El Rio Medellin

Políticos y gestores urbanos de Río de Janeiro buscaron la inspiración en Medellín para cambiar la cara de las favelas. Transformar barrios símbolos de violencia, en barrios símbolos de la integración social.

La gran operación militar desplegada en esa ciudad el pasado mes de noviembre tenía un objetivo claro: recuperar más de 200 zonas abandonadas por el Estado brasileño y en las que los narcotraficantes ejercían su ley, para mostrar un nuevo Brasil de cara al Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Este proyecto se ha venido gestando con ideas como la instalación de un teleférico basado en la tecnología del metrocable paisa y la implementación de una sólida política de seguridad estudiada por más de 20 comandantes de Policía de ese país que visitaron a Medellín el mes pasado en el marco del convenio de cooperación en seguridad, cultura y urbanismo.

Marco Aurélio Morais, jefe de cooperación internacional de la subsecretaria de Relaciones Internacionales del Estado de Río de Janeiro, explicó que la delegación estuvo compuesta por 22 personas representando a la secretaria del Estado y la Policía Militar. Esta delegación visitó a Medellín para observar los proyectos de seguridad pública y urbanismo.

"Tuvimos la oportunidad de conocer dos comunas: Santo Domingo y la comuna 13. En Santo Domingo visitamos la interconexión entre el metro y el metrocable. Visitamos también la Biblioteca Parque España y nos quedamos muy impresionados".

"Las soluciones que fueron utilizadas allí, inspiraron a los comandantes a hacer lo mismo, con las debidas particularidades, en sus propias favelas", agregó Morais.

El jefe del área de operación de cable del Metro de Medellín, Ricardo Cano Domínguez, indicó que cuando él ha viajado a Río percibe un cambio positivo en estas comunidades marginales, en lo que tiene que ver con nuevas vías, la construcción de colegios y la implementación de un completo sistema de transporte.

"A ellos no les gusta que se hable de favelas, prefieren que los traten de comunidades. Quieren dejar atrás esa situación, similar a la que padeció Medellín en épocas pasadas", explicó.

"El tema de seguridad va a colaborar con un mayor desarrollo. El teleférico entraría en funcionamiento a finales de marzo o comienzos de abril", dijo.

La idea de las autoridades brasileñas, es que a través de esta nueva reestructuración, los habitantes de aquellos barrios marginados sean parte del proceso de renovación desde las oportunidades de empleo que allí se generen.

La mayoría de moradores de estos barrios coincide en que para cambiar la cara de estas favelas es necesario que las fuerzas de seguridad hagan presencia permanente para que los grupos de delincuencia común y narcotraficantes no retomen el control. Asimismo, que se les organice el cableado eléctrico, que haya un proceso eficaz en la recolección de las basuras y se canalicen las aguas negras, un problema que favorece la proliferación de enfermedades.

Sergio Magalhaes, presidente del Instituto de Arquitectos de Brasil, indicó que todos los estamentos están comprometidos con el reto y están dispuestos a pensar y proponer mejoras en las condiciones de vida y vivienda para los ciudadanos.

Mientras que Jorge Bittar, secretario municipal de la Vivienda en Río, explicó que tras la acción de las Fuerzas Militares, se hizo un balance de las condiciones sociales, económicas y culturales que llevaron al problema actual, no solo de la violencia, sino también de la vivienda.

Según datos oficiales, entre enero y septiembre de 2010 se cometieron 3.226 asesinatos en Río, situación de la que están cansados las millones de personas que viven en esa ciudad.

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