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ESTUDIO DEL MEDIO BUCAL


Enviado por   •  9 de Agosto de 2013  •  Tesis  •  2.508 Palabras (11 Páginas)  •  720 Visitas

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ESTUDIO DEL MEDIO BUCAL

La boca puede también considerarse un mini-ecosistema. En este ecosistema habrá un hábitat o medio físico que es la cavidad bucal, de la que venimos hablando en anteriores apartados, y también unos pobladores, que en este caso son microorganismos. La cavidad bucal se integra en el organismo humano, con lo cual el medio físico en este ecosistema es ya parte de un ser vivo. En este ecosistema se establecen relaciones de las especies pobladoras entre sí y con el hábitat.

Los tipos de microorganismos que podrían habitar en la boca son bacterias, hongos y virus. El sistema inmunitario del organismo hace posible que determinados microorganismos no colonicen la boca, los microorganismos nocivos o gérmenes. Pero otros microorganismos sí son pobladores habituales de la boca sin producir patología en ella o en el resto del cuerpo.

LA SALIVA

La saliva es un líquido de la cavidad bucal, producido por las glándulas salivales, transparente, de viscosidad variable, compuesto principalmente por agua, sales minerales y algunas proteínas.

La saliva es un líquido claro que se fabrica en tu boca las 24 horas del día, cada día. Está formada sobre todo de agua y además de unas cuantas sustancias químicas. Esta cosa resbaladiza la producen las glándulas salivales. Estas glándulas se encuentran en el interior de cada mejilla, en el fondo de la boca, y debajo de la mandíbula justo en la parte frontal de la boca. ¡Estas producen alrededor de 2 a 4 pintas (o alrededor de 1 a 2 litros) de saliva en la boca todos los días!

La saliva es genial por muchas razones. La saliva humedece los alimentos y hace que tragarlos sea más fácil. Sin la saliva, ese sándwich de queso fundido sería seco como el desierto y difícil de tragar. También ayuda a la lengua permitiendo que puedas sentir los gustos. Una lengua seca no puede decir qué gusto tienen las cosas -necesita a la saliva para mantenerse humedecida.

La saliva ayuda en el proceso de la digestión. Antes de que los alimentos lleguen a tu estómago, la saliva empieza a descomponerlos mientras aún están en tu boca. Esto lo hace con la ayuda de las enzimas, unas sustancias químicas que se encuentran en la saliva. Descomponer de esta forma los alimentos le facilita un poquito el trabajo a la lengua -así puede empujar más fácilmente hacia la garganta los alimentos masticados.

La saliva limpia también el interior de la boca y enjuaga los dientes para mantenerlos limpios. (Pero recuerda que la saliva no es suficiente para mantener tus dientes en perfecta forma; ¡aún necesitas cepillártelos y pasarles hilo dental!). Las enzimas de la saliva también ayudan a combatir las infecciones de la boca.

La mayoría de niños en edad escolar tienen justo la cantidad adecuada de saliva. A veces una persona puede no tener suficiente saliva, pero esto es normalmente resultado de ciertos medicamentos o tratamientos, algunas clases de enfermedades, o la edad avanzada.

Se estima que la boca está humedecida por la producción de entre 1 y 1.5 litros de saliva al día, durante la vida de una persona se generan unos 38.000. Esta cantidad de saliva es variable ya que va disminuyendo conforme avanzan los años y debido a diferentes tratamientos. La producción de saliva está relacionada con el ciclo circadiano, de tal manera que por la noche se segrega una mínima cantidad de saliva; además, su composición varía en función de los estímulos (como el olor o la visión de la comida) aumentando -por ejemplo- el pH ante estos estímulos (cuando en condiciones normales es de 6.5 a 7.5). Es segregada por las glándulas salivares mayores (parótida, sublingual y submaxilar) y menores. La disminución de saliva se llama hiposalivación, mientras que la sensación de sequedad bucal se denomina xerostomía, la producción excesiva sialorrea.

FORMACION DE LA SALIVA

La saliva es producida por un grupo de glándulas exocrinas, las glándulas salivares, situadas en la cavidad bucal. Las más importantes son:

• Glándulas parótidas: se sitúan a nivel de las mejillas y vierten la saliva en la boca a través del conducto de Stenon

• Glandulas submaxilares a ambos lados del suelo de la boca, que vierten la saliva a través del conducto de Wharton

• Glándulas sublinguales, se situan en la parte anterior y central del suelo de boca. Vierten la saliva por los conductos de Rivinus y Bartholin

Otras glándulas que también segregan saliva son las glándulas palatinas, situadas en el paladar blando, así como otras glándulas más pequeñas situadas en la lengua y en las mucosas de la boca, se produce todo el tiempo, pero cuando tenemos hambre o algo se nos antoja se produce en mayor cantidad.

También, al empezar a comer, la masticación estimula una mayor producción de saliva, que contiene una sustancia llamada “enzima”, conocida como ptialina o amilasa salival, que ayuda a ablandar los alimentos y a separar y procesar algunos nutrimentos.

Para que la digestión se realice adecuadamente, es necesario que la dentadura se encuentre en buenas condiciones, por lo que la visita al dentista de forma periódica es muy recomendable. La pérdida de piezas dentarias o las infecciones en ellas afectan la masticación y con ello el primer paso para el procesamiento y transformación de los alimentos.

MECANISMOS DE SECRECIÓN SALIVAL

Mecanismos neuronales de la secreción de saliva

La secreción de la saliva se encuentra, en su mayor parte, bajo el control del sistema nervioso autónomo. En condiciones basales, la secreción es de 0.5 ml/m¡n, pero puede aumentar hasta 6-7 ml/min. Las glándulas submandibulares segregan un 60% y las parótidas un 25%.

La estimulación de los nervios simpáticos y parasimpáticos aumenta la secreción salivar, siendo mucho más importante la parasimpática, de tal forma que se interrumpe la inervación parasimpática se produce una atrofia de la glándula.

Las fibras simpáticas que inervan las glándulas salivares provienen del ganglio cervical superior. Los centros nerviosos parasimpáticos están localizados en el bulbo y envían sus estímulos a los dos núcleos salivares, el superior y el inferior. En reposo, las glándulas salivares reciben un flujo de sangre de 50 ml/100 g de tejido: en respuesta a la estimulación parasimpática, las células acinares liberan una proteasa, la kalicreína que actúa sobre una proteína plasmática, el kininógeno, liberándose la lisilbradikinina

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