El Fraude
maithh19 de Mayo de 2013
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CONTROL DEL FRAUDE
Hay quienes piensan que la "mano dura" es suficiente para manejar un negocio, pero es bueno que consideren que el control interno ayuda mucho también. El tener políticas de control interno es fundamental para la operación acertada de una empresa, sin importar el tamaño de la misma.
Es dejarle por escrito al empleado lo que tiene que hacer cuando el jefe no está, es decirle al que llega como se hacen las cosas, es ayudarle al auditor en la detección de malos manejos. Cuando no se tienen políticas de control interno es dejar al empleado deshonesto el camino libre para cometer el fraude.
El fraude en las empresas, por lo general se da cuando las políticas de control interno no existen. Habrá siempre empleados deshonestos por naturaleza, pero los hay también por tentación, y esta se da cuando se carecen de controles.
ESTRATEGIAS EFECTIVAS CONTRA EL FRAUDE
A continuación se presentan estrategias que, por su efectividad, han venido ganando importancia en la lucha contra el fraude, según la experiencia de los encuestados.
• La capacitación de los empleados: Es imperativa, especialmente en lo que se refiere al manejo de sistemas, ya que una deficiencia en esta área puede ser desastrosa.
• La denuncia de los empleados de la misma compañía o la información anónima: Ello ha llevado a la creación de líneas telefónicas (hot-lines) u oficiales d la compañía, que operan fuera del negocio.
• El intercambio de información entre compañías, ya sea por sector o por ubicación geográfica. Se debe obrar con cautela, ya que si se discute abiertamente puede implicar acciones contra la empresa por difamación.
• El diseño e implementación de políticas claras de prevención, detección e información de casos dentro de la misma compañía. Muchos fraudes se podrían evitar con la planeación y sistemas de control adecuados.
• Establecimiento de leyes sencillas contra el fraude. Los abogados defensores tienden a complicar los casos en las cortes.
• Ayudarle a la gerencia a minimizar la ocurrencia del fraude mediante el establecimiento y mantenimiento, por parte de la gerencia, de controles internos efectivos.
• Trabajar con la gerencia para desarrollar y cumplir los procedimientos de detección de fraude.
• Ayudarle a la gerencia para concientizar a los empleados de la compañía sobre las características del fraude y los pasos a seguir para informar sobre un posible fraude.
• Investigar los indicios de un posible fraude o de actividades potencialmente fraudulentas identificadas por medio de auditorías interna, sin importar si dichos fraudes están dirigidos hacia la compañía o hacia sus clientes.
• Instituir procedimientos previos de investigación del fraude.
• Administrar el plan de prevención del fraude en la compañía de conformidad con lo requisitos reglamentarios.
EL CONTROL INTERNO COMO SOLUCIÓN A LAS PRÁCTICAS FRAUDULENTAS
El control interno de los fraudes en las empresas supone una nueva especialidad a tener en cuenta como preventiva en la buena marcha de las sociedades. Las estadísticas hablan de que los delitos internos en las empresas públicas, suponen el 81%; ¡casi nada!. Pero el referido control necesariamente ha de hacerse sobre todo desde dentro de la propia sociedad y para ello, los empleados dispuestos a la denuncia del defraudador o defraudadores, habrán de disponer de garantías que le inmunicen ante las represalias de quienes también desde dentro encubren a los delincuentes.
Desde el punto de vista laboral, algunos han inventado una nueva manera de despedir fraudulentamente, y la tal manera de hacerlo no es la ordinaria y vulgar de despedir, improcedentemente, cometiendo fraude de ley en la contratación. Esta modalidad vil y "barrio bajera" impropia de personas al servicio de una sociedad del estado y propia de personas faltas del más mínimo respeto por la dignidad humana, consiste en elegir una presa y disponer su despido bajo la apariencia de un final de contratación y, en el peor de los casos, disfrazándose los hechos como de un fraude en la contratación cuya improcedencia será imputable a la empresa pública. Una actuación de este tipo, sin duda tiene su justificación en algún interés particular del delincuente o banda de delincuentes que actúan en nombre y a costa del Estado.
