El Barco Del Ocaso

Eh encontrado un sombrero purpura tirado en la playa. Reconozco aquel accesorio, es de una joven que vi aquella tarde en el parque; hago memoria y no solo la eh visto en aquel parque, también eh visto a este sombrero en un café, en la iglesia, en el cementerio, y hasta incluso, en mis sueños. Quiero quedarme con el, sin embargo, veo que un barco se acerca al muelle y de el bajan marinos; a la distancia, noto que una joven de gran belleza y se acerca a mi, es aquella joven que he visto en el parque, en el café, en la iglesia, en el cementerio y en mis sueños, se acerca a mi, toma su sombrero, me agradece por haberlo rescatado, y se aleja, después le eh preguntado su nombre y si puedo volver a verla; me ha dicho que se llama Silvia y que sin duda podemos volver a vernos en cualquier lugar que yo le pida, el primero que se me ocurrió fue el parque, ha aceptado y se aleja.

Estoy llegando al café, y veo un sombrero purpura, me acerco a la mesa, la saludo y la cita comienza, platicamos de muchas cosas, tomamos café y comimos pastel; el ocaso se acerca y decide despedirse, ha dicho que quiere verme otro dia y nos hemos citado en el parque, me da un beso en la mejilla y decide darme dinero para pagar su parte, me eh negado y me da otro beso en la mejilla y se aleja.

Pasaron días, semanas y meses, Silvia y yo hemos salido muchas veces, se ha forjado algo mas que amistad, pero ahora me ha dicho que no volverá, que mañana tendrá que subir al barco ha estado en el muelle durante todo este tiempo que ha estado ella aqui; quiero convencerla de lo contrario pero se que es inútil, asi que le he dicho que quiero verla mañana para poderme despedir de ella y verla por ultima vez, ella ha accedido con la condición de vernos en la playa.

Al dia siguiente me encuentro en la playa, es extraño que este totalmente despoblada, veo a Silvia a la distancia con su precioso sombrero purpura y a ese barco que se llevara a mi amada. Me acerco a ella, la llamo por su nombre, ella voltea y me besa en los labios, le digo que me ha hecho el hombre mas feliz del mundo, ella me dice que la eh hecho la mujer mas feliz del mundo. Nos sentamos en la arena y empieza a contarme una historia sobre una chica de sombrero purpura que estuvo enamorada de un marino ingles, que tuvieron un romance de meses, pero que el joven tuvo que partir del lugar, asi que ella decidio subir al barco a escondidas para poder ver estar con su amado, sin embargo ella se subio en el barco erróneo y que fue abusada por aquellos marinos abordantes del barco, después me dijo que ese barco naufrago después de haber terminado tal atrocidad, y me ha dicho que su espíritu vaga por esta ciudad en busca de su amado, le he preguntado por el nombre de aquella chica, me ha dicho que se llamaba Silvia.

Ahora todo concuerda, ella es el espíritu de aquella chica enamorada de aquel marino, es el espíritu de aquella chica que fue abusada y que murió en un naufragio; me ha dicho que en toda su búsqueda de su amado, yo he sido el único que ha atraído su atención a pesar de no ser como el marino, yo le respondo que en verdad la amo y que quisiera estar a su lado, también le he dicho que a pesar de ser un espíritu se que su amor no es falso, pues lo he sentido con aquel beso que me dio.

Me dice que es imposible que la acompañe, que la única forma en que puedo estar con ella es estando muerto. Dice también que ahora que ella ha vuelto a encontrar la felicidad debe volver a donde ella pertenece. Le pregunto si existe alguna alternativa, contesta que si, me explica que hoy volverá a naufragar el barco para que ella pueda volver a morir y su alma abandone este lugar pues ahora ya no tiene ningún sufrimiento ni ninguna pena por la cual deba vagar en la tierra de lo vivos.

De pronto el ocaso empieza, dice que tiene que irse, agrega que me ama y que esta muy agradecida conmigo por haberla hecho la mujer mas feliz del mundo y que gracias a mi, su alma descansara en paz; la tomo de la mano y le digo que nada me haría mas feliz que morir a su lado, asi que abordo el barco con ella dispuesto a morir junto a su lado…

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