ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Meritocracia y Competencia Como Impulsores de la Calidad de Educación en Chile

Benjamin LavinEnsayo19 de Julio de 2020

2.913 Palabras (12 Páginas)285 Visitas

Página 1 de 12

[pic 1]

Meritocracia y Competencia Como Impulsores de la Calidad de Educación.

Benjamín Lavín

Curso Psicología Educacional

1er semestre de 2019

Introducción

Es bien sabido como el sistema de educación Chilena a lo largo de la historia ha sido un constante tópico de debate y reflexión, en donde distintos actores y teóricos han aportado en la construcción del camino hacia el desarrollo y crecimiento de la educación, recalcando el carácter fundamental de esta para la población (instaurando así el derecho a la educación y la libertad de enseñanza dentro de la constitución política de la república de Chile). Así mismo nos es posible observar el trascendental y abrupto cambio que sufre la manera de concebir la educación a partir del golpe de estado de 1973 y la posterior instauración de la dictadura militar hasta ya 1989, esta alteración en la manera de visualizar la educación es un hecho fundamental que nos permite entender las bases del sistema educacional Chileno actual, por lo que entender los distintos puntos de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y su posterior remplazo instaurada en democracia, la Ley General de Educación (LGE), nos darán las bases para problematizar y tensionar aquellas constructos educativos que quedaron establecidos y a mi parecer se mantienen hasta hoy en día.

Podemos entender en términos generales el cambio instaurado hacia la educación Chilena en 1973 como un cambio dirigido hacia la privatización y la instalación de lo que Corbalán (2016) denomina como un sistema escolar de libre demanda por parte de las familias y de libre oferta por parte de proveedores de educación, en otras palabras la instalación de una visión de mercado sobre la educación Chilena. Nos dice así Corbalán (2016) como a partir de la instauración de este nuevo paradigma educacional se instaura una visión en la que se enfatiza la formación del capital humano como el principal objetivo de la educación, formando así un mercado educativo. Vemos también como el trasfondo de este mercado educativo es sustentado en una perspectiva libertaria e individualista, en donde los estudiantes y sus familias deben decidir  su establecimiento educativo utilizando una lógica racional y a la vez el sistema educativo debe estructurarse en función de tales decisiones (lógica de consumo y demanda). Es entonces que vemos como el sistema educacional Chileno se orienta desde aquel entonces desde una perspectiva competitiva – mercantil, en donde Corbalán (2016) nos recalca como esta visión apunta hacia una constante competencia que pueda generar la autorregulación permanente de calidad (cabe mencionar que esta calidad educacional es entendida en términos de capital humano, ósea la contribución al campo laboral).

Es claro entonces el paradigma mercantil en el que se inserta el actual sistema educativo Chileno, en donde acorde a las ideas neoliberales de las escuelas de Austria y Chicago pone un énfasis en la competencia, competencia que se da tanto entre los recintos educacionales como en los mismos estudiantes, quienes serán evaluados bajo el supuesto del merito particular de cada quien, instalándose así un sistema educativo basado en la meritocracia, competencia “justa” que busca evaluar la calidad tanto de enseñanza como de aprendizaje bajo el propio merito de las escuelas y los estudiantes. Vemos como Falabella y De la Vega (2016) nos hablan acerca de cómo actualmente el sistema educativo Chileno descansa en una política de responsabilizacion por desempeño, con esto los autores refieren a que la responsabilidad del desempeño recae en el merito de las escuelas y estudiantes, merito medido a través de pruebas estandarizadas, donde entonces una vez más se aprecia la competencia y en particular la meritocracia como regulador de calidad.

Vemos entonces como es que el actual sistema educativo de Chile centra muchos de sus constructos, principalmente el de la regulación, en la ideología de la meritocracia y en la libre competencia justa, es aquí que a mi parecer reside una de las problemáticas esenciales de la educación Chilena, la meritocracia. ¿Funciona la meritocracia como regulador de la calidad de educación? O ¿Es acaso que esta es una ilusión propia de un sistema mercantil que se centra en el logro? Es entonces que a lo largo de la discusión intentaremos dilucidar los diferentes argumentos que podrán guiarnos hacia una reflexión y respuesta de la pregunta central de este ensayo, ¿Es la meritocracia un efectivo regulador e impulsor de la calidad educativa en el sistema de educación Chileno?  Ante esta pregunta es que expreso la tesis central de este estudio, es necesario el modificar la ideología de meritocracia y competencia en pos de asegurar una calidad de educación para todos los estudiantes chilenos.

