Ensayo de la novela gotica: la mansion de la araucaima

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

PROGRAMA DE LINGÜÍSTICA Y LITERATURA

NARRATIVAS DECIMONÓNICAS COLOMBIANAS

ROBERTO CÓRDOBA RUBIO

ENSAYO SOBRE LA MANSIÓN DE ARAUCAÍMA, DE ÁLVARO MUTIS

LA MANSIÓN GÓTICA DEL TRÓPICO

TRABAJO FINAL

LUCELY BAQUERO SALAS

HANS MOZO GOMEZ

VI SEMESTRE

TERCER CORTE – PRIMER PERÍODO 2016

CARTAGENA – BOLÍVAR                         JUEVES, 16 DE JUNIO DE 2016

La mansión gótica del trópico

La mansión de Araucaíma, gracias a su estructura, sus personajes y la forma en que se nos presenta es una perfecta muestra de lo gótico. Un relato que gira en torno a un tiempo y un espacio exactos dentro del mismo, convirtiéndolo por completo en un conjunto inquebrantable.

La manera en que está dividido el relato se nos antoja curiosa y nos llama infinitamente la atención, pues dan la impresión de un orden cronológico perfecto; para poder comenzar a hablar de esto, se nos hace totalmente necesario comenzar por el título, puesto que dentro de todo lo narrativo siempre juegan un papel importante y éste caso no es la excepción: La mansión de la Araucaíma hace referencia exactamente al espacio en que se desarrolla la trama y que según las descripciones se ubica en tierra caliente y en el que encontramos plantaciones de cítricos. Son en total trece las partes en que se divide: El guardián, El dueño, El piloto, La Machiche, Sueño de la Machiche, El fraile, Sueño del Fraile, La muchacha, Sueño de la muchacha, El sirviente. Estos diez primeros apartes describen uno a uno a los personajes, dando de cada quién unas características que son las marcas fieles de los mismos hasta el final y que nunca los abandonan así como también cada uno cumple un tiempo dentro del relato, desde su llegada a la mansión, de su estadía y salida de la misma. Luego están los otros apartados: La mansión, Los hechos, Funeral, son los definitivos a la hora de la descripción del espacio del relato y de cómo estos son utilizados por cada personaje dentro de sus acciones y modo de pensar.

Nos deja la impresión de que cada apartado depende el uno del otro, que no se puede prescindir de ninguno, tanto en forma ascendente como descendente; que existe un vínculo entre todos y cada uno de ellos, y no precisamente porque así está desenvuelto el relato, sino que se convierten en una especie de escalera de escalones anchos, por donde se hace necesario pasar por cada uno de ellos sin poder volarse ninguno para poder llegar al otro.

Así como los castillos aparecen en los relatos góticos ingleses, en este caso la mansión cumple el papel de topo en este relato gótico del trópico, y esta característica hace peculiar la historia y a la vez una ambición narrativa por parte del autor, puesto que no necesitó del típico ambiente gótico de las novelas inglesas para armar la trama de su relato, que no tiene nada de distancia con lo que es un relato gótico.

Ya sabemos que los personajes cumplen cada uno con sus características, sin embargo, antes de la llegada de la muchacha (Ángela),  todos a pesar de sus diferencias, formaban un círculo, una estructura más de la mansión. A la vez, ese círculo se mantenía dentro de un equilibrio que como había dejado dicho Don Graci, no debía romperse con la llegada de un nuevo miembro puesto que ya el grupo estaba completo, todo ya tenía un orden establecido, pero éste fue alterado. A pesar de eso, de que todos y cada uno de ellos sabían esa regla sagrada del grupo, terminan transgrediéndola, porque finalmente todos entran en un juego con ella.

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