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Estudio Etnografico

malindafrancisco19 de Agosto de 2014

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INVESTIGACION ETNOGRAFICA

La educación es un campo sumamente vasto para la investigación que ha sido estudiado desde varias y muy diferentes ópticas teóricas, ideológicas y metodológicas. En este ensayo nos vamos a referir a una forma, entre otras, de abordar el estudio de hechos y procesos educativos, bajo una dimensión analítica e interpretativa de la etnografía.

Como se ha sabido, la etnografía se origina en la antropología y, concebida en términos positivistas, se usaba en la investigación educativa como la técnica de la observación participante: observar y registrar detalladamente aquello que sucedía al interior de espacios educativos: desde los amplios, tales como comunidades e instituciones, hasta los más concretos como escuelas y aulas.

Sin embargo, una pura descripción, que implicaba recolectar, enumerar, coleccionar, juntar, sumar o categorizar datos, no permitía explicar problemas.

Con el paso del tiempo, y en contextos históricos recientes como los latinoamericanos, que se han distinguido por condiciones de crisis generales y casi permanentes, las cuales también se reflejan en las ciencias y en sus paradigmas, los etnógrafos han visto en sus quehaceres nuevas posibilidades de explicar procesos educativos.

Es con la aparición de los trabajos de Paulo Freire sobre las condiciones de vida de los grupos oprimidos que la investigación cualitativa en el campo de la educación da un histórico viraje en América Latina. Los procesos educativos toman otra dimensión. Aquellos individuos pertenecientes a los grupos marginales y más desprotegidos de la sociedad, se convierten en sujetos y actores sociales. Se enfatiza el estudio de los procesos educativos sucedidos en espacios concretos, donde hombres y mujeres de la vida diaria se relacionan. Cada grupo social es comprendido como realidades históricas concretas, específicas. Es decir, ahora se mira de abajo hacia arriba.

De esta manera, la investigación tradicional, especialmente la de corte cualitativo, se ha visto obligada a buscar alternativas que accedan a descubrimientos que, a su vez, permitan explicaciones diferentes a las anteriores. Se trata de lecturas nuevas de esas realidades. Por ejemplo, pobreza y condiciones socioeconómicas de los alumnos, consideradas por la investigación más convencional como factores estructurales determinantes en la reprobación, deserción, bajo rendimiento de los alumnos, es decir, en el fracaso escolar, ahora se sabe que no son las únicas condiciones que lo provocan. Otros factores —pedagógicos y no pedagógicos— afectan el trabajo educativo, como serían las deficiencias en el propio sistema educativo, manifestadas en las formas y condiciones de organización y administración, de funcionamiento y de gestión de las escuelas; en la supervisión y asesoría constante del trabajo técnico y pedagógico de los maestros; en la ubicación, instalaciones y condiciones materiales de operación de los planteles; en las condiciones materiales de vida de los maestros; en las condiciones laborales, salariales y sindicales de los mismos, así como en las que se desarrolla el trabajo docente cotidiano; en la calidad en la formación, actualización y superación docente; en la cantidad y calidad de los materiales didácticos entre otras.

Conocer estas condiciones nos lleva al plano de la vida cotidiana en la que se dan los procesos educativos en momentos históricos específicos. Así, se encuentra que los espacios educativos concretos forman pequeños pero muy complejos y heterogéneos mundos, en los que aquellos sujetos que intervienen en la educación, maestros, alumnos, padres de familia, autoridades, sindicato y demás grupos de la comunidad educativa, se relacionan constantemente y construyen sus propias prácticas.

De esta manera, la etnografía ha permitido el acercamiento a la vida cotidiana de estos espacios. Con el propósito de analizar, interpretar y explicar lo que sucede, ha coadyuvado a la construcción y reconstrucción, bajo una dimensión holística e integradora, de procesos y realidades educativas. Ahora bien, bajo estas condiciones, ¿Cómo podríamos definir a la etnografía? ¿Qué entendemos por ella? Podríamos decir que ésta, con sustentos epistemológicos y fundamentos teóricos, es una forma de hacer investigación, cuyo foco central de atención es el análisis de las relaciones entre los sujetos sociales. Es a partir de ellas, que se define el objetivo central, a saber: la construcción de conocimientos nuevos, de conceptos teóricos, a través de la descripción analítica de procesos ubicados históricamente en contextos específicos. Pero esta descripción etnográfica, lejos de meramente describir exhaustivamente o de narrar historias, leyendas o biografías; de repetir, reflejar o reproducir la realidad, se propone analizarla y construirla. Es decir, se trata de llegar a una forma de conocimiento, a partir de la descripción analítica de realidades cotidianas.

