Fisiologia Del Buceo
paisafaire17 de Octubre de 2013
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8.1. INTRODUCCIÓN
Cuando se cumplen las normas de seguridad establecidas, el mar raramente suele ser peligroso para el buceador que está adiestrado adecuadamente y en forma física, que conoce las limitaciones de su equipo y que presta atención a los requerimientos específicos del buceo en diferentes condiciones ambientales.
El buceador, en su trabajo, encuentra todos los problemas comunes de la natación además de otros que aparecen cuando deja su medio ambiente, que es la atmósfera, y desciende bajo la superficie del agua.
Antes de dejar la atmósfera deberá conocer perfectamente los problemas que existen bajo el agua, cómo reconocerlos y qué hacer cuando se presenten. Esto es particularmente importante en el buceo autónomo, en el que a veces, los citados problemas suelen ir precedidos de síntomas o de avisos que permiten prevenir un peligro, por lo que no hace falta decir que esto puede salvar en alguna ocasión la vida de un buceador.
Los problemas del buceo se pueden agrupar de acuerdo con la situación en que se desarrollan. Esto permite clasificarlos de la forma siguiente:
• Problemas generales.
• Problemas del descenso.
• Problemas en la profundidad de buceo.
• Problemas del ascenso.
8.2. PROBLEMAS GENERALES
8.2.1. Ahogamiento.
Debe considerarse como ahogado a cualquier persona que presente signos de asfixia por sumersión. Es la causa de muerte más frecuente en buceo. Puede ocurrir debido a factores personales, ambientales y/o del equipo.
Aunque en la mayoría de los casos hay aspiración de líquidos a pulmones, en un 10-15% los pulmones están secos (laringoespasmo).
El tratamiento comprende dos aspectos:
• Reanimación cardiorrespiratoria: Todos los buceadores deberán dominar el método de reanimación cardiorrespiratoria. Las maniobras que antiguamente se realizaban para desalojar el agua de los pulmones, actualmente no se realizan por no tener ninguna eficacia.
• Tratamiento por personal médico especializado ya que la evolución del cuadro es imprevisible en el momento del rescate, pues no se poseen los medios suficientes para la valoración exacta de su estado, ni es posible prever futuras complicaciones, por lo que se deberá evacuar a un centro médico adecuado, aunque el buceador accidentado se haya recuperado aparentemente.
El buceador deberá estar perfectamente entrenado en vaciar el agua de las gafas y tubos traqueales, en abandonar su equipo y en como reaccionar en caso de emergencia.
8.2.2. Buceador enredado o atrapado.
Cuando se está sujeto bajo el agua, con suministro de aire limitado, puede dar lugar a ahogamiento. Varios materiales pueden atrapar al buceador, incluyendo algas, cabos (incluso cabos de seguridad), artes de pesca.
Si está asegurado el suministro de aire, entre el compañero, la tranquilidad y un cuchillo de buceo ayudarán a resolver la mayoría de los casos.
8.2.3. Otitis externa.
La otitis externa es una infección en el conducto auditivo externo (C.A.E.) causado por las repetidas inmersiones. Probablemente sea el trastorno médico más frecuente en buceo. El agua en que se desarrolla la infección no tiene porqué estar contaminada con bacterias para que se pueda producir otitis externa. Las repetidas inmersiones producen una maceración de la piel del C.A.E.; las bacterias normalmente presentes en el canal se multiplican dando lugar a la infección.
El primer síntoma de otitis externa es prurito y/o sensación de humedad en el oído afectado. Esta sensación progresará a dolor local cuando el C.A.E. se inflame. Puede haber afectación de los ganglios linfáticos regionales haciendo doloroso el movimiento de la mandíbula. En casos graves puede cursar con fiebre.
La mejor defensa contra la otitis externa es la prevención:
• No bucear en aguas contaminadas. En caso de ser necesario utilizar equipo adecuado.
• Enjuagar con agua limpia los oídos después de cada inmersión y secarlos posteriormente.
• Evitar rascado o limpieza de oídos por métodos inadecuados que puedan producir heridas.
• Profilaxis con solución alcohólica (p.e., solución de Burow).
Una vez que se desarrolle otitis externa, el buceador debe interrumpir las inmersiones y ser examinado y tratado por un médico.
8.2.4. Aguas contaminadas.
El buceador puede estar expuesto a los riesgos de sufrir envenenamiento o enfermedad debido a los diferentes tipos de contaminantes químicos. Materiales tóxicos o escapes de combustibles volátiles pueden irritar la piel y corroer el equipo. El buceador no debe realizar inmersiones hasta que se identifique el contaminante, se evalúen los factores de seguridad y se establezca el proceso para la descontaminación.
