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FISIOLOGIA DEL FETO Y LA PLACENTA

chrisaleon21 de Mayo de 2015

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FISIOLOGÍA DEL FETO Y LA PLACENTA

A principios del embarazo, al finalizar la tercera o cuarta semana, las vellosidades corionicas desarrollan vasos sanguíneos en su interior (conectados con el torrente sanguíneo fetal). Las células trofoblasticas de las vellosidades corionicas forman espacios en la decidua basal, que se llenan de sangre materna para nutrir al feto. Continua la diferenciación de las vellosidades corionicas y en el tercer mes la placenta se encuentra formada por la unión de las vellosidades corionicas (porción fetal) con la decidua basal (porción materna; véase fig. 10-7).

La placenta es un órgano carnoso en forma de disco que crece hasta cerca de 20 cm de diámetro y 2 de espesor en las últimas etapas del embarazo. Durante el desarrollo del mismo, su peso y masa aumentan en proporción con el feto. La relación de peso normal entre el feto y la placenta a término es 6:1. A término, la placenta pesa cerca de 500g y cubre la cuarta parte de la pared uterina.

La superficie fetal de la placenta es lisa y brillante y está recubierta de amnios. Debajo de esta membrana pueden verse varios vasos sanguíneos de gran tamaño. La superficie materna es roja y carnosa y está dividida en 15 a 20 segmentos o cotiledones, de aproximadamente 2.5cm de diámetro.

L placenta se conecta con el feto mediante el cordón umbilical, que en general tiene 55cm de longitud y de 1 a 2.5cm diámetro. El cordón sale de la placenta cerca de la parte central y penetra en la pared abdominal del feto en el ombligo, justo por debajo de la parte medía de la línea mediana en el frente. Contiene dos arterias y una vena grande que están enrolladas una sobre otra y se protegen de la presión mediante una sustancia gelatinosa transparente de color blanco azuloso que se denomina gelatina de Wharton.

Generalidades del funcionamiento placentario

La placenta humana es un órgano verdaderamente versátil. Funciona como pulmón para la transferencia de gases, como aparato digestivo para el transporte de nutrientes, como riñón para la excreción de desperdicios, como piel para la transferencia de calor y como hígado porque conjuga fármacos y hormonas. Además, también es una glándula endocrina porque produce diversas proteínas y hormonas esferoides. Estas importantes actividades se llevan a cabo debido al tipo de formación placentaria exclusiva de los seres humanos, que es hemocorioendotelial. La palabra "heme" se refiere a la sangre materna, que baña los sincitiotrofoblastos (corion) en forma directa y está separada de la sangre fetal por el endotelio capilar fetal en el espacio intravelloso. La sangre materna que penetra a este espacio, procedente de las arteriolas en espiral, es rica en nutrientes y está bien oxigenada. La sangre fetal que se encuentra en el interior de las vellosidades similares a dedos que se extienden hacia el inferior del espacio intervelloso, está desoxigenada y carece de nutrientes (fig. 10-14); llega ahí procedente de las arterias umbilicales. La transferencia de oxígeno y gran cantidad de nutrientes de la madre al feto, y el proceso contrario de transferencia de dióxido de carbono y otros desperdicios metabólicos del feto a la madre, se realizan por medio de la membrana coriónica, que constituye la superficie externa de las vellosidades. La sangre recién restaurada regresa al feto a través de venas que se encuentran dentro de las vellosidades, y convergen en la vena umbilical. El influjo de sangre arterial materna impulsa la sangre venosa hacia las venas del endometrio que están ubicadas en la superficie de la decidua basal.

Intercambio fetoplacentario de oxigeno

La presión parcial de oxígeno (PO2) en el espacio intervelloso es aproximadamente 35 a 40 mm Hg. Esta es la mayor presión de oxígeno a la cual se encuentra expuesta la circulación fetal. En cualquier momento, el oxígeno que se encuentra en el interior del espacio intervelloso satisface el consumo fetal de oxígeno durante cerca de uno y medio minutos. En su camino hacia el espacio intervenoso, las arterias espirales atraviesan la pared muscular del miometrio. En cada contracción uterina estas arterias son comprimidas por el miometrio y su flujo de sangre se ve interrumpido. En consecuencia, se interrumpe el aporte de oxígeno del espacio intervelloso. El feto normal tolera este breve periodo de deprivación de oxigeno sin sufrir daños. En ciertos casos de trabajo de parto anormal, cuando las contracciones son demasiado prolongadas, la anoxia que se produce puede ocasionar daños fetales.

