ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El buen arte de La preparación de la clase.


Enviado por   •  9 de Marzo de 2016  •  Ensayos  •  736 Palabras (3 Páginas)  •  938 Visitas

Página 1 de 3

Roth, Heinrich (1970). El buen arte de La preparación de la clase. En; Revista Educación  Vol 1. Editada por el Instituto de colaboración científica, Alemania.

Esto no es un resumen….

  1. En lo académico-disciplinar. El maestro tiene que dominar el tema que enseña. ¿Qué significa dominar? De ninguna manera es asimilación, se trata de una relación individual, personal y viviente con el bien cultural, de una relación íntima entre el maestro y el contenido que va a ser  tratado, ¿cómo encuentra el maestro esa relación con el bien cultural?, esa relación es fruto de una larga e íntima relación con el tema o disciplina, el maestro tiene que ir a las obras originales, tiene que consultar los clásicos de la materia, el maestro ha de ser  un buscador, un indagador y deberá reconocer qué es lo que debe ser enseñado según el contexto sociocultural.

  1. En lo pedagógico.  Es la consideración pedagógica del objeto que va a ser enseñado, aquí la pregunta no es por el contenido, sino ¿qué es lo formativo del contenido que va a ser enseñado?  Lo formativo es aquello que conduce a un experimentar valores, aquello que crea necesidades espirituales, que espiritualiza las fuerzas vitales, que forma sentimientos, que despierta la cultura, que transforma, moraliza y espiritualiza. Descubrir el contenido pedagógico del bien cultural,  tiene que ver con la pregunta por lo humano, ¿en qué medida el contenido tiene algo de significativo y formativo para el estudiante? ¿Cómo el contenido puede generar una experiencia de trans(formación)? Exige un maestro que enseñe menos y un educando que aprenda más, un educando que explore el aprendizaje como capacidad humana. Para acercarse a esta propuesta, el educador debe romper los paradigmas de educación que privilegian la razón instrumental de crear un sujeto funcional y útil para la sociedad y reconocer la capacidad formativa del ser humano.
  1. En lo antropológico. Exige del maestro un conocimiento del otro, saber de los estudiantes, ¿qué significa conocer a los estudiantes? Reconocerlos como individuos, reconocer la condición de ser humano,  y sus capacidades, su carácter personal, su grado de desarrollo y su madurez, saber de la procedencia, de sus características sociales, económicas, reconocer las singularidades y reconocer las diferencias. Exige apartarse de la instrucción e integrar la perspectiva del ciclo vital humano: ser niño, joven, adolescente, adulto, hombre, mujer.  La consideración por la autonomía y la dignidad del educando son imperativos éticos que se reflejan en el respeto a la curiosidad, al gusto estético del estudiante, a su lenguaje, su inquietud, sus propósitos, sus motivaciones y sus interpretaciones.  Por ello, cuando el educador subvalora o subestima al educando o, esquiva el deber de ponerle límites a su libertad o el deber de enseñar, realiza procesos transgresionales el significado del ser docente, es decir, vulnera el sentido de ser mediador de la humanización de éste.
  1.  En el proceder de la praxis educativa. Entender el acto de enseñanza como un acto creativo. La consideración metódica de lo que se enseña es irrepetible, ha de ser considerado como algo desconocido para pensarlo como algo nuevo y dar lugar a lo imprevisto ¿Cómo convierto el contenido en una necesidad que tenga un interés vital para el estudiante, de modo que éste lo relacione con la vida y aún fuera de la escuela? Esta es una consideración metódica  que exige sacar a la luz puntos de contacto entre el conocimiento y la vida. El contenido que se enseña aparece como ayuda, respuesta, efecto, obra, en resumen, como algo que genera una experiencia formativa. Implica crear las condiciones en la que es posible acercarse a los verdaderos aprendizajes, relacionados con aprender a pensar críticamente. Con esto, la educación deja de ser adiestramiento y el conocimiento se convierte en un acto de creación que requiere de un maestro apasionado, recursivo, innovador, inquieto, creativo y persistente.
  1. En una práctica reflexiva. ¿Hasta dónde se puede también planear previamente el transcurso de una hora de clase individual, tengo que ceñirme a un plan? Renunciar “al plan” es asumir una actitud investigativa, habitar la incertidumbre, lo “desconocido”. La meta no es la memorización sino aprender a analizar, discernir, pensar y resolver problemas de diferentes maneras. El maestro ha de ser capaz de pensar una educación que privilegie la búsqueda, la incertidumbre y la inquietud por cuestionar aquellas certezas milenarias que se transmiten y se repiten mecánicamente de acuerdo con lo planeado.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.6 Kb)   pdf (82.3 Kb)   docx (10.2 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com