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El terrorismo: aspectos generales


Enviado por   •  5 de Abril de 2013  •  Tutoriales  •  11.321 Palabras (46 Páginas)  •  378 Visitas

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CAPITULO I

EL TERRORISMO: ASPECTOS GENERALES

1.1.- ETIMOLOGÍA

Para acceder a una mayor comprensión de la naturaleza del terrorismo, es conveniente un análisis más detallado, de la evolución en el uso del término. La palabra «terror» proviene del idioma latín «terror» o «terroris», sinónimo de «Deimos». En la Antigua Grecia, Ares, Dios de la Guerra, tenía dos hijos: Phobos y Deimos (Miedo y Terror).

Maquiavelo recomendaba en su clásico libro El Príncipe (1532) que «es más seguro ser temido que amado». Estas recomendaciones políticas de Maquiavelo se relacionan con el concepto moderno de «terrorismo de Estado», aplicado a las autoridades públicas cuando buscan aterrorizar a la población.

1.2.- CONCEPTO

El terrorismo, es el uso de actos violentos en la sociedad, cuyo fin es coaccionar a sociedades o gobiernos, porque de esta manera buscan imponer sus reclamos y proclamas. «Es necesario aclarar que el terrorismo, como fenómeno social, se caracteriza por el accionar violento alejado de los canales democráticos de participación en los que se atacan diversos derechos humanos fundamentales »( )

El terrorismo puede ser ejercido por distintos tipos de organizaciones sociales o políticas, tanto de derecha como de izquierda. Este tipo de acciones incluso pueden ser ejercidas por grupos poco organizados.

La violencia política del terrorismo se desarrolla por fuera del contexto de una guerra. Por eso combatir el terrorismo y juzgar a los terroristas son tareas muy dificultosas para un gobierno. Por lo tanto no toda violencia política es terrorismo, el terrorismo ataca frontalmente a los derechos humanos fundamentales, utilizando métodos que se apartan de los canales de participación democrática.

Esta definición del concepto del terrorismo puede variar de acuerdo a los intereses de quien lo pronuncia. Es común que un político acuse a un opositor de terrorista por el simple hecho de no comulgar con sus ideas. El terrorista, por otra parte, suele negar su condición, defendiendo el uso de la violencia como legítima defensa.

1.3 DEFINICIÓN

Fenómeno con base social , cuyas causas son identificables , asimétrico en su lucha con los estados que ellos consideran enemigos y responsables de la desgracia de aquellos a los que creen representar, siniestramente simétrico desde un punto de vista existencial para quien lo practica , potenciado en la última década por las consecuencias identificables del proceso global , con un ratio coste-resultado bajísimo , beneficiándose del secreto bancario internacional y de los cárteles y las redes de la droga para moverse y financiarse o depositar sus activos dinerarios en los paraísos fiscales, cuyo objetivo inmediato no es la masacre en sí , si no la búsqueda de una imagen visual global , y que tiene como objetivo último la desestabilización de los estados enemigos, en crisis, incitándolos a que sacrifiquen sus valores civiles e induciendo en la población mundial la sensación de que sus estados ya no les dan la seguridad comprometida en el caduco contrato social aún vigente. Saben que si la mayor potencia mundial ha sido a atacado cualquiera puede ser atacado.

1.4 ANTECEDENTES

El terrorismo ha aparecido una y otra vez a lo largo de la historia. Las sociedades secretas detectadas en algunas culturas tribales mantenían su influencia valiéndose del terror. Ya en el siglo XII, un grupo ismailí de los musulmanes shiíes, los 'Asesinos', llevó a cabo campañas terroristas contra musulmanes suníes. En Irlanda, grupos protestantes y católicos se aterrorizaron mutuamente tras la Reforma. En su forma moderna, sin embargo, el terrorismo sistemático recibió un gran impulso a finales de los siglos XVIII y XIX con la propagación de ideologías y nacionalismos seculares tras la Revolución Francesa.

Adeptos y detractores de los valores revolucionarios utilizaron el terrorismo tras las Guerras Napoleónicas. El nacionalismo imperialista que en Japón condujo a la restauración Meiji en 1868 estuvo acompañado de frecuentes ataques terroristas al shogunado Tokugawa. En el sur de los Estados Unidos de América, se creó el Ku Klux Klan tras la derrota de la Confederación Sudista en la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) para aterrorizar a los antiguos esclavos y a los representantes de las administraciones de la reconstrucción impuesta por el Gobierno Federal. En toda Europa, a finales del siglo XIX, los partidarios del anarquismo realizaron ataques terroristas contra altos mandatarios o incluso ciudadanos corrientes. Una víctima notable fue la emperatriz Isabel, esposa de Francisco José I, asesinada por un anarquista italiano en 1898.

El movimiento revolucionario ruso existente antes de la I Guerra Mundial tuvo un fuerte componente terrorista. En el siglo XX, grupos como la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia, la Ustashi croata, y el Ejército Republicano Irlandés (IRA) realizaron a menudo sus actividades terroristas más allá de las fronteras de sus respectivos países. Recibían a veces el apoyo de gobiernos ya establecidos, como fue el caso de Bulgaria o de Italia bajo el líder fascista Benito Mussolini. Este tipo de terrorismo nacionalista apoyado por el Estado provocó el asesinato de Francisco Fernando de Habsburgo en Sarajevo en 1914, lo que dio origen a la I Guerra Mundial. Tanto el comunismo como el fascismo utilizaron el terrorismo como instrumento de su política, contando con defensores entusiastas como Liev Trotski y Georges Sorel (quien representó intermitentemente ambos extremos del espectro político). La inestabilidad política existente durante las décadas de 1920 y 1930 dio pie a frecuentes actividades terroristas. El terrorismo tendió a integrarse dentro del conflicto más amplio de la II Guerra Mundial.

Terrorismo de la Post-guerra

La manifestación más importante del terrorismo tras la II Guerra Mundial fue la ola de violencia internacional que tuvo lugar a mediados de la década de 1960. Varios elementos confluyeron para facilitar y hacer más evidente el terrorismo internacional: avances tecnológicos, la creación de armas más pequeñas pero con mayor poder de destrucción; los medios para una mayor rapidez de movimientos y de comunicación que disponían los terroristas; las amplias conexiones mundiales de las víctimas elegidas y la publicidad que generaba cualquier ataque terrorista.

Los orígenes de la ola terrorista que se inició en la década de los sesenta pueden remontarse al conflicto que en el Oriente Próximo enfrenta a las

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