Así, bajo la apariencia de un despido improcedente en fraude de ley en la contratación responsabilidad de la empresa, se encuentra toda una estrategia para despedir sin justificación ninguna a un empleado o empleada, con un interés concreto de los delincuentes, quienes actúan al margen de la propia empresa, siendo encubiertos casi siempre, por los directivos de la sociedad pública que, en algunas ocasiones, consideran que la victima se ha revelado contra la empresa, con el único ánimo de causar daño a la corporación, su prepotencia no les permite advertir que lo que hace la indefensa presa es exigir sus derechos constitucionales, falsedades y mentiras, de abusos de poder y de desprecios. Ahora bien, en otras ocasiones, algunos "directivos" encubren las actuaciones delictivas por ser ellos mismos componentes activos de la banda defraudadora.
EL FRAUDE INTERNO EN LA EMPRESA
La lealtad de los empleados hacia las empresas se ha deteriorado en los últimos años y los empresarios tienen un nivel muy bajo de conciencia del problema.
Las estadísticas señalan que dentro de cualquier empresa, el fraude porcentual cometido por los empleados es el siguiente:
- 80% pueden, alguna vez, cometer algún fraude.
- 10% son plenamente fraudulentos
- 10% son totalmente honestos
La cantidad de fraudes cometidos puede estar relacionada con el nivel educativo y jerárquico de los empleados, así:
- El 60% de los fraudes son cometidos por empleados de nivel bajo y medio
- El 30% por gerentes y mandos intermedios.
- El 10% por ejecutivos de máximo nivel.
No obstante, parece ser que al cuantificar las pérdidas, se invierten los guarismos:
- Solo el 5% de las pérdidas de la empresa es causada por fraudes cometidos por empleados de nivel bajo o medio.
- El 20% son causadas por fraudes cometidos por gerentes, y,
- El 75% de las pérdidas son causadas por fraudes cometidos por sus ejecutivos.
El coste del fraude en la empresa
Según estudios realizados por la Asociación de Examinadores de Certificados de Fraude, un estudio realizado determinó que en las empresas de los EEUU el fraude causa pérdidas de 9 dólares diarios por empleado. En ese país, las empresas pierden el 6% de sus ingresos anuales debido a fraudes.
¿Cómo puede prevenirse el fraude?
El fraude en las empresas puede prevenirse, o disminuirse significativamente, tomando algunas medidas sencillas, tales como:
1. Realizar controles periódicos y sistemáticos.
2. Mantener un código de ética para prevenir fraudes.
3. Mejorar día a día el ambiente laboral positivo que evite el delito como forma de compensación de injusticias laborales, y,
4. Predicar con el ejemplo en los más altos estamentos de la organización.
Acciones preventivas
Si bien el fraude no se puede eliminar estructuralmente, se pueden minimizar sus efectos con acciones preventivas.
Hoy las empresas deben ser rentables. No hay lugar para el fracaso y si no cumplen los objetivos, los mediocres deben ser apartados de puestos de responsabilidad.
La alta rotación del personal es otra de las posibilidades del aumento de hechos fraudulentos. No hay sentimiento de "pertenencia" a la empresa.
Por último, donde exista debilidad de estructuras directivas y de control, allí se estará posibilitando la concreción de maniobras fraudulentas.
¿Cómo se descubre un fraude interno?
El fraude puede ser descubierto de diferentes modos, entre los cuales se encuentran:
- Controles internos y auditorias (55%)
- Lealtad empresarial - Informantes (20%)
- Otros mecanismos formalizados (15%)
- Detección accidental (10%)
Lo importante es entender que, poniendo en marcha los mecanismos adecuados, puede prevenirse la mayor parte del fraude.
Se considera como fraude interno
• Manipulación contable
• Obtención fraudulenta de financiación
• Aplicaciones fraudulentas de crédito
• Transacciones no autorizadas
• Apropiación indebida de activos
• Soborno y corrupción
• Blanqueo de dinero
• Robo de información
• Abuso de información privilegiada
• Fraude fiscal
• Abuso de mercado
• Espionaje a favor de los competidores
• CONTROLES ANTIFRAUDE.
El estudio ha puesto de manifiesto que las organizaciones que no conocen el riesgo del fraude inherente a sus actividades de negocio, no pueden desarrollar controles antifraude para combatirlo. Por ello, las evaluaciones frecuentes de riesgo de fraude resultan esenciales para identificar las amenazas potenciales y las debilidades en los controles.
Un sistema de evaluación frecuente del riesgo obliga a las empresas a buscar el fraude, y les da la agilidad necesaria para encontrarlo, aún cuando sabemos que este riesgo no es estático, sino que va cambiando en el tiempo por el influjo de las circunstancias.
La evaluación sistemática y la interposición de controles requieren una planificación del trabajo en fases:
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