En aguas con contaminantes por gérmenes los buceadores, cuando emplean traje húmedo, son especialmente vulnerables a infecciones cutáneas y de oídos. Pueden tragar inadvertidamente agua contaminada.
Al planificar una inmersión en agua contaminada se debe contar con trajes protectores y procedimientos médicos preventivos. Se recomienda que el equipo de buceo seleccionado proporcione la máxima protección facial y sea estanco al agua.
No bucear en aguas contaminadas si se tiene alguna herida abierta o sin cicatrizar. Realizar profilaxis de otitis externa.
8.2.5. Traumatismos subacuáticos.
Existe el riesgo de lesiones graves provocadas por las hélices de las embarcaciones. Ese riesgo se incrementa por la dificultad que el buceador tiene para localizar la embarcación mediante la vista o el oído. Tampoco son infrecuentes los traumatismos craneales producidos al nadar próximo al bote. Deben manejarse con precaución los equipos pesados y herramientas cortantes para evitar golpes y heridas.
8.3. PROBLEMAS DEL DESCENSO
Tan pronto como el buceador desciende bajo la superficie del agua, se encuentra con presiones crecientes a las cuales debe adaptar su organismo. Los efectos de las variaciones de presión en el cuerpo pueden dividirse en PRIMARIOS O SECUNDARIOS.
8.3.1. Efectos primarios.
Los efectos primarios incluyen los efectos mecánicos de la presión sobre las células y en los espacios huecos del cuerpo. Durante el descenso puede ocurrir el aplastamiento, y durante el ascenso puede desarrollarse una expansión excesiva dentro de los espacios cerrados del cuerpo. Ambos constituyen lo que se denomina baro trauma.
El baro trauma es el daño que se produce en los tejidos corporales por los efectos mecánicos de la presión, cuando la diferencia de presión hidrostática alrededor del cuerpo, o entre el cuerpo y el equipo de buceo no están equilibrados adecuadamente. El baro trauma ocurre con mayor frecuencia durante el descenso, pero también puede ocurrir durante el ascenso.
8.3.1.1. Baro trauma de oído.
El baro trauma de oído puede ocurrir siempre que no puedan equilibrarse las presiones a ambos lados del tímpano.
Es necesario que el buceador sepa compensar sus oídos. En caso de dolor en los mismos no hay que continuar el descenso, sino que se debe parar para intentar equilibrar presiones e incluso ascender uno o dos metros y no continuar descendiendo hasta compensar los oídos. Si continúa sin poder equilibrar presiones, aborte la inmersión.
Una medida para prevenir el baro trauma de oídos (y senos) puede ser la instilación de descongestionantes nasales una hora antes de la inmersión si hay una ligera congestión, o no bucear en los casos de congestión importante. Evite el uso de descongestionantes con antihistamínicos ya que estos pueden potenciar el efecto narcótico del nitrógeno.
Si se continúa descendiendo a pesar del dolor de oídos, puede producirse fácilmente rotura o perforación timpánica.
8.3.1.1.1. Baro trauma de oído medio.
La causa más corriente de baro trauma de oído medio es la incapacidad de equilibrar presiones entre el oído medio y el exterior por obstrucción de la Trompa de Eustaquio, debido a catarros, mucosidades o defectos de nacimiento en la constitución del citado conducto. Se produce durante la fase de descenso (compresión), del buceador siendo sus síntomas fundamentales el dolor de oído, en casos extremos puede dar lugar a rotura del tímpano.
Tres posibles consecuencias de la rotura del tímpano durante el buceo son:
-Otitis media (infección del oído medio).
• Deficiencia en la audición, ya sean temporales o permanentes.
-Vértigo.
La sensación que el buceador tiene de que su cabeza da vueltas o que las cosas giran a su alrededor se llama vértigo. Es una condición de aturdimiento y pérdida del equilibrio, generalmente acompañada de náuseas, durante la cual el individuo se siente enfermo y pierde la noción de las direcciones, pudiendo ser fácilmente presa del pánico. Las causas de vértigo pueden ser:
• Baro trauma de oído medio.
Estimulación con agua fría en el oído interno o al pasar a través del tímpano perforado y estimular el mecanismo de equilibrio del oído interno, produciendo el vértigo. Esta condición es solamente temporal y normalmente dura de uno a tres minutos, hasta que el agua que pasa a través del tímpano se calienta por la temperatura corporal.
• Rotura de la ventana redonda u oval.
• Cambios en la presión del oído medio (Vértigo alternobárico). En este caso el vértigo cederá cuando se alcance el equilibrio de presiones entre ambos oídos.
-Embolismo arterial gaseoso o enfermedad descompresora.
8.3.1.1.2. Baro trauma de oído externo.
Puede resultar del uso de tapones en los oídos, o por estar demasiado ajustada la
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