El trayecto de formacion, Gilles Ferri
yzliApuntes1 de Mayo de 2016
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EL TRAYECTO DE FORMACIÓN.
“El trayecto de la formación” escrita por Gilles Ferri, quien a partir de su experiencia como docente e investigador, propone una descripción clara y sintética de los diversos temas que se abordan en los discursos sobre la pedagogía y la formación. El autor analiza la formación científica y pedagógica de los docentes, así como la formación de formadores. Discierne 3 grandes modelos válidos para toda escuela de enseñanza, uno centrado en las adquisiciones y orientado a la competencia; otro, centrado en los procesos que privilegia la experiencia, y el tercero, por último, centrado en el análisis, que subordina el saber- hacer a las representaciones. Él nos dice que considerar de la enseñanza como un trabajo esencialmente relacional es, a la vez, situarla personalmente, vivirla y asumirla dinámica de las interacciones con sus modalidades de reciprocidad, de dominación, de dependencia y de conflicto.
Tener como tarea realizar una formación está justificado, pero realizar una formación no es más que el mejor de los casos una ocasión o para formarse. Aunque es verdad que ninguna persona se forma a través de sus propios medios, tampoco se puede formar por otra persona. Formarse no puede ser más que un trabajo de sí mismo, libre mente imaginado, deseado, y perseguido, realizado atreves de medios que se ofrecen o que uno mismo se procura.
Desde hace mucho tiempo el ejercicio de la profesión de enseñante ha estado subordinado a la adquisición de conocimientos y a la realización de cursos. Se habla sobre la problemática que surge de la formación académica, esta problemática se construyó fuera del mundo de la enseñanza, además, la formación permanente y la formación continua.
Es bueno mencionar la importancia en la educación universitaria y tomar los aspectos pedagógicos de la experiencia y las vivencias personales e individuales para hacer de él docente un ser que eduque para la vida. La formación es uno de los grandes mitos de este medio siglo al igual que la computación y la conquista del espacio. El mito según Roland Barthes es “transformar la historia en naturaleza” de tal forma que “las cosas parecen significarse a sí mismas” y esto afecta a la idea de la formación tal y como se ha banalizado y propagado. La formación implica un gran trabajo en el ser humanos obre él mismo, sobre su representación y sobre su conducta principalmente, para no quedarnos en el conformismo y no estancarnos académicamente, para ello es necesario tener un orden de cosas o de ejemplos a seguir. Al formarse uno espera poder dominar las acciones o actividades realizadas, y también enfrentarse a las situaciones nuevas, a tener un cambio social y personal que uno ya no espera de la transformación de las estructuras, el remedio al desempleo, la democratización de la cultura, la comunicación y la cooperación entre los seres humanos, que dan como resultado el inicio a la “vida verdadera”.
Se plantean ciertas fechas relacionadas con la formación de los enseñantes después de la formación. Pero las reformas que se fueron realizando, cada vez con menor frecuencia, lo hicieron en el marco de las estructuras existentes, tanto en el nivel de la formación inicial como en el de la formación continua, abarcando diferentes categorías de enseñantes, con una perspectiva esencialmente administrativa. Estos proyectos se dejaron a un lado y el sistema formador se convirtió en una gran problemática y así fue como creció la necesidad de atender puntos clave de las fallas del sistema para la formación. y es que cuando se busca redefinir al sistema educativo, regresamos a la necesidad de formar mejor a los formadores. Surgen teorías para remediar este mal pero con ellas surgen nuevos errores que a su vez exigen nuevas soluciones y estas piden la renovación del sistema, dejando nos como único punto claro que la educación es continua y siempre debe estar en evolución a la par de la sociedad y los tiempos. Desde mi punto de vista pienso que de cada proyecto nuevo, programas, reformas o cualquier cambio educativo tiene sus ventajas y desventajas, y traerá consigo también ciertos problemas que se tienen que combatir. Especificidad de la formación de los enseñantes. La palabra formación, en este texto, se decide utilizar en este sentido,“ la formación: es un proceso de desarrollo individual tendiente a adquirirlo perfeccionar capacidades”, capacidad de sentir, de actuar, de imaginar, de comprender, de aprender, de utilizar el cuerpo, etc. La formación incluye las etapas de la vida escolar, con éxitos y fracasos, y los caminos marcados e instrumentados que emprende obligatoria o facultativamente el trayecto de la formación. No podemos separar la educación de la formación profesional. Formarse es reflexionar para sí, para un trabajo sobre sí mismo, sobre situaciones, sobre sucesos, sobre ideas.
Es importante hacer notar tres características de la formación de los enseñantes que plantean tres categorías de problema. Pero ahora hablemos de los tres problemas de la formación del formador: Una formación doble.
