Escuela Sostenible

INTRODUCCIÓN

La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.

La educación, ese proceso en el que una persona desarrolla las habilidades, conductas y conocimientos para actuar y comportarnos en la sociedad permitiendo la continuación y el devenir cultural, se ha convertido en una de las piedras angulares del desarrollo económico. Y lo que garantiza la eficiencia de un desarrollo próspero es la implementación e inserción de las ideas desde temprana edad, como sería en este caso la sostenibilidad. En este aspecto se crea la necesidad de empezar introduciendo la sostenibilidad por la institución base de la sociedad: La escuela.

El gran impacto al medio ambiente que produce la construcción data desde la Revolución Industrial. Anterior a ella, se solían utilizar materiales más orgánicos, propios de entorno en el que se pensaba edificar, pocos procesados, locales y por lo tanto resistentes a los cambios atmosféricos de la zona. Con esta revolución hubo una transformación inminente de los procesos constructivos y la forma en la que se obtenían los materiales.

El resultado de este cambio se traduce, en primer lugar, en un gran aumento de la distancia entre la obtención de materias primas y la ubicación de su elaboración o construcción; en segundo lugar, en el agotamiento de los recursos naturales próximos; y finalmente, en el aumento de la emisión de contaminantes derivados de la industria de la Construcción. Así mismo, la gran demanda de materiales de construcción a mediados del siglo XX comporta la necesidad de extraer y procesar gran cantidad de materias primas, elaborar nuevos materiales y el tratamiento de una elevada cantidad de residuos de construcción y demolición, con el coste energético que ello representa.

Desde entonces se está en deuda con el medio ambiente. Y es una deuda que ya se sabe como pagar. Desde 1972 se viene hablando del término sostenibilidad y de lo que este engloba, pero no es hasta el nuevo milenio que se le presta especial atención al reciclaje, aprovechamiento, disminución de impactos, reducción del uso discriminado, implementación de dispositivos tecnológicos menos dañinos, entre otras cosas favorecedoras ecológicamente al medio. Al mismo tiempo que se considera su factibilidad económica y los análisis para determinar la recuperación de la inversión realizada, la cual es mayor en cantidad pero contribuye a mayores aspectos.

Además el conocimiento es la mejor inversión que se puede hacer , aunque esta debe ser siempre beneficiaria para el inversionista porque de lo contrario carecería de incentivo y generaría perdidas en este sentido, lo cual tampoco es deseable. Es importante también, como último pilar del desarrollo sostenible, la inclusión social, el hecho de que las personas involucradas

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