Ensayo De Lengua

ESCUELA PARA LA INNOVACIÓN EDUCATIVA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SANTIAGO DEL ESTERO

ESPACIO CURRICULAR: TALLER DE LENGUA

“ENSAYO ACADÉMICO DE ALFABETIZACIÓN INICIAL EN EL PRIMER CICLO”

AUTORAS: BARBARO, MELISA BELÉN; BRUNORI, MARÍA EUGENIA

CÓRDOBA 22 DE SEPTIEMBRE DE 2014

ALFABETIZACIÓN INICIAL EN EL PRIMER CICLO

“Los niños aprender a escribir escribiendo, aprenden a leer leyendo”

Al ingresar a la escuela, todos los niños y niñas tienen aún mucho que aprender sobre la lengua porque no han completado todavía su desarrollo lingüístico. Tanto en el aula como fuera de ella, aprenden a conversar con otras personas, a usar la lengua para informarse, para expresar ideas y sentimientos, para inventar nuevos mundos. Aprenden también a contar y a describir mejor, a explicar y a opinar. Incorporan nuevas palabras y formas de decir, y comienzan a saber cuándo usarlas. El desarrollo de la oralidad es parte de la educación lingüística. Por eso, la escuela debe garantizar las oportunidades para que todos continúen aprendiendo, dado que en ella pueden participar en situaciones de habla y escucha en contextos diferentes como espontáneos y cotidianos. He aquí, el tema a desarrollar: Alfabetización Inicial en el Primer Ciclo, ya que muchos docentes se preguntan ¿por qué enseñar de esta manera? viéndolo negativamente, mientras que otros piensan ¿por qué no enseñar así? desafiándose y creando nuevos aprendizajes significativos en niños y niñas del primer ciclo, que luego les servirá para seguir desarrollando una alfabetización avanzada ya que la alfabetización “es un continuum que se inicia en la primera infancia y se desarrolla durante toda la vida”.

¿Cuáles son los conocimientos que tienen que alcanzar los alumnos y las alumnas en su alfabetización inicial? ¿Alfabetizar es enseñar letras? ¿Existe un método mejor que otro para enseñar? ¿Es necesario saber primero las letras, luego empezar a leer y escribir? Estas y muchas preguntas más surgen cuando los docentes comienzan a reflexionar sobre sus prácticas. Aquí desarrollaremos algunas respuestas a estos interrogantes.

Según los Cuadernos para el Aula, la alfabetización “constituye un proceso profundamente social. (…) es un aprendizaje del sistema y las estrategias de uso de un producto cultural: la lengua escrita. Por lo que el modo de desarrollar la alfabetización y la forma de emplear los saberes que implica dependen de circunstancias sociales y culturales concretas.”

Los niños y niñas que participan tempranamente en actividades de alfabetización adquieren conocimientos sobre la escritura. Estos conocimientos les permiten comprender que la escritura es lenguaje, que se usa para representar ideas y que se relaciona con la lengua que se habla. Es decir que, necesitan ser conscientes de que la palabra dicha oralmente se puede escribir y de que leyendo se puede volver una y otra vez a aquello que se escribió, por lo tanto un acto de escritura es una ida y vuelta del mismo.

Trabajar, desarrollar y lograr una alfabetización inicial implica que los niños deben comprender qué funciones cumple la lengua escrita como registrar situaciones, comunicarse con alguien que no está presente, guiar, informar, etc; conocer sobre el sistema de escritura, no solo saber leer y escribir algunas palabras sino tomar conciencia de que la escritura no es continua como el habla y que las palabras que decimos están formadas por distintos sonidos; y usar la lengua con fines comunicativos, es decir apropiarse de la cultura letrada comprendiendo y produciendo textos orales y escritos.

Es preciso dejar de lado una importante inclinación equivocada que persiste en estos tiempos, una inclinación a creer que para comprender y producir textos, lo fundamental es que los alumnos aprendan la escritura como técnica, primero las letras, luego su correspondencia con los sonidos, después a juntar letras, sílabas, etc, que la aparición de las letras tienen un orden preestablecido, que algunas letras son más fáciles que otras, etc. En el documento La escritura en la alfabetización inicial se cita a Vernon afirmando que:“la segmentación y la identificación de fonemas y letras no debe ser un requisito previo a la enseñanza de la lectura y escritura. Estos conocimientos se lograrán en la medida que los niños enfrenten los problemas que la escritura misma les plantea” , tampoco deben realizarse ejercicios de copia repetitiva, ya que está sujeto al aprendizaje memorístico y no al aprendizaje significativo.

Esta forma de encarar la alfabetización resiente el sentido profundo que los alumnos pueden darle al hecho de aprender a leer y escribir. La forma en que un niño se inicia en la lengua escrita es un proceso mucho más complejo que el aprendizaje de las letras. En los Cuadernos para el aula, Enseñar Lengua en el primer año se cita a Nicolas Adam que ya en 1787 decía: “Cuando enseñamos un objeto a un niño, un vestido, por ejemplo, ¿se nos ocurre mostrarle por separado los adornos primero, luego las mangas, después el delantero, a continuación los bolsillos, los botones y así sucesivamente? Por supuesto que no; se lo enseñamos entero y le decimos: esto es un vestido”.

Entonces, es necesario revisar críticamente la concepción que se tiene de la alfabetización inicial, ya que se dice que se enseña en el marco de la alfabetización pero luego en la práctica cotidiana se realiza lo contrario; esa postura es negarles a los niños las posibilidades de acceder a textos potentes lo que provoca el desinterés y la imposibilidad de desarrollar plenamente sus posibilidades lingüísticas y comunicativas.

Para que los alumnos logren comprender el funcionamiento del sistema alfabético, el docente es quien debe disponer de diversas estrategias. Para eso, se proponen algunas de ellas:

 En cuanto a la oralidad

Para que los niños realicen

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