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ESTRATEGIAS PARA LA COMPRENSIÓN LECTORA

DylanGonzalez21 de Febrero de 2014

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ÍNDICE

Pág.

CAPITULO 1

Índice__________________________________________________ 2

Objetivos_______________________________________________ 3

Introducción______________________________________________4

CAPITULO 2

Motivación y personalidad___________________________________5

Estrategias de aprendizaje y motivación________________________6

Acompañar el proyecto del estudiante__________________________7

Estrategia de comprensión lectora____________________________13

Recomendaciones personales_______________________________21

Anexos_________________________________________________23

Objetivos

Generales

Discutir diferentes estrategias, utilizables por el docente en el aula, para promover la motivación en los estudiantes.

Específicos

Identificar las estrategias más efectivas en la enseñanza de la comprensión lectora.

Indagar sobre las ventajas y desventajas de la motivación en el aula.

INTRODUCCIÓN

Presentamos las diferentes técnicas que se pueden utilizar para la enseñanza de la comprensión lectora, mediante la motivación en el aula, como los estudiantes responden a este tipo de metodología las ventajas y las desventajas que esta tiene en la enseñanza.

Presentamos de igual forma que tipo de motivación es más adecuada para que los estudiantes respondan de una forma afirmativa y participativa en la clase de lenguaje.

La motivación se puede dar de forma individual y colectiva, dependiendo de la técnica utilizada.

Algunas de las técnicas de motivación son:

Los proyectos grupales

El trabajo cooperativo

La indagación a partir de preguntas indagadoras

Y el experimento individual

La discusión de este tema ha girado al entorno al análisis de las estrategias grupales e individuales para fomentar la lectura. Las estrategias estudiadas no son las únicas existentes, ni tampoco deben usarse siempre. El docente necesita tener claridad sobre la utilidad de cada una, en función del problema o tema que se esté tratando.

La motivación y personalidad

Un deseo consciente o una conducta motivada pueden servir como una especie de canal a través del cual se expresan otros propósitos.

Es propio de los seres humanos estar deseando algo, prácticamente siempre y a lo largo de toda su vida. No tenemos más remedio que estudiar las relaciones de todas las motivaciones entre sí, hemos de abandonar las unidades motivacionales aisladas si queremos conseguir el amplio entendimiento que perseguimos.

No todas las conductas o reacciones son motivadas, al menos no en el sentido corriente de buscar la gratificación de las necesidades, ósea buscar lo que falta o se necesita.

Dewey (1939) y Thorndike (1940) han destacado un importante aspecto de la motivación completamente olvidado por la mayoría de los psicólogos: la posibilidad. En conjunto anhelamos aquello que se puede alcanzar en la práctica.

Existen múltiples motivaciones en la conducta, hay que entender que estas necesidades no son determinantes únicos o exclusivos de ciertas clases de conducta. Dentro de la esfera de los determinantes motivacionales, cualquier conducta tiende a ser determinada por varias o todas las necesidades básicas a la vez, y no por una sola de ellas.

La conducta puede ser inmotivada, existe una diferencia elemental entre conducta expresiva y conducta funcional (lucha funcional, perseguir una meta con un fin). Una conducta expresiva no intenta hacer nada; es simplemente un reflejo de la personalidad.

El contenido motivacional consciente de la vida cotidiana ha sido concebido, de acuerdo con lo precedente, como algo relativamente importante o no importante, según este más o menos estrechamente relacionado con los fines básicos.

Estrategias de aprendizaje y motivación

Cuando el interés se diluye

Lo que en cierto sentido define la educación y su diferencia de otras acciones sociales es su intento de socializar mediante el conocimiento, es desde esta tarea que es posible entender las relaciones entre enseñanza y aprendizaje.

Las propuestas de las actividades escolares son poco significativas desde el punto de vista lógico, psicológico y social.

Si logramos flexibilizar, problematizar, abrir los saberes escolares y presentarlos con toda la significación que estos pueden tener.

o Los conocimientos no son cosas no son entidades sustantivas ni estéticas.

o El aprendizaje no requiere de cierta capacidad de memoria entendida como un archivo.

o El interés no depende de manera mecánica del medio socio-cultural de los estudiantes ni es este contexto determinante.

o La voluntad de aprender no es natural.

