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Enfermedades que afectan nuestro estomago


Enviado por   •  7 de Agosto de 2013  •  1.885 Palabras (8 Páginas)  •  267 Visitas

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Enfermedades que afectan nuestro estomago

ULCERA PEPTICA

Esta ulcera es un agujero en carne viva, inflamado, en el que la membrana mucosa de revestimiento da la impresión de haber sido perforada.

GASTRITIS

Es la inflación de la mucosa gástrica, que se ve enrojecida, presentándose en diversas formas de imágenes en flama o hemorragias subeditores. Sin embargo, el diagnostico de certeza se obtiene por expiración endoscópica

DISPEPSIA

Incapacidad de digerir más o menos bien los alimentos. La digestión se produce de una manera lenta y pesada y viene acompañada de síntomas que indican que el aparato digestivo no funciona muy bien. Entre sus síntomas están: gases, acidez, vomito, dolor en la espalda, etc.

Enfermedades que se generan en el intestino por deficiencia digestión y absorción de nutrientes

INTOLERANCIA A LA LACTOSA

Incapacidad para digerir la lactosa o azúcar de la leche.

ENFERMEDAD CELIACA

Inflamación crónica del intestino; causada por la exposición a la gliadina, una proteína vegetal de algunos cereales en la dieta. La gliadina es uno de los componentes del gluten (proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno, posiblemente en la avena).

COLON IRRITABLE

Los síntomas son variados y dispersos, caracterizados principalmente por molestias o dolor abdominal, diarrea despeños diarreicos o estreñimiento crónicos a veces alterados o con solo uno de estos síntomas. Pero siempre se trata de molestias abdominales con algún tipo de motilidad intestinal.

Observe los principales alimentos que componen un plato típico de su región y haga un gráfico de cómo sería el proceso digestivo de cada uno de éstos alimentos

Enzimas que participa en el proceso digestivo

ENZIMAS DIGESTIVAS

Las sustancias con que cuenta el aparato digestivo para cumplir con la digestión química se denominan enzimas. Las enzimas son proteínas que alteran las reacciones químicas (generalmente las aceleran) y no alteran ni se unen al producto de éstas.

Las enzimas actúan en temperaturas que varían de entre 25º a 40º centígrados. Si la temperatura del cuerpo supera esta temperatura (fiebre altísima), las enzimas se alteran y provocan la detención de reacciones fundamentales para la vida.

En los jugos digestivos, como la saliva o el jugo gástrico, se encuentran enzimas que se denominan enzimas digestivas. Las enzimas digestivas son proteínas que transforman las moléculas complejas de los alimentos en moléculas más simples, por ejemplo, el pan contiene almidón. Las enzimas digestivas se encargan de transformarlas en moléculas de glucosa, que es un azúcar más simple que el almidón.

Algunas enzimas que actúan en la digestión son la pepsina y la tripsina, que intervienen en la digestión de las proteínas de la carne, o la renina, que degrada las proteínas de la leche.

PARA QUE SIRVEN LAS ENCIMAS DIGESTIVAS

En el momento en que colocamos un alimento en nuestra boca, ponemos en funcionamiento un complejo y largo proceso conocido como la digestión.

Por supuesto, no pensamos en cómo funciona ni porque, simplemente ocurre. El primer paso de este proceso digestivo es la conversión de los alimentos ingeridos en moléculas más pequeñas que nuestro organismo da absorber y utilizar. Los componentes requeridos para romper alimentos se conocen como enzimas digestivas.

Las enzimas digestivas intervienen en:

1. Hidrólisis de alimentos y principios activos.

2. Absorción de nutrientes

Es decir, antes de que nuestras células puedan almacenar y usar los macronutrientes como energía, los alimentos tienen que ser convertidos en una forma compatible para las células; en el caso de las proteínas deben pasar a sus unidades funcionales, los aminoácidos. Los carbohidratos se convertirán en los monosacáridos glucosa o fructosa. Los lípidos se transformarán en ácidos grasos.

