Estrategias Formativas

ESTRATEGIAS FORMATIVAS EN CONTEXTOS NO FORMALES ORIENTADAS AL DESARROLLO SOCIOPROFESIONAL

El artículo de Tejada (2007), aborda las estrategias formativas en contextos no formales para el desarrollo socio-profesional. Donde parte de la no asunción de las lindes tan marcadas que existen entre los diferentes sistemas formales y no formales, hoy en día una de las características más evidente en los inter-sistemas es la permeabilidad y flexibilidad, que de alguna manera se apuesta por la formación a lo largo de la vida como enfoque que puede asumir e integrar todo lo relativo a los contextos no formales conjuntamente. Dentro de este contexto se conceptualizan estrategias y se fija el propio referente teórico para llegar a una propuesta de clasificación de estrategias formativas ligadas a la lógica del desarrollo de la formación basada en competencias.

En este sentido se ubican algunas estrategias ligadas al saber establecido como competencia técnica, al saber–hacer establecida como una competencia metodológica, al saber–ser establecida como competencia personal y por último al saber-estar establecido como una competencia participativa, con la intención de proponer todo un conjunto de estrategias formativas globales e integradoras.

Estas implicaciones de las estrategias formativas plantean ante la docencia una especialización, para los logros que deben tener los estudiantes comprendidos en competencias, con un aprendizaje e innovación, desarrollo de sus habilidades para la vida personal y profesional. Por lo tanto, la docencia muy compleja requiere de un dominio de teorías acerca de la enseñanza y del aprendizaje, de todas las acciones implicadas en planear, diseñar, aplicar y evaluar estrategias y, sustentarlas en la pedagogía y psicología educativa, dando un sentido a la forma de trabajar en el aula. Por lo tanto, es importante saber el enfoque por competencias de la especialidad como ejes fundamentales, de Ser docente plantea fundamentos de recuperación de la experiencia docente, la planeación pedagógica, la acción y la evaluación educativa para lograr una verdadera gestión educativa autónoma. Saber-ser docente con lleva el desarrollo de competencias profesionales para que el profesor de la Educación Media Superior sea competente en diseño, acción y evaluación de sus prácticas. Saber-aprender en la Educación Media Superior, entraña el desarrollo de competencias genéricas para que el docente sea capaz de aprender de las transformaciones del fenómeno socio-educativo, de las reformas institucionales del sistema al que pertenece, del desarrollo de su práctica y de las necesidades e intereses de sus alumnos.

Los ámbitos nodales del saber-aprender en el ejercicio docente se manifiestan en el reconocimiento de las tendencias socio-educativas actuales, de la comprensión del modelo educativo que en su institución, de la identificación de las áreas de mejoras de su práctica y sobre todo de la recuperación estratégica de los estilos de aprendizaje, el desarrollo de inteligencias múltiples y los ejes de interés socio- educativo de sus alumnos.

El saber-hacer implica el desarrollo de competencias específicas para que el docente tenga las capacidades suficientes para transformar sus saberes teóricos-conceptuales en prácticas socio-educativas, que le permitan conseguir sus propósitos mediante el diseño y/o selección de estrategias, recursos y materiales didácticos-pedagógicos para la gestión docente implícito en la planeación, acción y evaluación de competencias. Todo esto conforme a las disposiciones y condiciones de su contexto específico de desarrollo profesional del alumno, sin evitar los recursos de innovación permanente que le proporciona el entorno global del fenómeno socio-educativo contemporáneo.

Saber-estar, supone el desarrollo de competencias

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