El Desorden

El misterio del caos se remonta a tiempos muy antiguos y es por medio del mito que se pretende dar el origen de un posible orden. Con el tiempo la naturaleza y la humanidad van teniendo cambio que pueden estar o no en el orden, o bien en lo que se cree que es el orden. La lógica de los fenómenos no es lineal ya que se desplaza por lo mítico, lo natural y lo científico a través de las interpretaciones. Estas interpretaciones son las que comúnmente le dan origen a los relatos explicativos del origen, los cuales siempre se desprenden del caos. Y como nadie conoció las cosas como eran antes de cómo las conocemos, pretendemos que eso era un desorden. En otras palabras el orden es lo natural a nuestra vista (por darle un nombre) y no natural es lo que nos causa extrañeza. Los mitos dejaron de tener valides oficial con las comprobaciones científica y a pesar de que la ciencia los tiende a rechazar, son el principio de toda duda.

Los mitos del pasado o bien de la tradición intentan dar una explicación total de lo que es y debe ser, se refieren al orden, revelan las señales mas sólidamente afianzadas, proponen los repertorios necesarios para orientar el estudio por el cual nuestro tiempo podría ser examinado. La actualidad toma de estos comienzos lo que la ordena y la hace portadora de trascendencias. Para otros el movimiento es lo que plantea las innovaciones del medio.

La conciencia del desorden prevalece ya que para que haya un orden primero debió haber desorden. El autor Georges Balandier a través del libro El desorden, la teoría del caos y las ciencias sociales, pretende descifrar porque el desorden no es manejable.

La ciencia se encargo de poner en extinción el mito, o ese era su objetivo, pero el mito tiene una vida duradera hasta nuestros días ya que mientras la ciencia cuestiona el mito responde. Tanto el pensamiento mítico como el pensamiento científico, son usos de la razón y tienen cierta validez. Una diferencia entre estos es que el relato científico es corregible y corregido y el relato mítico no varía, ya que mantiene sus raíces por medio de la tradición, además de mantenerse por la migración extendiéndose a diferentes territorios. A través de diferentes autores Balandier va descifrando el mito y a su vez los mitos del caos. Otra diferencia es que el relato científico está sujeto a la comprensión y comprobación, mientras que el relato mítico se impone por autoridad propia y depende la interpretación en combinación con la explicación.

Los mitos tiende a hablar acerca del comienzo de los tiempos es decir, antes de que empezara el tiempo dando lugar al famoso mito del origen; la lógica de dichos relatos es el que crea (por ejemplo Dios) y el creado (por ejemplo el hombre). Los mitos hablan con un lenguaje propio mediante el cual la sociedad se encuentra en el orden y desorden mediante la negociación y el compromiso, ya que el vivir con excesos es vivir en descontento con el creado, todo está mediado en cuanto al comportamiento. Los mitos para mantener autenticidad y a su vez el orden se sirven de signos y ritos específicos, con los que se pretende luchar y ahuyentar el desorden. En este caso y tomándolo de una manera (de alguna forma) religiosa el orden seria lo que Dios pide que haya y la maldad sería el desorden. El mito se efectúa y resplandece en el ámbito de lo sagrado y es iniciada por un poderoso practicante simbólico.

Los ritos son prácticas que se realizan organizadas en torno a los elementos míticos que representan; el rito se adentra en el simbolismo dándoles una utilidad de expresión. Éste impone lugar, tiempo y las circunstancias propicias en las que debe desarrollarse; se realiza periódicamente u ocasionalmente, dependiendo la cultura; tiene una progresión de la acción realizada; con el apoyo de los dioses contribuye al funcionamiento social; pone en movimiento el cuerpo y el espíritu. El rito remite a las prácticas que se remiten al orden y el desorden, requiere a la función imaginaria que se presenta en lo esotérico y se sirve de la música, la danza, los gestos y los actores litúrgicos, que en él participan. Gracias al rito y la participación en éste, el individuo encuentra un orden, se sitúa y progresa en él.

La tradición es la encargada de la continuidad, su relación con el pasado es lo que permite darle sentido al rito y al mito. La tradición es lo que más pesa en el cerebro de los hombres y por medio de ella la religión es la que con mayor profundidad se adentra en los individuos, además de ser la principal institución en aferrarse al orden y rechazar el desorden.

La tradición no es ni lo que parece ni lo que se dice que es, ya que actúa mediante las formas sociales y culturales, ésta se presenta mediante varias figuras y no por herencia de obligación; se encuentra al servicio de la permanencia y de las relaciones sociales; se puede interpretar de diferentes formas.

La ciencia es la encargada de quitarle el encanto al mito, rechazándolo y apartándolo hacia el pasado debido a su poca racionalidad. La ciencia triunfa y prácticamente se convierte en una religión; ésta fórmula varios interrogantes como el modo de conocer y aborda lo complejo. La ciencia actúa más con el exterior

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