comerciales monopólica, típica de los gobiernos del PRI. Televisa logró bloquear durante “su sexenio” a su más fuerte competidor, Telmex, futuro contrincante en el mercado del triple play. A pesar de que a finales de la década de los noventa, a raíz de la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, el Tigre, Televisa pasó por una fuerte crisis de credibilidad frente a una sociedad que se acostumbró a verla como una extensión del régimen priísta. Emilio Azcárraga Jean enfrentó esa crisis. Para ellos, la pantalla es, un negocio y no un servicio público concesionado. Por eso, apostaron a acrecentar el gran negocio que representa controlar los contenidos mediáticos.

Televisa sobrevivió a la caída del régimen priísta, se fortaleció con el gobierno de Vicente Fox, quien estuvo dispuesto a otorgarle todos los privilegios y prebendas a la compañía, a cambio de mantener la fantasía de un gobierno de spot y apariencia mediática, también a cambio de que Televisa callara la enorme estela de corrupción familiar que se produjo durante el “gobierno del cambio”.

A cambio de su silencio el foxismo eliminó el impuesto del 12.5%de tiempos fiscales, le entregó en julio del 2004 todos los “canales espejos” disponibles para garantizar la transición del modelo analógico al digital y le renovó sus concesiones hasta 2021, le autorizó un total de 130 permisos para crear centros de juegos y apuestas con la firma de

Santiago Creel.

Televisa “borró” de mera literal y mediática la imagen del entonces coordinador de la banda del PAN en el Senado, en respuesta al apoyo del ex aspirante presidencial.

Durante el gobierno de Vicente Fox, Televisa hizo dos apuestas; dejar de ser un “soldado del presidente” y trasladar su condición de monopolio televisivo a la de gran corporativo de telecomunicaciones, dominante en la nueva era de digitalización y del triple play. El final del modelo de televisión analógica y la transición hacia una televisión digital. En otras palabras, Televisa se propuso ser el monopolio en materia de producción y contenidos audiovisuales, pero también de servicios en telefonía e internet, el gran negocio del nuevo milenio.

Televisa demostró a finales de 2005 y en el primer trimestre de 2006 que podía arrodillar a los candidatos presidenciales, así como a la mayoría de los diputados federales y de los senadores para imponer sus intereses, con la aprobación de el paquete de reformas de la Ley Televisa. Ley que se aprobó gracias a la presión de los candidatos presidenciales del PRI (Roberto Madrazo) y del PAN (Felipe Calderón), con el visto bueno de Vicente Fox. La reforma electoral que se discutió casi en paralelo con la Ley Televisa provoco que ésta empresa, junto con TV Azteca y los principales grupos radiofónicos, desafiaran la nueva legislación que estableció la prohibición absoluta de la compra de tiempo aire de los procesos electorales. El Congreso prohibió la mercadotecnia político-electoral, pero no pudo impedir la venta de publicidad integrada, mejor conocida como infomerciales. Un ejemplo de ello es, la transformación de Enrique Peña Nieto en el modelo a seguir y en el argumento de venta más poderoso de Televisa, demostrando así que el control de las elecciones no pasaba por el Congreso, sino por la pantalla. Lo importante no es ganar con votos sino con spots, infomerciales, marketing y con mucho dinero para que la televisión no los borre como lo hicieron con Santiago Creel o los convierta en villanos políticos como han hecho con Andrés Manuel López Obrador. El principal cliente para la televisión y la red de empresas de Televisa es el gobierno federal.

La disputa entre los Priístas por ocupar el espacio vacío de un régimen incapaz, también ha beneficiado a Televisa. La disputa burocrática por el control de los organismos reguladores como COFETEL y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha sido alentada por la televisora.

El autor, también menciona cómo sus principales ejecutivos, los cuatro fantásticos, no sólo consiguen ingresos multimillonarios vendiendo, sin restricción alguna, espacios publicitarios a los partidos y a los gobiernos, sino que se dan el lujo de que se legisle a su favor y de que el control de las elecciones pase no por el Congreso sino a través del canal de las estrellas. El papel que jugó el consorcio en la trama de los videoescándalos y la guerra sucia contra AMLO.

Ya que Televisa también fue clave para una operación en el sexenio foxista; los videoescándalos de marzo de 2004 para frenar el avance del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.

Carlos Ahumada relata en uno de uno de sus libros que conoció al ex presidente

Calos Salinas de Gortari, el ex presidente conoció los videos con los cuales Ahumada pretendía chantajear al gobiernos de la Ciudad de México para que le pagaran unas deudas. El propio Salinas les ofreció gestionar con Jorge Mendoza de TV Azteca o con Bernardo Gómez y Televisa, siendo así, Salinas el cerebro de los videoescándalos.

Fidel Castro confirmó prácticamente todo lo relacionado con la trama de los videoescándalos y el papel que jugaron Ahumada, Calos Salinas y Televisa. Aun que AMLO después de los videoescándalos quedó herido mediáticamente no impidió que se convirtiera en el candidato presidencial del PRD.

Televisa, unida a TV Azteca, impidió durante este sexenio que se aprobara la conformación de una tercera o cuarta cadena de televisión comercial. Primero doblegando a Luis Téllez quien coqueteo con la posibilidad de entregarle una señal a la sociedad privada formada por General Electric-Telemundo y al empresario Isaac Saba. TV Azteca absorbió la señal de Canal 40 para impedir que se convirtiera en el germen de la tercera cadena; y Televisa formalizó una “alianza comercial” con Telemundo, empresa que se doblegó a cambio de una promesa de enfrentar en Estados Unidos a su rival Univisión.

Al perder Televisa a Univisión se obligó a concentrarse en el mercado mexicano y fortalecer su condición monopólica

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