Elaboracion De Vinos Tintos Ocucaje
supergeorge00720 de Julio de 2014
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Elaboración de vinos
La vinificación
Capítulo I: Vinificaciones en los vinos blancos.
Capítulo II: Vinificaciones en el vino tinto.
Capítulo III: Vinificaciones en vinos rosados.
Capítulo IV: El vino después de la vinificación.
Capítulo V: Vocabulario específico.
La vinificación
La vinificación es el conjunto de operaciones realizadas en el proceso de
elaboración de los vinos a partir de la uva. En esta curso vamos a tratar de mostrar
y analizar todo este proceso. Para ello, hemos dividido esta labor en tres partes o
procesos de vinificación haciendo referencia a cada tipo de vino.
Comenzaremos por los vinos blancos:…..
apítulo II: Vinificaciones en el vino tinto
Una vez hemos estudiado las vinificaciones del vino blanco, ahora
empezamos con los vinos tintos.
Entendemos por vinificación en tinto aquella en que se fermenta el mosto en
presencia del orujo. El vino tinto es un vino de maceración y está constituido por
las sustancias del zumo de la uva, pero también por las que se encuentran en la
parte sólida: turbios de la pulpa, hollejos o pepitas.
Las operaciones fundamentales de la fermentación en tintos siguen este
orden:
-Molienda
-Encubado con adición de anhídrido sulfuroso.Remontados
-Fermentación Alcohólica.
-Fermentación Maloláctica.
-Descubado.
-Crianza sobre lías finas.
-Trasiego.
La molienda.- Se recomienda una despalilladora horizontal. La elección de la
maquinaria tendrá en cuenta el vino que quiera hacerse: más suave, más tánico,
etc., entonces habrá que sopesar el despalillado total, parcial o nulo; uva entera
para maceración carbónica. En los países donde se realiza la práctica de quitar el
escobajo o raspón la molienda debe de tener estas funciones:
-En el grano se ejerza un presión de rotura suave.
-El escobajo quede perfectamente eliminado.
-Las semillas deben permanecer enteras.
-El conjunto quede suficientemente aireado.
Una vez realizado este proceso mecánico la pasta del hollejo junto con su
zumo pasará a través de una bomba de vendimia que tendrá conectado un
dosificador de sulfuroso para pastas y que se adicionará en función de la petición
del enólogo, generalmente 5 a 10 gr/ Hl, y que ira pasando a los depósitos donde
se realizara la fermentación. El encubado
La masa aumenta apreciablemente de volumen al fermentar por una doble
causa:
-Por el ascenso de la temperatura.
-Por el sombrero con los hollejos inflados por el C02 generado por el proceso
fermentativo.
Cuando se está llenando el depósito es conveniente dejar la parte de arriba
sin llenar para facilitar las operaciones posteriores y evitar el derrame del líquido.
Briganti determinó que " 100 Kg. de uva molida y desraspada ocupan un volumen
de 87' 40 litros asimismo, determinó que en la fermentación el volumen de la uva
molida y desraspada aumenta en 18' 915 litros." Con la conclusión de que por 100
Kg. de uva desraspada tendrá un volumen máximo de 106' 315 litros. En la
práctica, los depósitos se llenan hasta un mínimo de 5/6 partes de su volumen para
formar lo que se llama el colchón del anhídrido carbónico para evitar la acetificación
del sombrero.
Los depósitos de Fermentación.- En función de la modalidad de encubado
(sombrero flotante, sombrero sumergido, autovinificador de inundación periódica,
dispersión de sombrero), los depósitos deberán de estar más o menos equipados.
Capacidad: los depósitos llamados autovaciantes para tintos pueden oscilar
en distintas capacidades desde 5.000 Kg a 70.000 Kg. A medida que los depósitos
son más pequeños el manejo de la masa resulta más fácil. Una medida idónea es
de 30.000 Kg. Cuanto más grande sea el deposito el sombrero se compactará
dejando zonas inaccesibles a los remontados y que irían a la prensa sin haberle
extraído aromas ni color.
Forma: lo más importante es procurar que la altura oscile entre 2'5 m y 3 m.
