El relato de la historia grande de la institución Panamericana: "Zamorano: Afrontando el reto de la América Tropical”

Zamorano

Zamorano es reconocido desde su fundación por su filosofía del Aprender Haciendo y la formación integral de sus estudiantes. Su riqueza natural, gran infraestructura y personal especializado le dan los medios y el ambiente para una educación de primera calidad.

La selección de la propiedad por el Dr. Popenoe en 1941 resultó excelente. Su elevación, entre 800 y 2,000 metros, hace el campus un sitio agradable para vivir, estudiar, producir e investigar. El campus tiene una adecuada reserva de agua disponible para uso doméstico e industrial, proveniente de nacimientos situados en las partes más altas de la propiedad. La Reserva Biológica del Uyuca, además de ser fuente principal del vital líquido, es también un extraordinario recurso de aprendizaje, investigación y proyección en temas ambientales y sociales.

En 1941, el Dr. Popenoe (ya con 50 años de edad) viajó a Estados Unidos a informar sobre los avances del proyecto y recibir dinero del señor Zemurray. Entre otros comentarios, Popenoe dijo a sus amigos en Guatemala, Gordón Smith, Tomas Mooney y a su hijo John:

“Tengo el dinero para edificios y equipos. Me han hecho director de la Escuela y sin duda, esto me llevará todo el tiempo que tengo de hoy en adelante. Tengo la intención de incluir buenas huertas experimentales de mangos, aguacates, cítricos y otras plantas útiles. Inicialmente la idea es admitir cinco o seis muchachos de cada país centroamericano y proveerles de tres a cuatro años de entrenamiento práctico con aprendizaje en libros, lo suficiente para respaldar lo que van a aprender en el campo. Después, si todo va bien, ampliaremos el programa para aceptar muchachos de más países”.

La vida e historia de Popenoe esta ligada profundamente a Zamorano. Su inventiva, espíritu enérgico y emprendedor, le hicieron trascender fronteras e implantar filosofías como el Aprender Haciendo, la cual perdura hasta hoy en Zamorano como pilar inamovible en la formación de jóvenes líderes.

Todas las generaciones de zamoranos han aprendido a trabajar con las manos, a la vez que aprenden conocimiento teórico-científico moderno en las aulas y laboratorios. Wilson Popenoe aseguraba que adquirir habilidades prácticas sería el principal objetivo de la educación zamorana: “Lo que el estudiante aprendió haciendo, no lo olvidará jamás”, insistía.

En Zamorano, desde hace décadas, los estudiantes se involucran activamente en cada una de las actividades que ofrece el sistema. Esto incluye temas de agronegocios; el procesamiento de alimentos; la ciencia y producción de cultivos y animales; el manejo de cuencas, plantaciones y la administración forestal; el desarrollo socioeconómico rural; la genética y biotecnología aplicada; el manejo integrado de plagas; y muchas otros campos del conocimiento biológico, económico, ambiental

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