Frente Estrategico

La República Bolivariana de Venezuela presenta una fachada insular

marítima de forma casi paralela a su costa, constituida por tres grupos de

islas, a saber: el primer grupo se encuentra dentro de las doce millas náuticas,

espacio que, de conformidad al Derecho Internacional y con lo establecido

en la Ley Orgánica de los Espacios Acuáticos (Decreto No. 6.126, con

Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica que los Espacios Acuáticos

No. 5.890 Extraordinario de la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de

Venezuela, de fecha 31 de julio de 2008), refiere que el Mar Territorial Venezolano,

abarca todo lo largo de las costas continentales e insular de la República

y tiene una anchura de doce millas náuticas que se mide ordinariamente

a partir de la línea de más baja marea. En él se encuentran las islas, islotes y

cayos costaneros pertenecientes a los parques nacionales Morrocoy (Estado

Falcón), San Esteban (Estado Carabobo) y Mochima (Estados Sucre y Anzoátegui),

las pertenecientes al Municipio Insular Padilla: Isla de Toas, San

Carlos, Maraca, Pescadores, Zapara y Sabaneta de Montiel (Estado Zulia),

Las Isletas (Estado Anzoátegui) e Isla de Patos (Golfo de Paria, Estado Sucre).

Dentro de este primer grupo se encuentra el territorio del Estado Nueva

Esparta, constituido por las islas Margarita, Coche y Cubagua; grupo insular

que, por ubicarse dentro de la plataforma continental, origina idéntica jurisdicción

sobre las islas Los Frailes e Isla La Sola (Colomine, 2000).

El segundo grupo intermedio de islas se ubica fuera del mar territorial y

lo integran los archipiélagos Los Monjes, Las Aves, Los Roques, La Orchila,

Los Hermanos, Los Testigos y las islas La Tortuga y la Blanquilla. La soberanía

de Venezuela sobre este grupo emana históricamente desde el año 1777,

con base al principio de posesión justa y jurídica luti Possieti Juri conferido a

los territorios de lo que fue la Capitanía General de Venezuela.

En la parte centro-oriental del Mar Caribe se encuentra Isla de Aves,

bajo las siguientes coordenadas geográficas: 15º 40’ de latitud norte y 63º 37’

de longitud oeste. La soberanía de Venezuela sobre Isla de Aves surge

igualmente de la Real Cédula de 1777 que originó a la Capitanía General de

Venezuela. La importancia de este pequeño territorio insular (3,5 has.) radica

en que el mismo constituye el punto territorial a partir del cual Venezuela ha

delimitado espacios marinos con los Estados Unidos, Francia y los Países

Bajos; es actualmente punto de negociación limítrofe con otros países del

Caribe. De esta forma, Isla de Aves agrega a la Zona Económica Exclusiva

aproximadamente 75.000 kilómetros cuadrados (Colomine, 2002).

Figura 1. Posición de Isla de Aves

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Figura 2. Importancia Geoestratégica de Isla de Aves

Fuente: Blanco (2006).

Existen algunos elementos con respecto a la posición geográfica de las

islas, las costas, los golfos y ensenadas, la extensión marítima, la Barra del

Lago de Maracaibo que conecta al Golfo de Venezuela y el Caribe Occidental

con la mayor extensión de agua dulce (16.700 Km2) de América del Sur, la

gran desembocadura del delta del río Orinoco, como importante espacio de

bosques y gran suministrador de nutrientes hacia el Caribe Oriental, el contexto

histórico indígena desde el cual se desprende la palabra Caribe y el

factor humano, que dictaminan que Venezuela es un país caribeño y atlántico

porque tiene un posicionamiento geoestratégico al norte de América del Sur.

De acuerdo con el Colegio Interamericano de Defensa (2000), los elementos

del Poder Nacional son el espacio, el hombre y los recursos naturales.

De ellos emana toda la fuerza, la capacidad o el poder que puede acumular la

Nación; son en síntesis, las columnas maestras en las que descansa el Poder

Nacional. Los elementos del Poder Nacional se desdoblan en fundamentos y

factores, conforme sean o no componentes básicos de ese poder. Éstos a su

vez, pueden ser clasificados en factores específicos y no específicos, de

acuerdo a ciertas circunstancias determinantes. Los fundamentos del Poder

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Nacional constituyen la base, son la sustancia, la esencia del Poder. El Poder

Nacional se fundamenta esencialmente en los factores geográficos que, en

cierta forma, condicionan a los demás; pero también lo hace en otros factores

no necesariamente geográficos que integran su compleja estructura.

