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Evaluación de los aprendizajes. La evaluación diagnóstica


Enviado por   •  5 de Marzo de 2018  •  Ensayos  •  1.465 Palabras (6 Páginas)  •  153 Visitas

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EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

A lo largo de la historia del hombre, siempre se ha notado, en este, una actitud y una acción constante y esta es la de adquirir conocimiento, con el fin de entender su mundo y lo que está fuera de él, a la naturaleza, a los seres con los que comparte la existencia en este planeta y comprender su propio origen, su razón de ser y la razón de ser de sus comportamientos, de controlar su destino y el del mundo en que viven, entre muchas otras cosas. Y es así, gracias a esos deseos de entender y predecir todo, que el hombre fue ensamblando y dando forma a sus conocimientos e ideas para que de una manera razonada y coherente explicar los diferentes fenómenos, y que esta explicación funcionara eficazmente en cada momento que se requiera. Es a todo eso lo que podemos llamar una teoría. Es por ello, que en el campo de la psicología, las teorías del aprendizaje discuten los mecanismos utilizados por los seres humanos que en últimas instancias conducen a la adquisición de nueva información, hábitos y comportamientos. Aunque es un campo relativamente nuevo en el mundo de la ciencia, los psicólogos de hoy, y durante todo el siglo pasado han llevado a cabo muchos procesos en el avance de las teorías del aprendizaje. Desde el siglo XX hasta principios del siglo XXI, ha habido cuatro teorías principales, que van desde la idea que el aprendizaje es un proceso de descubrimiento hasta la idea de que el aprendizaje puede ser resultado de la auto motivación. Al respecto, desde la perspectiva conductista, señala John B. Watson (1878-1948), el conductismo asume que el aprendiz es esencialmente pasivo y que tan solo responde al estímulo del ambiente que le rodea. Este comienza como una tabula raza, completamente vacía, y se da forma a la conducta a través del refuerzo positivo o negativo. Por tanto, se define desde esta perspectiva como un cambio en la conducta de quien aprende. A los efectos de este, los cognitivistas dan a la mente y a los procesos mentales la importancia que el conductismo no le dio; creían que la mente debía ser estudiada para llegar a entender como aprender, para ellos el aprendiz es un procesador de información, como un ordenador. Esta perspectiva sustituyó al conductismo como paradigma principal en la década de 1960. Por lo tanto, el conocimiento puede ser visto como un esquema o como construcciones mentales simbólicas. De este modo el aprendizaje se define como un cambio en los esquemas del aprendiz. Por su parte, Abraham Maslow, considerado el padre de la psicología humanista desarrolló una teoría basada en la noción de que la experiencia es el fenómeno principal en el estudio de la conducta y el aprendizaje humano. Puso mucho énfasis en cualidades que nos distinguen como seres humanos (valores, creatividad, capacidad de elección), rechazando así los puntos de vista conductistas debido a lo reduccionista que eran. Por su parte Piaget, elaboró su teoría desde una postura constructivista, donde afirma que los niños tienen un papel activo a la hora de aprender. Para él, las diferentes estructuras mentales van modificándose y combinándose entre ellas a través de la experiencia mediante la adaptación al entorno y la organización de nuestra mente. Por consiguiente, las teorías del aprendizaje resultan importantes en el que hacer docente debido a que, el poder explicar de manera científica como aprende el ser humano, para así, tomar decisiones pedagógicas pertinentes, en base a la evaluación del aprendizaje que el docente analiza. La Evaluación puede definirse, según María Casanova (1998), como la “obtención de información rigurosa y matemática para contar con datos válidos y fiables acerca de una situación con objeto de formar y emitir un juicio de valor con respecto a ella. Estas valoraciones permitirán tomar las decisiones consecuentes en orden a corregir o mejorarla situación evaluada. En otras palabras, evaluar, es reunir todas las evidencias posibles que en forma objetiva podamos encontrar a favor de cada una de las actividades que se están desarrollando dentro del proceso enseñanza aprendizaje. Para tal efecto, la evaluación como proceso del aprendizaje amerita tomar en cuenta las siguientes formas de participación; autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, formas que por sí solas no pueden cumplir la tarea, por tal motivo necesitan de la presencia del facilitador y los participantes y también del uso de estrategias, técnicas, procedimientos e instrumentos que le permitan evidenciar el proceso. En ese sentido, la autoevaluación es un proceso que le permite al participante conocer sus potencialidades y limitaciones y con ellas tomar las medidas necesarias para incrementar sus conocimientos. Por otro lado, como la coevaluación es un proceso de valoración recíproca, con ese cúmulo de experiencias que le va dando la autoevaluación, entonces él enriquece y realimenta el aprendizaje de su grupo atendiendo lo establecido por la institución. Por su parte, la heteroevaluación es la evaluación que realiza una persona sobre otra respecto de su trabajo, actuación, rendimiento, etc. Sólo así la evaluación deja de ser un instrumento de control para medir lo que le falta por aprender al participante y no cuánto ha adquirido. Vinculado al concepto, cuando se hace referencia a los tipos de evaluación según su finalidad se habla de tres tipos; diagnóstica, formativa y sumativa.

La evaluación diagnóstica, ésta se realiza

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