Discusión

Vemos entonces a partir de lo presentado anteriormente como la meritocracia se instala como una de las bases ideológicas sobre la cual el actual sistema educativo chileno construye varios de sus planteamientos primordiales, entre estos el mas determínate seria la incidencia que esta mirada competitiva pudiera tener sobre la calidad de educación, específicamente en como la constante comparación entre los meritos (generalmente medido en las pruebas estandarizadas) de los distintos establecimientos educacionales motivara a estos a superarse y seguir mejorando, así mismo se asume que aquellos alumnos que estudian mas o hagan un “mayor esfuerzo” tendrán un mejor merito (mejores notas). Así según esta lógica de competencia y meritocracia, las escuelas incentivaran a sus alumnos a conseguir mayor merito, ganando de esta manera prestigio para ellas mismas a la vez que sus alumnos obtienen mejores calificaciones, así la competencia por desarrollar prestigio académico de parte de los establecimientos educacionales impulsaría a los estudiantes a desarrollar mejores rendimientos en sus pruebas estandarizadas, generando así un constante incremento en la calidad de educación (medida según las pruebas estandarizadas).  

Nos encontramos entonces con que este planteamiento teórico tiene en sus cimientos 2 actores fundamentales que deben cumplir su “rol” para que esta rueda pueda seguir girando, por un lado está el rol de los establecimientos educacionales, de los cuales se espera que puedan generar el ambiente propicio para la motivación de sus estudiantes, mientras que por el otro lado están los estudiantes, de quienes se espera que se responsabilicen por su propio desempeño escolar, así serán los mismos alumnos y alumnas quienes estarán encargados de generar meritos para un posterior reconocimiento (reconocimiento que se expresa como becas, financiamiento o incluso siquiera la oportunidad de continuar estudios en el sistema educacional superior).  

Es a partir de aquí que a mi parecer es prudente y hasta necesario el problematizar la meritocracia como sistema regulador de la calidad de educación junto con los supuestos de funcionamientos de esta misma expresados anteriormente, así tensionando los distintos argumentos que fomentan y rechazan esta ideología de competencia que es la meritocracia. De esta manera al problematizar la meritocracia existente en el sistema educacional Chileno se buscara identificar aquellos aspectos que hoy en día merman la calidad educativa del sistema chileno, generando así posibles vías para el cambio de aquellos aspectos.

En primera instancia encontramos en planteamientos clásicos la visión de la escuela como “preparador de la adultez”, en donde como nos dice Peña y Toledo (2017)  es posible desde un discurso neoliberal ver como los establecimientos educacionales son entendidos como lugares que otorguen las herramientas y permitan a los estudiantes la inserción autónoma a la vida social adulta y las exigencias que conlleva está, así bajo este planteamiento se haría énfasis en las capacidades personales de cada quien y no en el estatus social. Es este énfasis en la capacidad individual lo que permitió la creciente y cada vez mayor especialización de la población desde la instauración de las escuelas como momento preparatorio para la adultez, siendo entonces un primer ensayo para el proceso de ser seleccionado a partir de los propios meritos. Es entonces gracias a la inserción del merito en las escuelas lo que ha permitido la expansión de la profesionalización en la población y su correcta incorporación al mundo laboral más tarde, junto con el desplazamiento de la enseñanza según la clase social a la que se pertenezca. Desde esta visión se entendería como la instalación de la competencia en la educación ha llevado a niveles de perfeccionamiento nuevos para la humanidad, pudiendo hablar entonces de una mejor calidad educativa con respecto a la antigüedad.

Junto con esto, encontramos autores como Fukushi (2010) que nos hablan acerca de cómo a partir de la reforma educacional de 1981 la cobertura educacional de chile tuve un alza importante, junto con el increíble aumento que desde ese entonces se ha dado en la cantidad de estudiantes que continúan sus estudios superiores. Así Fukushi (2010) nos señala la importancia de la educación superior como formadora de capital humano avanzado, en donde ante los desafíos propios de la modernidad y globalización, se hace imprescindible el contar con un “stock” adecuado de capital humano avanzado en pos de lograr el desarrollo necesario para poder competir en el marco internacional. Es entonces que surge la relación entre como las reformas dirigidas hacia la competencia y meritocracia han tenido una directa repercusión en el incremento del capital humano avanzado de Chile, permitiéndonos entender la meritocracia como un impulsor efectivo de la calidad de educación , en el sentido de la calidad de formación de futuros profesionales en el ámbito laboral.  

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb) pdf (167 Kb) docx (34 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com