Enyayo De La Calidad Educacional En Chile

2.4 Evaluación Docente en Chile

La evaluación docente en Chile tiene como propósito declarado mejorar la calidad del

profesorado y así la calidad de la educación en Chile. Para ello, un primer paso fue la

elaboración del “Marco para la Buena Enseñanza” (MBE), el que intenta describir en una

forma mesurable o al menos observable lo que los docentes deben saber y ser capaces de

hacer en el ejercicio de su profesión. De esta forma, al menos teóricamente el MBE

define estándares de desempeño profesional, dejando espacio a distintas maneras de

ejercer la profesión docente. Estos estándares de desempeño profesional se refieren a

cuatro dominios propios de la tarea de enseñar y que se basan en Danielson (1996): i)

preparación de la enseñanza, ii) creación de un ambiente propicio para el aprendizaje de

todos los estudiantes, iii) enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes, y iv)

responsabilidades profesionales. 8

A su vez, estos dominios se concretan en 20 criterios de ejercicio profesional. Con éstos

se establecieron los niveles de logros que podrían alcanzar los docentes que se someten a

la evaluación y que son: i) destacado, ii) competente, iii) básico, y iv) insatisfactorio.

Para lograr la implementación de estos criterios, se transitó por un proceso político

difícil, pues la aceptación de este nuevo instrumento de evaluación por parte del Colegio

de Profesores fue muy resistida.

La Evaluación Docente está a cargo del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e

Investigaciones Pedagógicas (CPEIP), y se comenzó a aplicar el segundo semestre del

año 2003 a los docentes de aula en establecimientos municipalizados en todo Chile. Ésta

se implementó gradualmente por niveles de enseñanza y comunas y espera cubrir, en un

futuro cercano, a la totalidad de los docentes en ejercicio. Desde el inicio del sistema y

hasta julio del año 2008, se evaluaron 30.000 profesores, un 42% del total. En pleno

régimen, cada período (año) de evaluación implicaría la evaluación de un total

aproximado de 18.000 docentes de distintas modalidades, niveles y subsectores de

enseñanza. Esto representa aproximadamente 5.000 establecimientos educacionales de

345 comunas. La evaluación establece que los docentes deben ser evaluados cada 4 años,

a excepción de aquellos que obtengan un resultado insatisfactorio, quienes deberán ser

evaluados el año siguiente.

El sistema de evaluación se lleva a cabo mediante la aplicación de cuatro instrumentos,

los que son ponderados como sigue: i) Portafolio de Evidencias Estructuradas (60%), que

contiene productos escritos y la filmación de clases; ii) Pauta de Autoevaluación (10%),

iii) Entrevista Estructurada al Docente Evaluado (20%), y iv) Informe de Referencia de

Terceros (10%), realizado por el director del establecimiento y por el jefe de la Unidad

Técnico Pedagógica. Estos cuatro instrumentos recogen información relevante y

complementaria acerca del desempeño del docente, y todos son elaborados en base a los

dominios, criterios e indicadores contenidos en el MBE. Estos instrumentos son

calificados según el nivel alcanzado como: i) destacado, ii) competente, iii) básico, y iv)

insatisfactorio. Para efectos de investigación, a estas categorías se les asigna un puntaje

(entre 1 y 4) para así poder ponderar los distintos instrumentos. Una vez hecho esto, el

docente es calificado como Insatisfactorio, Básico, Competente o Destacado.

Conforme a la Ley de Evaluación Docente (Ley 19.961), quienes obtienen un nivel de

desempeño

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