El Sexo En El Siglo XXI

Introducción:

Mi tema central es “El sexo en el siglo XXI" y me voy a enfocar en cómo es que nuestro tipo de economía capitalista; que se basa en el consumismo; y el nacimiento del posmodernismo repercute en el sexo. Con esto voy a crear mi hipótesis que es que estando en esta era de posmodernismo nos concentramos en el consumismo, en esta mentalidad hedonista que ha estado surgiendo afecta la forma en la que vemos todo y una de estas cosas es el sexo, siento que ya se ha llegado a una era donde el sexo es un producto mas y esta misma era posmoderna impulsa mas este tipo de pensamiento, esta modernidad ha vendido una idea de la sexualidad muy parecida a la de un producto de consumo con el que cada cual busca satisfacerse individualmente a costa del otro.

Desarrollo:

La palabra consumo proviene del latín: "Cosumere" que significa gastar, destruir. Los productos o servicios que consumimos se crean con el fin de satisfacer las necesidades primarias o secundarias de las personas. O por lo menos esta es la teoría. Pero, desde nuestra observación de la realidad, podemos ver que muchas veces el producto se adelanta a la necesidad y la genera. El consumo en sí mismo es necesario para la vida, para nuestra subsistencia. ¿Pero qué pasa cuando se exceden ciertos límites y caemos en el exceso, el consumismo?

Generalmente, asociamos este concepto a la adquisición indiscriminada de objetos o servicios, pero, el tema es que muchas veces transformamos diversas situaciones de la vida e incluso, nuestra afectividad, en objeto de consumo. Hoy día es fácil confundir libertad sexual con consumismo sexual. Podemos observar cómo la sexualidad se convierte en un producto a consumir y, con ello, se trata de dar respuesta a una necesidad que no está clara. En ocasiones, cuando oímos relatos sobre vivencias sexuales, observamos que la persona no tiene muy claro el objetivo de dicha actividad. La conquista, más que ofrecer el placer del juego sexual, parece cumplir con la finalidad de poseer cosas, y cuantas más mejor. Pero, no con un fin placentero, elegido y meditado libre y críticamente, sino más bien como quien no puede dejar de consumir un producto ya que este no lo sacia nunca.

Hasta hace no muchos años, el único objetivo del sexo era la reproducción. Sin embargo, el paso del tiempo lo ha hecho convertirse en una práctica corriente donde el principal objetivo es la búsqueda de placer. La modernidad ha vendido una idea de la sexualidad muy parecida a la de un producto de consumo con el que cada cual busca satisfacerse individualmente a costa del otro.

Según Jorge Llano en su articulo “La desconexión del amor:¿El sexo es ahora un producto de consumo?”, el sexo es una de las conductas humanas más manipuladas por la cultura. A lo largo de la historia nuestra sexualidad ha experimentado un sinnúmero de cambios ligados a la época, el lugar, los momentos y las creencias religiosas y morales. En nuestra cultura actual vivimos una profunda transformación de la intimidad, ligada a los cambios que experimentamos como sociedad.

Seguramente la mayoría de las personas de nuestro siglo tengan dificultades ya que las prácticas sexuales se han convertido en algo normal que no tienen por qué ser llevadas a cabo únicamente dentro del matrimonio. Nuestras costumbres, maneras, visión, enfoque de todo el tema que lo rodea han cambiado con los años. Lo que antes estaba mal, ahora se ve con otros ojos. Anticonceptivos, Internet y, sobre todo, un cambio de mentalidad, han eliminado casi por completo el tabú del sexo.

Tenemos una sociedad cada ves mas hedonista que solo esta en busca de placer y hemos pasado de un extremo de donde antes el placer o la busca del placer era mal visto o se pensaba que era pecado y con el paso del tiempo lo ha hecho convertirse en una práctica corriente. Y esto pasa porque nuestra misma forma de vivir influye bastante ya que hemos ingresado a una edad de consumo donde importa mas la cantidad que la calidad, y esto se transmite exactamente al sexo del siglo XXI, la idea es que entre mas mejor y se pierde esos componentes de la sexualidad como lo es la sensualidad, como el erotismo tierno y los afectos como el deseo, la atracción, el enamoramiento, del apego y se a encontrado en una etapa de ruptura en busca de un equilibrio que no se ha encontrado.

Javier Duque dice en su publicación en el periódico multicultural “The Prisma” que otro de los cambios sexuales originados es el adelanto en la iniciación del

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