Feminismo, la revelación del siglo

Feminismo, la revelación del siglo.

¡Las mujeres rompen con los esquemas de la sociedad y se revelan! Frases como estas se escuchan comúnmente hoy en día; y es que la mujer desde épocas pasadas ha venido siendo esclava de innumerables condicionamientos. Características a las que han tenido que regirse por imposición de la sociedad, y en efecto someterse a ser catalogadas y juzgadas de cierto modo. La forma de su cuerpo, la belleza exterior y artificial son los ejes alrededor de los cuales se han basado para realizar variedad de críticas. Sin duda, es innumerable la cantidad de prejuicios que han rondado a la mujer durante tantos años, y como respuesta directa tenemos al feminismo, que lo podemos definir como “la lucha por conseguir una nueva identidad humana a partir del hecho biológico de haber nacido mujer; es alcanzar, junto con los hombres, una nueva y superior categoría: la de personas “. (Roig 1) Pero, ¿cómo alcanzar éste fin si la misma sociedad se encarga de discriminar y juzgar a la mujer de uno u otro modo?

La mujer, al igual que todas las personas que habitamos este mundo, es un ser único y juega un papel fundamental en la sociedad. Pero existen ocasiones en las que se deja de ver las cualidades que éste ser posee para encontrar los supuestos “defectos”. Uno de ellos es el mito de la belleza, que no es más que un estereotipo impuesto. Cada mujer es bella, singular y especial en su esencia, pero la sociedad no puede ver esto, para ellos, una mujer bella es aquella que tiene la piel tersa, sin manchas y muy cuidada, facciones finas y sin desgastes, etc. Pero, ¿de cuándo acá eso es cierto?, ¿acaso las mujeres que no poseen éstas características dejan de ser mujeres por ello? Pues para la sociedad, efectivamente así es, aquellas que no cumplan con éstos requerimientos son excluidas y tachadas de feas, así de simple. Resulta increíble tanta ignorancia pero esto es lo que se ha venido haciendo a través de tantos años, inculcarle a la mujer la idea de que debe asemejarse al prototipo “ideal de belleza”.

Ahora bien, dejando de lado éste aspecto, nos centraremos en uno mucho más amplio pero igual de absurdo. Sabemos que en la sociedad las mujeres que poseen un cuerpo escultural llevan ventajas, y aunque esto no debería suceder, es inevitable. Sabemos que aquellas mujeres que cumplen con éste requerimiento tienen numerosas ventajas, entre ellas la opción a tener un mejor empleo y ser contratadas con facilidad. Por lo general, las empresas suelen preferir a personas que cumplan con éste perfil en su equipo de trabajo. Aquellas que tengan quizá unos kilos extra, inmediatamente son excluidas.

La exclusión o segregación de mujeres que no cumplen el estereotipo de estar delgadas ah sido la causa para que se originen enfermedades y trastornos. Nos referimos a la bulimia y la anorexia, que no son más que enfermedades adquiridas debido a ésta segregación.

...