El cordón umbilical es otro enlace vulnerable en el sistema materno fetal de intercambio de oxígeno. En ciertos tipos de trabajo de parto, el cordón umbilical experimenta compresión, por ejemplo, entre la cabeza fetal y la pelvis, o queda enredado sobre el feto. La interferencia prolongada de la circulación en el cordón afecta en forma grave la oxigenación fetal.

El examen general del lado materno de la placenta revela cerca de 20 cotiledones o lóbulos. Estos se dividen en aproximadamente 200 lobulillos, y cada uno de ellos es una unidad circulatoria que contiene una sola arteria en espiral. Si esta arteria se obstruye, como ocurre en caso de trombosis o cuando se forma un coágulo en su luz, el aporte sanguíneo a esa unidad circulatoria se ve afectado, y se produce la destrucción del tejido o un infarto en el área. Muchas placentas a término contienen algún área de infarto. Por fortuna, la placenta cuenta con una reserva considerable. Puede perder hasta cerca del 30% de la superficie funcional del tejido velloso por depósitos de fibrina o hasta un 50% debido a bloqueos de tallos de vasos fetales sin que el feto se vea afectado.

A nivel microscópico, tres capas de tejido separan la circulación fetal de la sangre materna. Una molécula que atraviesa del feto a la madre debe pasar por estos tejidos. La capa más externa es el trofoblasto fetal, que contiene un sincitiotrofoblasto externo y un citotrofoblasto interno. Inmediatamente debajo del trofoblasto se encuentra la capa de tejido conectivo. La capa más interna es la endotelial o de capilares fetales. Al avanzar el embarazo, los capilares fetales se acercan más a la superficie de las vellosidades y se facilita el intercambio. La distancia de difusión para una molécula es aproximadamente de 3 a 6 µm.

Transmisión placentaria de nutrientes

Los seis mecanismos para el transporte de nutrientes de la madre hacia el feto son difusión, difusión facilitada, transporte activo, flujo masivo, pinocitosis y defectos de la membrana placentaria.

1. La difusión es la transmisión de una sustancia de una a otra zona dependiendo de su gradiente de concentración. Los materiales que se transportan por difusión incluyen los gases de la respiración, oxígeno y dióxido de carbono; los electrolitos, sodio y cloro y algunas vitaminas liposolubles. El transporte de gases depende de sus presiones parciales.

2. La difusión facilitada es el paso a favor de un gradiente de concentración que se produce cuando la concentración del material del lado materno es mayor que la del lado fetal. Este tipo de transferencia se realiza sin emplear energía, pero a mayor velocidad de la que puede explicarse basándose solo en el gradiente de concentración. Dicho mecanismo es mediado por acarreadores (es decir, la transferencia se efectúa por elementos celulares que introducen sustancias a través de la membrana). La glucosa, uno de los combustibles fetales de mayor importancia, se transporta mediante difusión facilitada.

3. El transporte activo es el paso de sustancias de una otra en contra de un gradiente de concentración, y depende de la energía. Para este mecanismo es necesario invertir energía celular. Los aminoácidos se transportan contra un gradiente de concentración 2:1 de la madre al feto. El hierro, el calcio, el yodo, y las vitaminas solubles en agua son transportados por este mecanismo.

4. El flujo masivo constituye la transferencia de sustancias mediante gradientes hidrostáticos u osmóticos a través de microporos en la membrana. Este mecanismo es importante para mantener el intercambio materno-fetal de agua y electrólitos en solución.

5. La pinocitosis constituye la transferencia por medio de una célula de sustancias contenidas en pequeños vasos ubicados en la membrana celular o cerca. Las microgotas de plasma son introducidas por trofoblastos, que transportan imunoglobulinas al feto.

6. Los defectos de la membrana placentaria permiten la transferencia de sustancias de mayor tamaño, como eritrocitos, de la madre al feto. Mediante este proceso se efectúa la sensibilización de las mujeres con Rh-negativo, que llevan un feto con Rh-positivo. Los eritrocitos fetales Rh-positivos penetran a la circulación materna y producen anticuerpos. Con frecuencia esto ocurre durante el alumbramiento, cuando la incidencia de roturas en la membrana placentaria es mayor.

Permeabilidad placentaria

La difusión es el mecanismo más importante que regula la transferencia de sustancias entre la madre y el feto. En consecuencia, cualquier afección de la misma suele causar disfunciones placentarias evidentes. La difusión depende de las características de la membrana placentaria. Es un proceso de tipo físico que no requiere energía. Depende de ciertos principios, que en combinación, se conocen como ley de Fick. Esta ley dice que la velocidad de transferencia de materiales es directamente proporcional al espesor de la membrana. Lo anterior implica que mientras más permeable sea la membrana

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