Cuando colocamos el alimento en la boca, la saliva lo suaviza y los dientes lo trituran: esto aumenta el área de extensión de los alimentos y así, las enzimas pueden trabajar más efectivamente.

Las enzimas trabajan en diferentes puntos del aparato. Sin embargo, podemos diferenciar tres grandes grupos de enzimas digestivas en función del sustrato sobre el que actúan: Proteasas, Lipasas y Amilasas.

Básicamente. - Proteínas, Proteasas, Aminoácidos - Carbohidratos, Amilasas, Glucosa - Grasas, Lipasas, Ácidos Grasos.

Con la edad, tanto la cantidad como la calidad de las enzimas digestivas en el cuerpo disminuyen. Esto explica la cantidad de problemas digestivos que sufren las personas de la tercera edad.

Suplementación con enzimas:

Las principales fuentes naturales de las enzimas se encuentran fundamentalmente en las frutas y las verduras.

Por ejemplo:

• A partir de la papaya obtenemos la enzima papaína

• A partir de la piña obtenemos la enzima bromelaina.

Estas enzimas pre-hidrolizan las proteínas y favorecen la digestión de las mismas. Por eso se añaden a las fórmulas de suplementos de proteínas para favorecer la digestión. Además, estas enzimas han probado su efectividad como antiinflamatorios, como ayudas en afecciones respiratorias (bronquitis, enfisema, neumonía), en enfermedades virales, etc. La bromelaina, además. Se utiliza en el tratamiento de la trombosis, en infecciones de la piel e inflamaciones dentales. La papaína, por su parte, se utiliza en el tratamiento de la úlcera y otros problemas digestivos.

El proceso digestivo es igual para todos los alimentos

EN LA BOCA

La digestión comienza en la boca con la masticación y la insalivación de los alimentos. A la vez que los alimentos se van troceando, durante la masticación, se van mezclando con la saliva que los transforma en una pasta fácil de tragar. La saliva contiene un enzima llamado amilasa salivar o ptialina que actúa sobre los hidratos de carbono, transformándolos en monosacáridos. La saliva también contiene un agente antimicrobiano, la lisozima, que destruye parte de las bacterias ingeridas con los alimentos. La saliva está formada en un 95% por agua y el resto por sustancias disueltas como sodio, potasio, cloro, bicarbonato y fosfatos.

El proceso de la masticación es un acto voluntario, es decir, hay control consciente sobre él. A partir de que el alimento es llevado hacia el fondo de la boca, el proceso pasa a ser reflejo e involuntario, los músculos de la faringe se contraen y empujan el alimento hacia el esófago.

EN EL ESÓFAGO

El esófago es un conducto muscular cuya función principal es la de transportar el alimento hacia el estómago. Esto lo hace mediante un movimiento muscular involuntario llamado peristaltismo. Gracias a esta serie de contracciones y relajaciones del esófago, el bolo alimenticio se va desplazando hacia el estómago pasando por el esfínter cardio-esofágico o cardias. Estos movimientos peristálticos están presentes también en el resto del aparato digestivo.

EN EL ESTÓMAGO

Es en el estómago donde verdaderamente comienza el proceso de la digestión. Las paredes del estómago tienen músculos que utiliza para mezclar los alimentos hasta convertirlos en una masa semilíquida a la que llamamos quimo.

En el estómago se vierten grandes cantidades de jugo gástrico, sobre los alimentos, que por su acidez consiguen desnaturalizar las proteínas, a la vez que matar muchas bacterias. También se segrega pepsina, enzima que se encarga de fraccionar las proteínas en cadenas cortas de aminoácidos.

Los almidones y azúcares se van mezclando con el ácido clorhídrico del estómago y paran su digestión, ya que la ptialina deja de actuar en el medio ácido de éste. Cuanta más cantidad de proteína hayamos ingerido junto con los almidones, más ácidos serán los jugos gástricos y menos actuaran las amilasas sobre ellos. La digestión en el estómago puede durar varias horas, por lo que a veces los almidones y los azúcares fermentan, dando lugar a los conocidos gases.