La Expresión Militar del Poder Nacional, o sea el Poder Militar, no se

aparta de esta concepción doctrinaria y, por consiguiente, descansa básicamente

en esos tres fundamentos, a los cuales conviene añadir uno más, que es

esencial para facilitar la acción de los factores. Dichos fundamentos, de acuerdo

con Morgenthau (1963), son los siguientes:

- Recursos Humanos.

- Territorio (Situación Geo-Estratégica).

- Instituciones Militares.

- Virtudes Militares del Pueblo.

El territorio es la base física de una Nación. Representa, por lo mismo,

un patrimonio a preservar, tanto por lo que él significa desde el punto de vista

histórico-cultural, como por los recursos económicos, mayores o menores,

que proporciona a las poblaciones. La integridad territorial constituye un objetivo

nacional de alta significación, que todas las naciones del mundo se esfuerzan

por mantener hasta las últimas consecuencias, haciendo entonces

prevalecer la fuerza del Poder Militar.

La inviolabilidad de las fronteras terrestres, de las aguas territoriales,

del espacio aéreo, constituye un encargo constitucional específico de la

Fuerza Armada, que para ello se organiza y despliega desde el tiempo de

paz. El territorio es fundamento condicionante de la Expresión Militar, ya que

en ella influye de manera decisiva y prácticamente incontrovertible. Es lo que

se denomina la situación geoestratégica (Seguridad y Defensa ESGN, 1999).

El Poder Naval no es lo mismo que el Poder Marítimo. El primero alude

al poder de una nación en cuanto a capacidad militar naval. El segundo, en

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cambio, se refiere al potencial que tiene un país para beneficiarse de su espacio

marítimo en términos de desarrollo integral. Estados Unidos, por ejemplo,

es un país con un enorme poder naval, considerada la primera potencia

mundial en cuanto a poderío militar naval; pero no es la única con un enorme

poder marítimo, pues países como Japón, por ejemplo, con un escaso poder

naval, poseen sin embargo un gran poder marítimo, dado que gran parte de

su desarrollo integral se sustenta en la explotación de su espacio marítimo.

El Poder Naval ha sido considerado hasta ahora como un componente

del Poder Marítimo, tal vez porque su nacimiento o creación se desarrolla en

el seno del poder comercial marítimo y para su defensa; en efecto, el poder

marítimo de un país como Venezuela no está únicamente representado por

la acción que ejerce el poder militar naval, éste puede aplicarse para disuadir

o para contener una amenaza; pero el poder marítimo de un Estado debe ser

un equilibrio entre los factores de desarrollo y el factor de aplicación del poder

(Briceño, 1994). La cuenca del Caribe, y más específicamente el Caribe

insular, constituye un área crucial para los intereses económicos y geopolíticos

venezolanos (Serbin, 1983).

En el Caribe hay un verdadero mosaico de sistemas y regímenes políticos:

exponentes del mundo socialista, democracias representativas, territorios

de ultramar. En términos étnico-culturales coexisten estados en cuya

población predominan identidades asiáticas, anglosajonas, europeas, africanas

y latinas que, en su mestizaje, han dado lugar a una cultura caribeña denominada

Creole (vocablo propio del papiamento). De esta forma, se observa

que lo más característico del Caribe es la diversidad y la heterogeneidad: ello

plantea un desafío de la geografía que debe enfocarse desde el punto de

vista geopolítico y geoestratégico. En el Mar Caribe confluyen presiones

geopolíticas de cinco potencias con intereses en todas esas islas. Es uno de

los pocos sectores en el mundo donde aún existen colonias, con departa6

mentos de ultramar de Francia, Holanda, Inglaterra y los Estados Unidos de

América, los cuales configuran un importante sistema de presión geopolítica

para las naciones independientes de la región, que dificulta, entre otras cosas,

los procesos integracionistas y de cooperación enmarcados en modelos

distintos del libre mercado. Como variable adicional, se encuentran los ilícitos

provenientes de la operación del narcotráfico internacional, que utilizan las

aguas caribeñas para sus actividades. Venezuela cuenta con gran

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