El papel de la globalización de la educación de acuerdo con las necesidades del país y del mundo

El mundo actual se encuentra en constante cambio en todos los ámbitos, tanto económico, político y social, propiciando un desequilibrio en la humanidad, indudablemente una de la principales soluciones a dicho desorden es la educación, la cual debe responder a las demandas contemporáneas.

Acertadamente Morín menciona que la educación debe contribuir a la construcción de un futuro sustentable, que los niños desarrollen habilidades, destrezas, actitudes, conocimientos y valores que les permitan desenvolverse y actuar en contextos diversos que se les presenten.

Sustentado en las ciencias sociales y humanidades, las cuales formen a los individuos con competencias cívicas y éticas, con pensamientos reflexivos y abiertos, que propicien una sociedad armónica, una buena democracia, la práctica de valores y actitudes de cooperación.

Ahondando un poco más en el aspecto de los valores y actitudes, cabe señalar que las personas que son inmersas en ambientes donde se practican valores y están en contacto con experiencias en las humanidades, responden de manea más reflexiva y empática ante situaciones.

Por tanto la educación juega un papel determinante para lograr un cambio positivo en la humanidad, en su actuar y pensar es decir que la preparación que se dé actualmente no solo sirva para los retos actuales.

La globalización nos impulsa a crecer en función de las necesidades del país y de las necesidades mundiales, a estar a la altura de lo que actualmente demanda la sociedad, el cuidado generalizado del planeta, el cuidado del medio ambiente, el cuidado de la salud.

Debemos fomentar una cultura científica que posibilite un desarrollo sustentable, un conocimiento especifico de los diferentes campos de la ciencia y del entorno social, un aprovechamiento de la energía permanente en este caso la energía solar con el fin de evitar la contaminación a nuestro medio ambiente, para prevenir los desastres naturales, las epidemias y para abatir la desigualdad, la inseguridad, la violencia desmedida que nos conduce a un encierro si continuamos utilizando metodologías del pasado.

En este constante avance científico no se debe olvidar, que ante todo se requiere proteger y asegurar la supervivencia humana, por tanto, los avances tecnológicos deberán encausarse protegiendo al hombre en su espacio, en su salud, en su medio, en su progreso sin contaminación.

A través de la educación debemos promover la libertad, la equidad, la felicidad, hacer que nuestros alumnos amen la vida, cuiden su medio ambiente, su salud, promover la seguridad, la confianza en nuestros niños, de tal forma que sean pequeños capaces de decidir por sí mismos, pero decidir para su beneficio sin perjuicio a sus semejantes, decidir de manera informada.

Que los alumnos de hoy elaboren su proyecto de vida, que sepan a donde van y que es lo que quieren alcanzar con sus acciones, de tal forma que su actuar se encauce al logro de sus metas.

Como docentes es necesario que formemos alumnos con una cultura científica, tecnológica y humanística para hacer de la vida diaria de los mismos, un espacio de libertad, de democracia, que los alumnos aprendan a convivir, a compartir, a cooperar, a dialogar, a confrontar, negociar, discutir y como consecuencia lo más importante que es decidir.

La cuestión de educar en competencias básicas para la vida remite a delimitar la cultura básica común que precisarán los ciudadanos en este nuevo siglo; es decir, aquellas competencias clave o básicas que todo estudiante deberá dominar al término de la escolaridad obligatoria, de modo que le permita proseguir los estudios, recibir una formación profesional e integrarse socialmente sin riesgo de exclusión.

Se replantea, de este modo, el currículum de la escolaridad obligatoria en la perspectiva de adquirir aquellas competencias necesarias para la vida, dentro de un aprendizaje a lo largo de la vida.

En todo el mundo cada vez son más altos los niveles educativos requeridos a hombres y mujeres para participar en la sociedad y resolver problemas de carácter práctico. En este contexto es necesaria una educación básica que contribuya al desarrollo de competencias amplias para mejorar la manera de vivir

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