En este punto hablaremos de un concepto en especial: “enseñante animador” pero no hablamos de un payaso ni mucho menos, si no de un formador que busca incitar al alumno a aprender y esto solo se puede lograr si el educador cumple con las capacidades de la dinámica pedagógica para enseñar y los conocimientos académicos propios de su especialidad, y es tema y preocupación actual el equilibrar la formación en ambos sentidos.
Una formación profesional este punto no trata otra problemática que no sea la de la pérdida de la profesional del formador, es decir hablamos del maestro como simple trasmisor pero él es en realidad un formador, un profesionista que moldea a los futuros profesionistas y si él no reconoce esa labor la formación será un fracaso. Y es así como el profesor se convierte o es convertido por el sistema en un burócrata, un simple funcionario que se apega al sistema y solo transfiere conocimientos mediocres pero la verdad no forma porque se olvida de que ni el mismo termina de educarse pues siempre aprende algo nuevo y se olvida de mostrarle a sus alumnos la importancia y la influencia que tiene la vida en la formación profesional porque cada vivencia influye en la identidad profesional.
Una formación de formadores, un formador moldea, es inevitable que un profesor no funja como modelo a seguir o imitar por su educando, pero la educación normalista no busca la imitación si no ser la guía de los futuros formadores buscando dotarles de “autonomía” para que ellos busquen su propio estilo de enseñanza, un proyecto de su propiedad que esté dotado de sus vivencias y realidades, que busque la armonía de la dinámica y la academia. En resumidas cuentas esta lectura hace un repaso por puntos específicos derivados de la problemática de la formación, nos brinda un panorama de los problemas o errores, pero a su vez nos brinda un panorama de la utopía a alcanzar y las formas de lograrlo y aun mas importante nos remarca esos errores que pasamos por alto pero que debemos identificar y corregir o al menos intentar no ser esclavos del sistema si no buscar la autonomía de ADQUIRIR, PROBARSE Y COMPRENDER.
El texto es de gran interés para nosotros como estudiantes de la licenciatura en educación puesto que nos proporciona una visión más amplia de los alcances y limitaciones de la relación teórico-práctica, así como de las diferentes manifestaciones de los modelos, que nos será de gran utilidad. Existen dos modelos que son el tradicional, y el otro es el de la nueva pedagogía, donde el contraste es el del pasado y el porvenir, el de la rutina y el de la innovación, del conformismo y de la autonomía, de lo reproductivo y de lo creativo, de lo pasivo y de lo activo, y quizá de la derecha y de la izquierda.
Jack Beillerot opone dos modelos más de formación de enseñantes el primero que se llama racionalista y el segundo situacional. A aquel que desee ser enseñante de le pueden proponer tres tipos de discursos.-Primero debemos adquirir los conocimientos y los modos de razonamiento propio materia que deseamos enseñar.
Debemos reorganizar este saber desde la perspectiva de su transmisión e iniciarse en la didáctica. Pero la capacidad empleada debe ser doble pues es necesario que adquiramos los conocimientos sobre el desarrollo del niño, sobre los procesos de aprendizaje, sobré los métodos de evaluación, sobre el funcionamiento de grupos, sobre la institución escolar, sobre las desigualdades socio-culturales, etc. Pero el estudio no es suficiente. Tendrá que adquirir también un saber hacer.-Lo importante para que pueda prepararme en el oficio de enseñante es realizar experiencias, de cualquier naturaleza, que lo enfrenten con diversas realidades y que permitan probar sus capacidades. Este es el principio de toda formación profesional. Es ilusorio pensar que se pueda almacenar todos los conocimientos o desarrollar todas las habilidades necesarias. Formarse es aprender a movilizarse a utilizar todos los recursos para resolver un problema, poner en práctica un proyecto, abordar situaciones imprevistas, cooperar con los otros. Se pueden considerar ciertas experiencias vitales, aventuras, y también experiencias intelectuales de investigación, de creación, a través de las cuales podemos adquirirá una mayor madurez personal, intelectual y social. No es posible anticipar los problemas específicos que se presentaran en la práctica docente. Lo importante es ser apto para afrontarlos.-Aunque es verdad que no existe una conducta que sirva para todo, que ninguna clase se asemeja a otra, que la reacción de los alumnos es imprevisible, lo esencial es la presencia frente a situaciones siempre singulares y estar atento a lo que surge. Las técnicas y los métodos no brindan gran auxilio, ya que de lo que se trata es de ajustarse a cada caso. Por lo anterior, lo que debe desarrollar en nosotros es la capacidad de observar y analizar situaciones por todos los medios posibles: estudio de casos, análisis de experiencias, observación de clases. Ciertamente nosotros tendríamos que adquirir conocimientos, métodos, técnicas y seguramente deberá realizar diversas experiencias; pero aprender a hacer alguna cosa será formativo sólo y cuando sea el medio para comprender, la ocasión para la toma de conciencia, la incitación a descifrar e interpretar todos los signos. La posición bivalente de formador en formación le ayudara. MODELO CENTRADO EN LAS ADQUISICIONES.
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