Ensayo Exploracion Y Conocimiento Del Mundo
slagi15 de Diciembre de 2011
2.672 Palabras (11 Páginas)6.016 Visitas
INICIO
En el actual ensayo se hará mención del campo formativo exploración y conocimiento del mundo, se hará mención de las competencias con las cuales cuenta el aspecto de mundo natural, en el cual los niños logran una actitud reflexiva sobre la importancia de los recursos naturales y los orienta a su cuidado y preservación, pero sobre todo de la importancia en cuanto al uso de la ciencia en preescolar; asimismo se mencionaran cada uno de los aprendizajes esperados de cada competencia.
Las experiencias educativas en las que participan las niñas y los niños para explorar y conocer el mundo natural, implican la puesta en juego de capacidades y actitudes que caracterizan el pensamiento reflexivo.
Estas experiencias tienen como peculiaridad el contacto directo con el ambiente natural; es solo mediante este acercamiento y las preguntas que se hacen con respecto a por qué y como dice en las cosas a su alrededor, que desarrollan su capacidad de razonamiento.
Los niños desde que nacen, observan y exploran lo que tienen a su alrededor, es así como se forman ideas propias acerca del mundo inmediato. Estas ideas les ayudan a explicarse aspectos particulares de la realidad y a encontrarle sentido, así como a hacer distinciones fundamentales.
DESARROLLO
El campo formativo de exploración y conocimiento del mundo se evoca a favorecer los niños el desarrollo de las capacidades y actitudes que caracterizan al pensamiento reflexivo, mediante experiencias que les permitan aprender sobre el mundo natural y social.
Los niños desde muy pequeños interactúan con elementos del entorno natural, circulan por calles donde la vegetación cambia a lo largo del año, consumen alimentos, juegan con elementos que se mezclan o no con el agua, están en contacto con objetos que se comportan de distintas maneras frente a sus acciones: flotan, se atraen, cambian, se desplazan, etc. La presencia de los fenómenos y elementos naturales en nuestra vida cotidiana debería constituirse en el punto de partida para trabajar diferentes contenidos en el Jardín. A partir de interrogantes sobre ellos, podremos proponer actividades que permitan reflexionar sobre lo que acontece en la experiencia cotidiana, aspectos que en reiteradas ocasiones dejamos pasar por carecer demasiado obvios o evidentes.
La definición del campo formativo se basa en el reconocimiento de que niñas y niños, por el contacto directo con su ambiente natural y familiar y las experiencias vividas en él, han desarrollado capacidades de razonamiento para entender y explicarse, a su manera, las cosas que pasan a su alrededor. La curiosidad espontánea y sin límites y la capacidad de asombro que los caracteriza, los lleva a preguntar constantemente cómo y por qué ocurren los fenómenos naturales y otros acontecimientos que llaman su atención, y a observar y explorar .
Desde edades tempranas, los niños se forman ideas propias acerca de su mundo inmediato, tanto en lo que se refiere a la naturaleza como a la vida social. Estas ideas les ayudan a explicarse aspectos particulares de la realidad y a darle sentido, así como a hacer distinciones fundamentales. Asimismo empiezan a reconocer los papeles que desempeñan los integrantes de su familia; los rasgos que caracterizan sus formas de vida a partir de las actividades que se hacen con regularidad y a entender para qué sirven los medios de comunicación, entre otras muchas cosas.
Entre las capacidades que las niñas y los niños pequeños desarrollan de manera progresiva, la elaboración de categorías y conceptos es una poderosa herramienta mental para la comprensión del mundo, porque mediante ella llegan a descubrir regularidades y similitudes entre elementos que pertenecen a un mismo grupo, no sólo a partir de la percepción sino de la elaboración de inferencias utilizando la información que ya poseen
Las ideas que construyen dan forma a sus representaciones mentales como producto de darse cuenta de las características que las hacen semejantes o diferentes y abren camino cognitivo para que construyan categorías y conceptos, lo cual sucede no solo a partir de la percepción, sino de la elaboración de inferencias utilizando la información que ya poseen.
Como señala el Programa de Educación Preescolar, “Pocas experiencias pueden ser tan estimulantes para el desarrollo de las capacidades intelectuales y afectivas en las niñas y los niños como el contacto con elementos y fenómenos del mundo natural, así como el despliegue de posibilidades para aprender nuevas cosas acerca de sus características, las formas en que suceden y las razones por las cuales ocurren, las relaciones que pueden descubrir entre eventos semejantes, etcétera.”
