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El Sistema Productivo


Enviado por   •  17 de Enero de 2012  •  6.890 Palabras (28 Páginas)  •  828 Visitas

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EL SISTEMA PRODUCTIVO: EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Para hacer una revisión de la evolución de que han sido objeto los aspectos productivos durante el último siglo, tomaremos como referencia el sector de la industria automovilística por dos motivos: el primer motivo es que durante este periodo ha sido el sector industrial por excelencia, al ser la mayor actividad manufacturera del mundo durante los últimos cincuenta años. También nos parece acertado por la diversidad de sus procesos productivos, ya que en el sector automoción coinciden procesos de disciplinas tan diversas como la mecánica, la electrónica, la electricidad y la hidráulica, entre otras. La complejidad de coordinar todos los procesos para que acaben generando un automóvil en los plazos y costes actuales justifica que sea tratado con detenimiento.

Además, la industria automovilística ha sido pionera en implantar cambios fundamentales en los procesos industriales durante los últimos años. Después de haber generado ya, tras la Primera Guerra Mundial, las ideas principales de la producción en masa, es ahora un referente en el sistema de producción ajustada para el resto de sectores.

Después de la Primera Guerra Mundial, Frederic W. Taylor (autor del libro The principles of scientific management), Henry Ford (Presidente de la Ford Motor Company) y Alfred Sloan (Presidente de General Motors) sacaron al mundo de la producción artesana y lo introdujeron en la era de la producción en masa. No fue hasta los años 70, que el mundo reconoció un sistema genuino de producción originado de Japón (no sin antes mostrar sus dudas sobre el mismo). Después de la Segunda Guerra Mundial, Eiji Toyoda y Taiichi Ohno, de la Toyota Motor Company, habían creado una nueva forma de producir que denominaremos producción ajustada.

En la actualidad resulta habitual escuchar a empresarios que afirman que su sector de actividad se enfrenta a una crisis de sobredimensionamiento y a un exceso de capacidad de producción. Esta idea es, en ocasiones, inadecuada, puesto que los mercados tienen una avidez desmesurada de productos y servicios (solo es necesaria una pequeña reflexión al fijarnos en el número de corbatas que tenemos en nuestros armarios, la cantidad de electrodomésticos y aparatos electrónicos que encontramos en nuestros hogares, o el crecimiento y sofisticación de sectores como el ocio y el turismo, que ahora incluyen, como novedad, viajes espaciales). El problema debe buscarse en la creciente sofisticación de la demanda, debido al aumento constante de la capacidad adquisitiva de los consumidores, consecuencia del crecimiento general de las economías nacionales. En la actualidad, los posibles compradores no desean productos estandarizados, desean mayores prestaciones, calidad absoluta, personalización, rapidez de respuesta y servicios adicionales no imaginados hasta el momento. Y todo esto sin un aumento en el precio final o, a ser posible, a un precio cada vez menor. Debemos concluir que nuestro reto radica en ofrecerles todo esto mediante la implantación de un modo de producir mejor.

La producción ajustada parece ser la metodología más acertada en estos momentos, y resultará habitual compararla con la producción artesana y la producción en masa durante distintos pasajes de esta obra.

Las características de la producción artesana son que emplea a trabajadores muy cualificados y herramientas sencillas, aunque flexibles, para hacer exactamente lo que le pide el cliente. El resultado es la creación de una pieza única o casi única cada vez. Un traje hecho a medida, una pintura o una escultura son ejemplos de trabajos de artesanía. Al mercado actual le parece atractiva esta idea de distinción, pero el problema que plantea es obvio, los bienes producidos por el método artesano son excesivamente caros para que nos sintamos interesados por ellos. Los coches producidos antes de los años 1920 se producían siguiendo métodos artesanos y eran claramente exclusivos. En un sistema de producción en masa se emplea a profesionales cualificados para el diseño de productos y procesos, y se emplea a trabajadores no cualificados o semicualificados para manipular máquinas caras y poco flexibles. Se producen enormes cantidades de productos completamente idénticos entre sí. Puesto que la maquinaria es costosa y tolera mal las interrupciones, el productor añade todas las facilidades posibles para asegurarse que no haya interrupciones, como por ejemplo stocks al inicio del proceso, stocks intermedios, espacios extras y holgura en los otros recursos. Como el tiempo invertido en el cambio de serie es considerable, dada la complejidad de la maquinaria y de su ajuste, el productor intenta minimizar los cambios de serie y produce en grandes lotes productos estándar. El consumidor obtiene una reducción notable en el precio, pero a expensas de la variedad. La producción en masa se basa en el principio de la creación de economías de escala.

Un sistema de producción ajustada intenta combinar las ventajas de la producción en masa y de la artesana. Se basa en el principio de la eliminación de las ineficiencias del sistema productivo, a las ineficiencias se las considera despilfarro de recursos que no aportan valor al producto, pero en cambio consumen recursos escasos. La producción ajustada debe su nombre a que se persigue el máximo aprovechamiento de los recursos, evitando ciertos despilfarros generados en la producción en masa. El propósito de la producción ajustada es obtener los mismos productos con la mitad del esfuerzo humano, la mitad del espacio, la mitad de la inversión en maquinaria y la mitad de horas de diseño e ingeniería para desarrollar un nuevo producto. También requiere mantener menos de la mitad de las existencias, fabrica con menos defectos y produce una variedad de productos mayor.

1.1.1. De la producción artesana a la producción en masa (taylorismo y fordismo)

Hacia los principios de 1890, la firma P& L (Panhard y Levassor) fabricante de máquinas herramientas se reunió con Gottlieb Daimler (fundador de la compañía que fabrica actualmente el Mercedes Benz) para diseñar el estándar Sistema Panhard. Un ingenio de gasolina de alta velocidad (alcanzaba el límite legal de 12 millas por hora), con el motor delante, los pasajeros en filas detrás, y con tracción en las ruedas traseras.

Los trabajadores de P& L eran artesanos cualificados que construían a mano, cuidadosamente, coches en pequeñas cantidades. Estos trabajadores conocían perfectamente los principios del diseño mecánico y los materiales con que trabajaban. Muchos de ellos trabajaban como contratistas independientes a quienes la compañía contrataba partes o componentes específicos.

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