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El mito de la sirenita


Enviado por   •  12 de Febrero de 2015  •  Síntesis  •  2.420 Palabras (10 Páginas)  •  374 Visitas

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MITOS

El mito de la sirenita

En la mitología griega, las sirenas eran criaturas fabulosas mitad mujer y mitad pájaro, parecidas a las arpías. Eran hijas del dios río Aqueloo y de una musa que puede ser: Melpómene (tragedia), Terpsícope (danza) o Estérope (poesía). El número de estas criaturas es variable, pueden ser tres, cinco u ocho.

Las sirenas eran compañeras de Perséfone y cuando Hades la raptó, no pudieron salvarla y la diosa Deméter (madre de Perséfone), las convirtió en criaturas híbridas como venganza.

Estas criaturas vivían en la isla de Artemisa, tenían forma de mujer de la cabeza a la cintura y la parte inferior, era una cola de pescado. Su canto melodioso como el de un ave, atraía a los marineros anunciándoles los placeres del mundo subterráneo engañosamente, para hacerlos zozobrar y poder comer sus cuerpos.

En la Odisea, cuenta Homero que cuando el barco de Odiseo (Ulises) pasó frente a la isla de las sirenas, hizo que la tripulación sellara sus oídos con cera, para que no escucharan el canto de las criaturas. Pero Odiseo tenía gran curiosidad por oír su voz, para lo que ideó un plan, se hizo atar al mástil del barco y exigió que no le permitieran soltarse, sin importar lo que pasara. Ante el fracaso sufrido, las sirenas se lanzaron al mar y murieron ahogadas.

Fuera de la ficción, tenemos testimonios de navegantes que afirman haberse encontrado con estos seres mitológicos, entre ellos, Cristóbal Colón, quien testimonia en un escrito de 1493, que había visto una sirena frente a las costas de lo que actualmente es la Florida. En su testimonio comenta que las sirenas no son tan hermosas como cuenta la mitología y que sus rostros tenían formas de hombre.

El explorador John Smith declaró haber visto a uno de estos seres cuando se sumergía en las aguas del mar Caribe y que tenía el cabello largo de color verde y que era atractiva, tanto como para cautivar a cualquier hombre.

El mito de las moiras

Las Moiras son la personificación del destino, pertenecen a la mitología griega y su equivalente romano son las Parcas.

En principio, cada ser humano tenía su Moira o destino, pero este concepto evoluciona y luego de las obras de Homero, “La Ilíada” y “La Odisea”, se adopta el concepto de las tres hermanas. Siendo la personificación del destino, tienen como función, regular la vida de todo mortal, asignándole suertes y desgracias.

En algunas versiones, las Moiras serían hijas de Zeus y Temis, pero en otras, son hijas de Nix, la Noche, diosa que tenía la capacidad de engendrar por sí sola.

Las Moiras son tres hermanas: Cloto (la más joven, la que hila), Láquesis (la del medio, la que teje el destino) y Átropos (la más vieja, la que corta los hilos).

Estas deidades deben asegurarse de que el destino se cumpla según lo planeado, incluso el destino de los dioses. Ellas asisten al nacimiento de cada persona, hilan su destino y luego predicen su futuro.

Una de las representaciones más extendida de estas deidades las personifica como tres mujeres de aspecto severo, a Cloto se la presenta con una rueca, a Láquesis con una pluma y a Átropos con una balanza.

Originariamente, estas deidades se asociaban con el nacimiento, ya que era en ese momento, que se decidían los acontecimientos de la vida y el momento de la muerte.

Con el tiempo, el mito evolucionó al de las tres hermanas, donde el destino era determinado por un hilo de lana blanca o dorada, que marcaba los momentos de felicidad, o uno de lana negra que marcaba los momentos de dolor. Cloto es quien preside los nacimientos llevando un ovillo de lana con el que hila el destino de los hombres. Su hermana Láquesis, enrolla el hilo en un carrete con el que dirige el curso de la vida, y la anciana Átropos, toma el carrete con el hilo de la vida y lo corta con sus tijeras de oro, y su decisión debe ser acatada.

Su equivalente romano son las Parcas: Nona, Décima y Morta.

El mito de Aracne

Como en la mayoria de los mitos y leyendas, el protagonista tiene una cualidad especial. En este caso, Aracne era la hija de Imdón, un tintorero. La joven era una de las mejores tejedoras de Grecia. Hasta las ninfas del bosque acudían para admirar sus trabajos, su prestigio era enorme, tanto, que todos creían que Atenea la había dotado con tales dones. Pues la diosa de la sabiduría, era la patrona de los artesanos.

Los bordados de Aracne eran maravillosos, pero la hermosa joven tenía una gran vanidad, constantemente se ufanaba de ser la mejor tejedora del mundo.

Un buen día, la muchacha terminó por compararse con la propia Atenea y comenzó a lanzarle desafíos, invitándola a participar en un concurso, para dilucidar cuál de las dos era mejor.

La diosa bajó desde el Olimpo a la Tierra para aceptar el reto y así darle una lección. Debido a los comentarios de Aracne, la diosa se le presentó con aspecto de anciana, para advertirle sobre su conducta y lograr un trato más digno. Pero la muchacha no hizo caso, ignoró todos los consejos de la anciana y la insultó. Ante semejante comportamiento, la diosa se mostró ante la joven y la competencia comenzó.

El concurso comenzó, Aracne y Atenea tejieron durante todo el día. El tejido de Atenea representaba a los dioses en todo su esplendor, donde mostraba, a modo de ejemplo, episodios de las derrotas de los mortales que desafiaban a los dioses. Pero la tela de Aracne, en cambio, mostraba a los dioses como unos viciosos e inmorales. Esto ofendió profundamente a la diosa, la que rompió la tela de la joven.

Aracne se sintió humillada por el comportamiento de la diosa, y herida en su orgullo intentó quitarse la vida colgándose de una viga del techo. Palas Atenea le salvó la vida, pero como castigo por su conducta, la convirtió en araña y la condenó a tejer hasta el confín de los tiempos.

Los 4 dragones

Este es el mito de los 4 dragones, se dice que hace mucho tiempo pero mucho tiempo cuando no existían los lagos y ríos, los únicos que habitaban eran 4 dragones,un dragón Amarillo, uno de color negro, y uno de color perlado y…

Hasta que un día los cuatro dragones volaron desde el mar hasta el cielo y con las nubes jugaron.

Existía una anciana abajo en la tierra que rezaba al cielo para que cayera agua para sus cultivos. Los cuatro dragones se dieron cuenta de las

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