Ejercicios para la recuperación funcional de parte

Los ejercicios pre-liminares son utilizados para emplear unos métodos y técnicas, obteniendo movimientos útiles y aplicables a varias funciones. Las técnicas, los métodos, las adaptaciones funcionales son destinadas a realizar las actividades de forma independiente y satisfactoria en un participante. Cada uno de los ejercicios está basado con un fin determinado, permitiendo que la persona alcance un grado básico de independencia.

Dichos ejercicios deben ser supervisado o dirigidos por profesionales especializados en el área de rehabilitación física, logrando que los participantes aprovechen cada uno de éstos de la mejor manera y así su recuperación será más eficaz ayudando a que su evolución sea más rápida.

Continuando con lo anterior expuesto, es notable que estos ejercicios se necesiten para que los participantes traten de lograr una actividad específica, ya que se encargan de mejorar su tono muscular, su postura, sus desplazamientos en cama, cambios posturales, entre otros.., es decir, ayudan a que los individuos realicen algunas actividades de la vida diaria sin necesidad de ser asistido por otra persona.

En la recuperación funcional de un participante se necesita de una programación, consistiendo en su plan de trabajo de forma individual, determinado a las incapacidades que tiene la persona ante la ejecución de algo, de esta manera los ejercicios aplicados a los participantes los orientará para la realización de cada actividad en su vida diaria.

Cabe recalcar, que los participantes en cama a través de los métodos y técnicas aprendidas en su rehabilitación los ayudará para que sean personas independientes sin necesidad de una ayuda externa a la hora de moverse, girar, colocarse de cúbito prono (boca abajo), sentarse, acostarse, acomodar las piernas, taparse etc.., con independencia, recurriéndolos para posibilitarla a adaptaciones que aumenten la capacidad motora de cada individuo en particular.

El objetivo del terapeuta ocupacional es capacitar al participante para acomodarse , rodarse , ubicarse de cubito supino , cubito prono, adquirir posición senil, alineando las extremidades superiores, siendo capaz de mantener el equilibrio con independencia, recurriendo a adaptaciones que aumenten la capacidad funcional del participante , para así lograr una recuperación funcional. Estos ejercicios están destinados al entrenamiento de todos los movimientos necesarios para el normal desarrollo de las actividades que se integran al plan de recuperación funcional. Se ejecutaran preferentemente en colchonetas o camilla, y el terapeuta ocupacional especializado deberá dirigir cada movimiento a una función, conocida por el paciente y orientada a realizar una actividad determinada; seleccionando los ejercicios para cada paciente en particular, en consideración al tipo de afección que presente y su finalidad es lograr mayor destreza y agilidad en la amplitud de los movimientos. (Ver-Esquema1)

Movimientos de ambos miembros (superiores e inferiores), en cama según la articulación

De cúbito supino (boca arriba):

• Cuello: Flexión, rotaciones derecha e izquierda, inclinaciones derecha e izquierda.

• Hombro: flexión, extensión, flexo-elevación, rotación interna y externa, elevación, depresión, protusión y retracción.

• Codo: flexión y extensión en posición supina y prona (mano).

• Muñeca: flexión palmar y dorsal, desviaciones cubital y radial.

• Falanges (mano): flexión, extensión, abducción y aducción.

• Tronco: rotaciones izquierda y derecha, inclinaciones muy poco.

• Cadera: flexión, extensión, rotación izquierda y derecha, abducción y aducción.

• Rodilla: flexión y extensión.

• Tobillo: flexión plantar y dorsal, inversión y eversión.

• Falanges (pie): flexión, extensión, abducción y aducción.

De cúbito prono (boca abajo):

• Cuello: extensión, rotación derecha e izquierda, inclinación izquierda y derecha.

• Hombro: híper-extensión, rotación interna y externa, abducción y aducción, elevación y depresión.

• Codo: flexión y extensión en posición supina y prona (mano).

• Muñeca: flexión palmar y dorsal, desviación cubital y radial.

• Falanges (mano): flexión, extensión, abducción y aducción.

• Tronco: rotación derecha e izquierda.

• Cadera: híper-extensión, rotación interna y externa, abducción y aducción.

• Rodilla: flexión

• Tobillo: flexión dorsal,

• Falanges (pie): flexión, extensión abducción y aducción.

De cúbito lateral:

• Cuello: flexión y rotación depende que lado este.