Después de las consideraciones anteriores se puede decir que la etnografía es un término que se deriva de la antropología, puede considerarse también como un método de trabajo de ésta; se traduce etimológicamente como estudio de las etnias y significa el análisis del modo de vida de una raza o grupo de individuos, mediante la observación y descripción de lo que la gente hace, cómo se comportan y cómo interactúan entre sí, para describir sus creencias, valores, motivaciones, perspectivas y cómo éstos pueden variar en diferentes momentos y circunstancias; podríamos decir que describe las múltiples formas de vida de los seres humanos.

Está basada en la contextualización, o sea centra la atención en el contexto antes que alguno de los componentes en particular. Además, es naturalista ya que la recolección de información está en la observación del hecho en su ambiente natural.

Estudia la cultura como unidad particular puesto que el propósito de un estudio etnográfico es describir una cultura o una parte de ella. Es cualitativa por que hace énfasis en la calidad antes que en la cantidad, pero no implica la exclusión de datos cuantitativos y es intersubjetiva por que entra en juego la subjetividad del investigador y de los sujetos que se investigan.

Es flexible por que el investigador no enfrenta la realidad bajo esquemas teóricos rígidos, más bien que la teoría emerja en forma espontánea siendo cíclica por que las actividades o pasos se repiten una y otra vez de acuerdo a la información que va arrojando la investigación.

Es holista por que aprueba la realidad cultural como un todo en el cual cada una de las conductas o situaciones tiene relación con el contexto global. Además, es inferencial por que la investigación etnográfica describe y explica una realidad cultural haciendo inferencias o induciendo ya que el conocimiento de una sociedad no puede observarse directamente acuerdo a la información que va arrojando la investigación.

Resulta oportuno mencionar que la recurrencia de los diseños etnográfico, buscan describir y analizar ideas, creencias, significados, conocimientos y prácticas de grupos, culturas y comunidades. Incluso pueden ser muy amplios y abarcar la historia, la geografía y los subsistemas socioeconómico, educativo, político y cultural de un sistema social (rituales, símbolos, funciones sociales, parentesco, migraciones, redes, entre otros).

Por lo tanto se puede recurrir a diseños etnográficos cuando, el propósito de la investigación es describir y analizar lo que las personas de un sitio, estrato o contexto determinado hacen usualmente; así como los significados que le dan a ese comportamiento realizado bajo circunstancias comunes o especiales, y se quieren presentar los resultados de manera que se resalten las regularidades que implica un proceso cultural.

Tal como se ha visto, para cada tipo de situación existen diferentes clasificaciones del diseño: Diseños realistas o mixtos; Diseños críticos; Diseños clásicos; Diseños microetnográficos y Estudios de casos culturales. Basándose en el tipo de unidad social se divide en: Etnografias procesales; Etnografía holística o clásica; Etnografía particularista; Etnografía de corte transversal; y Etnografía etnohistórica.

En relación a lo anteriores la etnografía, constituye un método de investigación útil en la identificación, análisis y solución de múltiples problemas de la educación, con el objetivo de mejorar la calidad de ésta estudia y resuelve los diferentes problemas que la afectan.

De manera que se considera por los propios etnógrafos como una herramienta rara, engorrosa de aplicar, pues requiere mucho tiempo, es necesario familiarizarse con el grupo y recoger toda la información válida en períodos largos de observación y de entrevistas; en ellas no se pueden usar ayudantes para la recogida del dato, pues se perdería su riqueza. El dato tiene que ser recogido por el propio investigador o miembros del grupo de investigadores, además no basta con los detalles externos es necesario ir más atrás y analizar los puntos de vista de los sujetos y las condiciones histórico-sociales en que se dan para hacer adecuadas interpretaciones de los sucesos.

Cabe agregar que este método lleva a encontrar lo general en lo particular, mediante la captación de lo esencial que es lo universal. Se debe ser fiel a la realidad que se observa, a las palabras que se escuchan, a los tonos que se utilizan; conservar los hechos y los documentos que se presenten, por lo que es fundamental el registro de la observación y de las entrevistas, para tratar de ofrecer una ambientación de la realidad.

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