Todo proceso de aprendizaje implica la reorganización del sistema de representaciones con el que contamos. Para que esta reorganización tenga lugar es necesario que los nuevos contenidos de conocimiento tengan, en la estructura previa del sujeto puntos de apoyo a partir de los cuales comenzar a trabajar. estos puntos de apoyo pueden ser las ideas previas o los conocimientos previos del sujeto , sin embargo para que se produzca tal reestructuración es necesario que hagamos algo con estos puntos de apoyo, con los nuevos conocimientos , que intentemos trabajar con ellos no solo con los nuevos conocimientos también se deben poner en juego los anteriores . Cuando decimos que es necesario que hagamos algo me refiero a un trabajo intelectual, cognoscitivo a poner en juego

Operaciones del pensamiento que pueden o no necesitar complementarse a su vez con acciones de manipulación.

También, siguiendo en este mismo sentido las estrategias didácticas del docente merecen ser especialmente tenidas en cuenta, incluso cuando están sean solamente la ya famosa clase expositiva. En todos los casos las estrategias del docente serán un elemento de fundamental importancia para pensar las estrategias de aprendizaje de los estudiantes.

Pretendemos dar cuentas de la complejidad de los aspectos y dimensiones que el proceso de enseñanza aprendizaje entraña, la posibilidad de reducirlo, por lo tanto, a una serie de indicaciones, por claras o efectivas que estás puedan ser.

Con esto dejamos aclarados que intentamos aportar elementos para ayudarles a nuestros estudiantes a aprender significativamente, que por tanto no haremos referencia a las llamadas técnicas de estudio ya que estas pueden o no implicar las estrategias de aprendizaje en profundidad. Son solamente apoyaturas que el estudiante puede realizar, es importante que las conozca, pero no resuelven ni agotan el problema tal como los consideramos en este texto.

Acompañar el proyecto del estudiante.

 Proponer al estudiante herramientas de autoconocimiento y de su realidad escolar.

 Definir objetivos accesibles, medios necesarios para alcanzarlos situándolos en el tiempo.

 Validar los éxitos en cada recorrido, más que llevar a cabo una evaluación basada en los errores.

Para el estudiante, poder proyectarse en un futuro a corto, medio y largo plazo es una maravillosa herramienta de motivación. Para motivarse, algunos estudiantes necesitan desafíos inscritos en unos proyectos a muy corto plazo, por ejemplo aprobar el grado con buenas notas y ascender al grado siguiente. Mientras que otros entienden más fácilmente su trabajo en un periodo de tiempo más largo. Por ejemplo aspiración de una carrera universitaria y llegar a convertirse en profesionales para ser de utilidad a la sociedad.

La motivación pasa por esta restauración del yo, que le permite responsabilizarse y comunicarse consigo mismo y con los demás de manera más justa. La posibilidad de decir YO, da al estudiante el espacio necesario para su progresión. Le permite conseguir su lugar en clase y un trabajo relacionado con su proyecto personal, a construir o parcialmente construido, inscrito en el proyecto colectivo y en el trabajo de la clase.

Los proyectos grupales:

En la discusión planteada en los temas anteriores se encuentran elementos suficientes, que podrían considerarse estrategias para fomentar la motivación. No obstante, haremos mención especial de algunas que continúan siendo objeto de controversia y, en muchas ocasiones, de distorsiones en diferentes círculos educativos. Tal vez no se ha entendido su finalidad, o se ha desvirtuado su funcionamiento, sin que por ello dejen de tener valor como mecanismos que el docente puede utilizar para producir conocimiento en los salones de clases, y para ayudar a los estudiantes a hacerse responsables de su propio proceso.

El grado de motivación para un determinado asunto no necesariamente se mantiene estable a lo largo de la vida de las personas; está sujeto a cambios debidos a la experiencia cotidiana, al surgimiento de nuevas aspiraciones y sueños.

Antes de profundizar en el tema, necesitamos aclarar que entendemos por estrategias. Este es un concepto que adquiere más uso en los ambientes escolares, por el significado que tiene en el salón de clases, en términos de sus consecuencias en la conducta de los estudiantes.

Una estrategia indica un problema de planificación de un proceso, que incluye la

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