El Reencuentro.

I

Todo oscuro pero fuerte. Comencé a sentir a mi alrededor pero todo era sólido, supongo que paredes. Necesito salir, este olor me va a matar. Me voy a volver loco si me quedo encerrado aquí. No puedo estar muerto porque no podría ser tan real lo que siento.

Cada mañana me levanto sola, no sé qué más pensar, como vivir ni que sentir. La vida ha sido algo dura conmigo. Estoy cansada, no pasa día que no piense en él. Diego me hace falta y ya quiero justicia. Necesito saber que pasó.

Traté de gritar y pedir ayuda pero no pude, mi boca estaba sellada. Tampoco podía parpadear, mis ojos también estaban sellados. Ya estoy a punto de volverme loco, no lo aguanto más. Es como si estuviese muerto. Pero claro, eso no puede ser, yo no estoy muerto porque soy demasiado afortunado.

Mis días pasan y cada vez soy más miserable. Es que no puedo vivir sin él. ¿Por qué la policía aún no sabe nada? Ya pasó un mes, se supone que tengan alguna noticia. Necesito pasar esa página y saber de veras que paso. Quiero continuar mi vida.

Ya lo voy a aceptar, mi vida se acabó. Solo espero que mi esposa tranquila logre hacer lo que tenía planeado con su carrera no quiero que fracase por mi culpa. Quiero que sea feliz.

Alguien tocó la puerta la puerta y corrí a ver quién era. Por mi sorpresa era la policía. Aquel hombre me miró fijamente y me explico que no creían que estaba muerto pero que sus pistas señalaban lo contrario. Llena de sufrimiento me senté a llorar y el solo me miro.

Esto es un mal sueño, necesito pensar en Mónica para ganar fuerzas y así salir de aquí. Lamentablemente no funciono, perdí mi tiempo y mi energía. Pero ya me cansé, si es mi tiempo de morir es mi tiempo y no hay nada que pueda hacer.

No sé si soñaba pero me dijo que mi esposo estaba muerto. No lo puedo creer, no lo quiero creer. Mi vida es un desastre, cuando pensé que lo tenía todo, lo perdí todo. El dinero no me dejo nada, un esposo muerto y muchas deudas.

II

Un mes de investigación más tarde decidieron dar a Diego por muerto. Las noticias fueron dadas y esta quedo devastada y en grandes deudas.

***

Escuche un ruido a mí alrededor. De repente sentí la presencia de alguien detrás de mí que me quito las vendas de los ojos y la boca. Era mi mejor amigo Eduardo, me quede sin palabras y al mirarme fijo recordó nuestro plan.

Ya lo daba por muerto, no lo volvería a ver. Después de todos los gastos que tuve gracias a su muerte, note que mis cuentas bancarias estaban perdiendo dinero poco a poco, dinero que yo ahorraba. No entendía lo que ocurría con mi dinero así que decidí ir al banco.

Poco a poco fui vaciando las cuentas bancarias e hice lo posible para que no se diera cuenta. Use el dinero para irme del país, necesitaba irme lejos así que decidí darle un giro a mi vida e irme a vivir a Puerto Rico. Era un gran cambio pero era justamente lo que quería, estaba cansado de mi vida.

En el banco no me dieron mucha información pero si me dijeron que la cuenta cada día tenía menos y que hoy había sido completamente limpiada. El dinero había sido removido, mas las únicas personas con acceso a ella éramos mi esposo y yo. No tengo ni idea de que pueda estar pasando o de quien pudo haber sido, no es lógico.

Le pedí a Eduardo a que estuviese pendiente de Mónica y que se mantuviera en contacto. La última vez que me contacto me dijo que ella había dado cuenta de la falta de dinero en su cuenta y que

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