El matrimonio

Introducción

En Roma existieron diversas instituciones que creaban una dependencia entre un alieni iuris con un sui iuris, este tipo de relaciones estaban conforme a las reglas del derecho civil rumano.

El matrimonio representa una de estas instituciones entre la unión conyugal del hombre y la mujer con el fin de procrear hijos. El matrimonio solo se daba cuando cumplían ciertas condiciones como la edad adecuada, consentimiento de los contrayentes y del patermilias así como la actitud legal para contraer el matrimonio. El matrimonio concedía ciertas facultades a la mujer, pero esto dependía de la forma en la que se celebrara. Es importante mencionar como la institución del matrimonio tenía en cuenta a los hijos legítimos, a los castigos y las formas de disolución del mismo.

Matrimonio.

El matrimonio es la unión conyugal llevada a cabo conforme a las reglas del derecho civil romano, el matrimonio recibe el nombre de istae nuptiae o istum matrimonium.

En Roma todo está de acuerdo a intereses religiosos y políticos, el matrimonio se hacía con el fin de la procreación de hijos.

El matrimonio está constituido por dos elementos: el objetivo consiste en la convivencia del hombre y la mujer y el subjetivo que consiste en la intención de los contrayentes de considerarse recíprocamente como marido y mujer, elemento que se llama honor maritalis, el cual se exterioriza por el honor matrimonii, el trato que los esposos se dispensan en público, muy especialmente en el que el marido da a la mujer, la cual comparte el rango social y la dignidad de esposa.

De igual forma en el matrimonio se consideran hijos legítimos a aquellos hijos nacidos después de 180 días desde la celebración del matrimonio, o bien dentro de los 300 días desde la terminación del matrimonio. Los hijos nacidos dentro de estos plazos señalados quedarían bajo la patria potestad del padre, todas las obligaciones y derechos.

Los esponsales

La propuesta de las futuras nupcias se conoce como esponsales donde, los futuros conyugues o los padres se comprometían a realizar la celebración del matrimonio. Existen condiciones para realizar la celebración del matrimonio las cuales son:

• Pubertad de los futuros esposos

• Consentimiento de los esposos,

• Consentimiento del jefe de la familia,

• Conubium.

Pubertad de los futuros esposos.

En este punto se recalca el requisito que beberían tener ambos conyugues para cumplir con la edad en donde se consideraba que sus facultades físicas estén suficientemente desarrolladas para que les permitan realizar el matrimonio, esto es lo que viene siendo, la capacidad de procreación de hijos.

Un dato importante que consideraban los romanos era el momento en que los menores llegan en la pubertad, esto es para ellos algo muy importante, la pubertad para la mujeres se consideraba a los doce años y para los hombres a los catorce años; pero en el caso del hombre, el hecho de llegar en la pubertad, se consideraba algo muy importante en donde celebraban con actos sociales, esta celebración duraba toda la época del año en que se realizaban la fiestas al honor del dios Baco, lo que le permitían vestirse por primera vez con la toga viril, un gran logro para los pubertos..

Consentimiento de los esposos.

Como en la actualidad, los esposos deben expresar libremente su consentimiento, en Roma no había manera de comprobarlo, ya que la autoridad absoluta era la paterna por lo que se le podía obligar a los hijos a contraer matrimonio. Ya en la época del Imperio, era indispensable que este requisito fuese cumplido, por lo que la decisión era independiente de la voluntad paterna.

Consentimiento del jefe de familia.

Cuando los hijos vivían bajo la autoridad de la familia, debían de tener el consentimiento del paterfamilias, al contrario de quienes se casaban en sui iuris, quienes no necesitaban el consentimiento de nadie.

En la época del Imperio, los conyugues podían pedir a un magistrado que presionara a los padres en caso de que este negase el consentimiento a los conyugues y si aun así no daba el consentimiento, el magistrado podía actuar como la figura de paterfamilias y dar su consentimiento para que pudieran contraer matrimonio.

Asi como en Roma, el consentimiento de los próximos a contraer matrimonio es un requisito para poder llevar a cabo la ceremonia, en la actualidad ya no se necesita el consentimiento de los padres a menos de que sean menores de edad los próximos a casarse, si dicha pareja cumple la mayoría de edad es innecesaria la aprobación de los padres, sin embargo se le llama un requisito de carácter psicológico, ya que por tradición se debe de tener dicho consentimiento para poder tener un matrimonio “tranquilo” y que la pareja este en armonía con la familia.

Conubium

Es la aptitud para contraer matrimonio, todos los romanos gozaban de este derecho excepto los peregrinos, los únicos

...