Para tintos suele buscarse el mismo ancho o diámetro que altura. Luego, teniendo
en cuenta que la altura del sombrero es 1/3 del total quedaría una permeabilidad,
que evita que se apelmace, que sea esponjoso, etc. Para la elaboración de tintos no
se recomiendan depósitos altos.
Operaciones siguientes al encubado
Veamos otras operaciones que siguen al encubado.
Sulfatado de la vendimia.- El sulfuroso desempeña un papel fundamental en
la vinificación ya que actúa como antioxidante, antiséptico, fija la acidez, disuelve la
materia colorante, es un estimulante de las levaduras y hace una función inhibidora
contra las bacterias. Dependiendo de la forma de utilización del sulfuroso
dependerá en gran parte el éxito en la conservación del vino.
La dosis de utilización del sulfuroso estará vinculada, en gran medida, por el
grado de madurez, el estado sanitario, la temperatura, la acidez y el pH. Será
también importante si se quiere hacer la fermentación maloláctica.
Según las condiciones del pH añadiremos más o menos sulfuroso, es decir,
para mostos de pH 3.0 se añadirá 3 gr/ Hl, para pH 3,5 = 10 gr/ Hl, para pH 3,8 =
20 gr/ Hl. El sulfatado debe hacerse inmediatamente después del despalillado,
siendo mejor añadirlo inyectado en la tubería de PVC o inox. A la subida de la
bomba una solución de SO2 al 5 % , siempre preparando la disolución para el día,
porque pierde la concentración inicial con el paso del tiempo.
La corrección de la acidez.- Más o menos a las cuatro horas de añadir el SO2
se toma una muestra y se añade el ácido Tartárico que necesite. Siempre es
aconsejable añadir el tartárico en la uva porque así regularizamos el trabajo de las
levaduras y de las bacterias. Incorporación del pie de cuba.- El empleo de levaduras secas activas es una
práctica muy utilizada en bodega para iniciar la fermentación de los caldos por la
que permite una buena conservación, un cómodo manejo y difícil contaminación.
Remontados.- Es una práctica de gran utilidad en la elaboración de vinos
tintos y sobre todo para vinos destinados a la crianza. En el momento que se ha
llenado el depósito se debe de realizar un remontado de homogeneización de la
pasta con el sulfuroso y con las levaduras y enzimas que se han adicionado.
Después se deben realizar remontados con aireación cuando se empieza a
agrietar el sombrero para evitar acetificaciones del mismo y para evitar la asfixia de
las levaduras. Se deben de realizar 1 ó 2 diarios, remontando a 1/4 o 1/5 del
volumen del depósito.
El remontado tradicional se hace sangrando mosto por la parte inferior del
depósito, y haciéndolo caer a través de una bomba de pastas, a la parte superior
del depósito, mojando el sombrero. Actualmente, los depósitos autovaciantes llevan
un sistema muy sofisticado de remontados con bombas programadas para realizar
esta tarea. Los remontados iniciales favorecen la extracción de la materia colorante
y los polisacáridos pegados a la pared celular de la uva, mientras que los
remontados finales favorecen la extracción de componentes astringentes de la
pepita, que en determinadas prácticas enológicas resultan de interés.
Para realizar un remontado eficaz basta con tener otro depósito disponible
para trasegar todo el mosto al depósito vacío, dejando sólo el sombrero, y
posteriormente añadir al depósito inicial el mosto dejándolo caer sobre el sombrero
para que cuando reflote quede desmoronado y no se forme una pasta dura.
El control de la densidad y la temperatura
El control de la densidad y la temperatura se debe realizar al menos dos o
tres veces al día durante el tiempo que dura la fermentación alcohólica para poder
detectar si hubiera una parada de la fermentación y poder reaccionar en el menor
tiempo posible. De esta forma, el control de la temperatura es muy exacto sabiendo
perfectamente a qué temperatura está la pasta y a cuál está el mosto.
El vino destinado a tinto joven, y que va a ser embotellado rápidamente, es
aconsejable fermentarlo a bajas temperaturas, entre 22 y 26 º C; y un descube
rápido,
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