Sin embargo, si bien son fundamentales las experiencias directas de los niños tratándose de aprender más, el uso de información científica es esencial.
Por ello, actividades que implican observar, expresar dudas, comparar, plantear preguntas, elaborar explicaciones e inferencias, resolver problemas y elaborar argumentos sustentados en las experiencias directas, les ayudan a aprender más sobre el mundo.
El trabajo en este campo formativo es propicio para poner en juego la observación, la formulación de preguntas, la resolución de problemas (mediante la experimentación o la indagación por diversas vías), y la elaboración de explicaciones, inferencias y argumentos sustentados en experiencias directas que les ayudan a avanzar y construir nuevos aprendizajes sobre la base de los conocimientos que poseen y de la nueva información que incorporan.
Los niños aprenden a observar cuando enfrentan situaciones que demandan atención, concentración e identificación de características de los elementos o fenómenos naturales. En la medida en que logran observar con atención, aprenden a reconocer información relevante de la que no lo es.
A la vez un intenso trabajo en este sentido permitirá ampliar la mirada de los niños, en la medida que podrán comprender la complejidad y diversidad de los fenómenos naturales.
Las preguntas que los niños se plantean permitirán desencadenar una serie de actividades tendientes a acercarlos a algunos contenidos vinculados con los aprendizajes esperados.
Estas preguntas o consignas que promuevan la identificación de detalles, la descripción de lo que se observa y la comparación entre elementos, que pueden dar lugar a la elaboración de explicaciones a partir de lo observado: ¿cómo es... un ciempiés, una araña, un chapulín?, ¿en qué se parecen los canarios a los colibríes, en qué son diferentes?, fíjense en... las formas y los desplazamientos de las nubes, las franjas de las cebras. Las intervenciones de este tipo orientan la atención de las niñas y los niños en los eventos a observar, dan pie al diálogo y al intercambio de opiniones y al planteamiento de nuevas preguntas que los pueden llevar a profundizar en el aprendizaje acerca del mundo natural.
Las oportunidades que se den a los alumnos para comparar cualidades y características de elementos, seres y fenómenos en condiciones y momentos distintos, y para que expresen sus predicciones, inferencias o explicaciones acerca de los factores que pueden haber influido en las transformaciones que suceden (o no), propician esfuerzos cognitivos importantes: entender la información que se ha obtenido (o parte de ella), organizar y poner en relación las ideas y las evidencias, así como hacerse entender por otros. Ello, a su vez, constituye una base en el proceso de adquisición de nuevos conocimientos y de conceptos progresivamente más completos y complejos, así como en la formación de actitudes para seguir aprendiendo.
En los procesos descritos son fundamentales las experiencias directas con los eventos que presencian; además, el uso de información científica es fundamental.
La educadora puede involucrarlos en actividades de consulta en libros, revistas de divulgación científica, videos, folletos y en otros medios al alcance, guiándolos en la observación de imágenes que pueden interpretar y ofreciéndoles explicaciones que amplíen sus conocimientos.
El conocimiento y la comprensión que las niñas y los niños logran sobre el mundo natural los sensibiliza, fomenta una actitud reflexiva sobre la importancia del aprovechamiento adecuado de los recursos naturales y orienta su participación en el cuidado y la preservación del ambiente.
Es importante mencionar que es necesario transformar estas experiencias cotidianas en situaciones de aprendizaje, proponer a partir de ellas desafíos, situarlas en un contexto específico para que además de estar simplemente presentes, pasen a ser objeto de conocimiento.
En conjunto, los aprendizajes que se busca favorecer contribuyen a la formación y al ejercicio de valores para la convivencia. El respeto a las culturas y el trabajo en colaboración son, entre otras, actitudes que se fomentan en los pequeños.
Este campo formativo se organiza en dos aspectos relacionados, fundamentalmente, con el desarrollo de actitudes y capacidades necesarias para conocer y explicarse el mundo: Mundo natural, y Cultura y vida social. A continuación se presentan las competencias y los aprendizajes que se pretende logren las niñas y los niños en cada uno de estos aspectos:
Competencias y aprendizajes esperados
...