• Hombro: flexión, extensión, híper-extensión, abducción, aducción, rotación interna y externa, elevación y depresión.

• Codo: flexión y extensión en posición supina y prona (mano).

• Muñeca: flexión palmar y dorsal, desviación radial y cubital.

• Falanges (mano): flexión, extensión, abducción y aducción.

• Cadera: flexión, extensión, híper-extensión, rotación interna y externa, abducción y aducción.

• Rodilla: flexión y extensión.

• Tobillo: flexión dorsal y plantar, inversión y eversión.

• Falanges (pie): flexión, extensión, abducción y aducción.

Cada uno de estos ejercicios cumple una finalidad específica, pero su objetivo principal está basado en mantener las fibras musculares activas favoreciendo la funcionalidad de cada individuo, dependiendo la patología y la parte del cuerpo afecto.

Cada ejercicio se dirige hacia una función , vale decir que cada uno lleva su propia finalidad, ejecutándose de la mejor manera para cumplir una determinada función necesaria para la realización de una actividad; transformando cada uno de los ejercicios como un integrante activo para ayudar a los participantes a que busquen su máxima independencia.

También, mencionamos que estos ejercicios pueden tener resistencia por el terapeuta con cualquier otro instrumento recomendado por el terapeuta ocupacional, de modo que así fortalecerá el tejido muscular rápidamente a través de sus repeticiones y constancia en el ejercicio.

La función de estos ejercicios consiste en buscar siempre la máxima amplitud de cada uno de los movimientos en un participante, tonificar las fibras musculares comprometidas en una patología, disminuir el acortamiento del tejido muscular lesionados, contraer la flacidez de modo que el músculo este activo, fortalecer los músculos afecto de la mejor manera y principalmente encargándose de que la persona busque la independencia absoluta para realizar algún ejercicio o actividad

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Paciente encamado

Es aquel paciente que, por diferentes motivos, esta obligado a permanecer inmóvil en la cama, ya sea un anciano impedido, un accidentado, un enfermo. Esta situación genera un gran riesgo por falta de movilidad y favorece:

• Alteraciones en la circulación que facilitan la aparición de trombosis venosas, tromboflebitis, y embolias pulmonares.

• Mala ventilación pulmonar con retención de secreciones y predisposiciones a las infecciones respiratorias

• Perdida de masa muscular generando una atrofia y debilidad muscular

• Afectación del hueso con perdida de masa ósea y el desarrollo precoz de una osteoporosis

• Rigidez articular con posibilidad de anquilosis de las articulaciones, generando perdida funcional y dolor importante

Es importante prevenir la aparición de dichas enfermedades, mediante una movilización precoz, recomendándole al participante:

• Conocer y evitar las complicaciones de inmovilización de un paciente encamado

• Seguir un dieta equilibrada y beber 1,5 litros de liquido al dia

• Conseguir que el paciente tenga una buena alimentación y que alcance niveles adecuados de hidratación

• Buscar que la persona afecto tenga mayor nivel de autonomía, y la máxima movilidad en el mayor tiempo posible

• Realizar ejercicios pasivos y activos según la posibilidad de la persona

• Ayudar a realizar ejercicios de respiración mejorándola y mover las secresiones si existen

• Evitar las mismas posturas, es decir, realizar cambios posturales cada 2 o 3 horas como minimo

• Por la noche ayudar a que adopte una postura cómoda y de esta manera relajar sus músculos

• Mantener un correcto alineamiento corporal y repartir el peso evitando dolores musculares por contracción

Ejercicios generales

El ejercicio cuando es utilizado en una enfermedad se ha demostrado que actúa de forma satisfactoria, logrando una mejoría funcional. La persona puede ejercitarse de forma individual sin llegar a la fatiga muscular. La inactividad produce perdida de tono muscular (musculatura débil). El participante encamado debe evitar quedarse en esta, o que éste realice ejercicios pasivos o activos.

Los pacientes con problemas musculares tienen retracciones en las articulaciones, gracias a esto adoptan malas posturas y es decir que los músculos trabajan en forma inadecuada. En miembros inferiores debemos tener cuidado con los movimientos de cadera, rodilla y tobillo, evitando deformidades.

También, en miembros superiores mantener los movimientos articulares de hombros, especialmente si la musculatura no es fuerte como para levantar los brazos encima de la cabeza.

En los ejercicios activos la persona usa sus propios músculos generando una amplia gama de movimientos en una articulación-

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