Los lípidos pasan inalterados por el estómago y tienen la capacidad de ralentizar la digestión de los demás nutrientes, ya que envuelven los fragmentos de alimento, no permitiendo que los jugos gástricos y los enzimas actúen sobre ellos.

El píloro, esfínter situado entre el estómago y la porción inicial del intestino delgado, permanece cerrado para impedir que el alimento salga del estómago antes de tiempo; solo se abre unas tres veces por minuto para permitir el paso de pequeñas cantidades de alimentos, aquellos que no pudieron ser digeridos en el estómago por necesitar de un medio menos ácido para su descomposición, como las grasas y los glúcidos.

EN EL INTESTINO DELGADO

según va pasando el quimo desde el estómago al duodeno, va siendo neutralizado por las secreciones alcalinas del páncreas que va modificando su grado de acidez para que los enzimas del intestino delgado puedan actuar sobre él. El jugo pancreático contiene varios enzimas digestivos, entre ellos la amilasa, encargada de romper los almidones, la lipasa, encargada de separar los triglicéridos en ácidos grasos y glicerina y otras encargadas de fraccionar las proteínas que no habían sido digeridas en el estómago.

El hígado también vierte la bilis sobre el intestino, según se va necesitando. Las sales biliares separan las grasas en pequeñas gotitas para que la lipasa pancreática pueda actuar sobre ellas. Las sales biliares se descomponen en ácidos biliares que se recuperan al ser absorbidos y vuelven al hígado donde son de nuevo transformados en sales.

A la vez que el alimento va avanzando por el intestino, se le van añadiendo otras secreciones como el jugo intestinal que contiene otros enzimas como las proteasas que actúan sobre las proteínas, descomponiéndolas en aminoácidos.

Los nutrientes que ya han alcanzado un tamaño adecuado para ser utilizados por los tejidos, pasan a la sangre, quedando solo los materiales no digeribles, como la fibra, junto con el agua y las sales minerales que se han ido segregando durante el proceso digestivo.

Los diferentes nutrientes no entran en la sangre o en la linfa en cantidades iguales. Solo la grasa y algunas vitaminas son absorbidas por el sistema linfático, formando unas lipoproteínas llamadas quilomicrones. A través del sistema linfático son llevadas junto al corazón, donde son vertidas a la sangre para conseguir una máxima dispersión. Algunos lípidos pasan directamente a los capilares sanguíneos del intestino. Todos los demás nutrientes son absorbidos por los capilares sanguíneos y llevados al hígado, desde donde pasan a la circulación general para ser distribuidos al resto del organismo.

EN EL INTESTINO GRUESO

Esta mezcla de materiales no digeribles pasa al intestino grueso. En éste, los microorganismos que constituyen la flora intestinal segregan enzimas digestivos que son capaces de atacar a los polisacáridos de la fibra, liberándose azúcares que son fermentados y que producen ácidos orgánicos. Estos ácidos, junto con el agua, las sales minerales y algunas vitaminas, son absorbidos en este tramo del intestino. El material que queda es ya el material de desecho (heces) que se expulsa con la defecación.

Las bacterias del colon también producen vitaminas K y B, así como gases de hidrógeno, anhídrido carbónico, sulfuro de hidrógeno y metano. En el Colón también se crean anticuerpos que protegen al organismo, como la inmunoglobulina A secretora.

ABSORCIÓN CELULAR

Las distintas sustancias que transporta la sangre se van repartiendo por los capilares hasta llegar a cada tejido y a cada célula del organismo. Las células no tienen contacto directo con los capilares sanguíneos, por lo tanto los distintos nutrientes y el oxígeno de la sangre tienen que atravesar las paredes de los capilares para diluirse en el líquido intercelular y quedar desde allí a disposición de las células que los vayan necesitando. Una vez en el interior de las células, los nutrientes son digeridos, transformados y utilizados, según las necesidades de cada una por la acción de los enzimas intracelulares.

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