HISTORIA DE LA PROSTITUCIÓN
LUX198311 de Junio de 2014
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HISTORIA DE LA PROSTITUCIÓN
Origen y antigüedad de la prostitución
La prostitución ha sido calificada eufemísticamente como la "profesión más antigua del mundo", ya que se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y en prácticamente todas las sociedades.
Un argumento que discute la antigüedad de la práctica más allá de los registros históricos conocidos, desde el punto de vista socioeconómico, afirma que el intercambio de favores sexuales a cambio de bienes materiales requiere de un cierto tipo de acumulación capitalista o asimetría en el acceso a ciertos recursos, o bien una diferenciación social, que probablemente no se dieron entre los primeros grupos humanos hasta que la tecnología no rebasó cierto umbral.
Sin embargo, desde un punto de vista puramente biológico, en las últimas décadas la investigación científica ha descubierto ejemplos de actitudes en animales que pueden equipararse a la prostitución en los seres humanos: algunas especies de pingüinos intercambian sexo por piedras adecuadas para la construcción de nidos, y entre los chimpancés enanos existe un sistema social bien establecido en el que, entre otras interacciones, las hembras ofrecen sexo a cambio de comida, y como mecanismo de resolución de conflictos. Así, teniendo en cuenta que casi hasta la Revolución industrial la economía mundial era básicamente agraria, y que la mayor parte de los bienes se consiguen por intercambio, la expresión sobre la antigüedad de la prostitución resulta bastante defendible.
En cualquier caso, la prostitución ha ido evolucionando junto con las formas sociales, aunque ha mantenido una imagen cada vez más estigmatizada con el paso del tiempo en la mayoría de culturas.
DEFINICIÓN Y TÉRMINOS RELACIONADOS
La prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales o hacer el sexo a cambio de dinero o bienes. Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más frecuente en mujeres, aunque también se aplica a hombres. La prostitución puede ser tanto heterosexual como homosexual, y puede involucrar a travestidos y transexuales. El término genérico empleado para referirse a quien la ejerce es prostituto/a.
Según el DRAE, la prostitución es la "actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero", aunque suele considerarse del mismo modo cualquier otro tipo de retribución.
Al hablar de prostitución, se sobreentiende que la persona que la ejerce no aplica más criterio en la elección del cliente que el de recibir el pago correspondiente, es decir, que no existe ningún tipo de emoción ni relación afectiva. De modo que, en un sentido más genérico y coloquial de la palabra, se dice también que se prostituye, por extensión, cualquier persona que "vende" sus servicios profesionales (no sexuales) por una causa que no le importa o incluso que considera indigna, con el único aliciente de recibir un pago.
Algunos sinónimos de prostitución son lenocinio, trabajo sexual y comercio sexual.
LOS ORGANIZADORES DE LA PROSTITUCIÓN: En la base de la prostitución hay una extensa organización tan ramificaciones internacionales, que impone un código de comportamiento; es la única ley que las prostitutas y sus explotadores se sienten obligados a respetar.
La organización de la prostitución se llama proxenetismo, en la cual actúan cuatro categorías distintas: los protectores, los dueños de los locales en los cuales tiene lugar el comercio prostitutivo, las alcahuetas y los traficantes.
• Normalmente las prostitutas obran bajo la guía de un protector, que a menudo se convierte en el amante parásito de la prostituta, al que ella ama y teme. Al protector le incumbe atraer a las prostitutas: muchachas descarriadas, huidas de casa o a la búsqueda de aventuras en concursos (más o menos trucados) de belleza o de cine. Se comienza con algún cliente y con muchos regalos. Pero muy pronto la muchacha descubre en el protector a su amo absoluto, que puede también venderla a otro protector. Aunque en proporción menor, también hay mujeres que hacen de protectoras.
• El dueño es el amo del local puesto (totalmente o en parte) a disposición de los encuentros con las prostitutas.
• Alcahueta es la mujer que conoce el arte de seducir a la muchacha disponible a la prostitución, la pone en relación con el protector o directamente con los clientes y le enseña el oficio.
• El traficante es el colocador, pagado por una comisión de protectores o dueños de casas que se compromete a trasladar prostitutas tanto a nivel nacional como internacional.
LAS PROSTITUTAS: Para simplificar el lenguaje se usa aquí el término femenino, por ser mujeres la mayoría de las personas que se prostituyen; pero todas las consideraciones hay que referirlas también a los varones.
a) Las categorías de las prostitutas. Las personas que se prostituyen se dividen habitualmente en profesionales, semiprofesionales y ocasionales. 0 Para las profesionales el único verdadero oficio es la prostitución, lo cual implica una mentalidad, un tenor de vida, una capacidad de seducción y de selección de los clientes. Entre las profesionales está el ejército de las paseadoras, que son colocadas por los protectores en lugares céntricos o periféricos de ciudades o pueblos según la edad y el atractivo. Su exhibicionismo es lo que provoca reclamaciones periódicas e intervenciones ocasionales por parte de las autoridades públicas. Entre las prostitutas de la calle están las clacson-girls, que actúan a bordo de coches a veces particularmente lujosos. Las semiprofesionales ejercen habitualmente la prostitución juntamente con otros trabajos del todo honestos o bien junto con un trabajo expresamente adquirido porque permite "ejercer", como podra ser el de camarera, masajista, entraineuse (muchacha que divierte a los clientes en locales como cabarets, night clubs, etc.). Es claro que tales actividades normalmente son desarrolladas por personas (y son la mayor parte) que no tienen intención alguna de prostituirse. Entran entre las prostitutas semiprofesionales, aunque se distinguen de ellas como categoría considerada más elevada, las call-girls: mujeres -tales son en su mayoría- disponibles a una llamada (ca11) telefónica. Externamente su personalidad debe parecer irreprensible. El giro del trabajo se establece por cita con una clientela reducida, pero refinada. 0 Las ocasionales son mujeres que inicialmente no intentan ser prostitutas, pero se ofrecen ocasionalmente por oscuros impulsos de naturaleza psíquica o para procurarse lucros extraordinarios. Las ocasionales se convierten fácilmente en prostitutas habituales.
b) La figura de la prostituta. Según los datos estadísticos, las prostitutas provienen en su mayoría de las clases sociales inferiores, generalmente de ambientes familiares desorganizados y moralmente disgregados, y se ven empujadas por el deseo de una ganancia fácil. Sin embargo, en las estadísticas no están comprendidas las prostitutas semiprofesionales, y sobre todo las call-girls, entre las cuales se encuentran personas con estudios y de buena posición, que han realizado de modo consciente su elección.
La prostituta comienza su carrera a una edad joven o muy joven (en su mayoría antes de los veinte años); van en aumento las que comienzan ya entre los doce y los trece años: se trata de muchachitas escapadas de casa o inducidas al "oficio" por sus propios familiares.
Hay que distinguir la psicología originaria de la prostituta de la adquirida en el ejercicio de la prostitución. Inicialmente se trata de muchachas normales, que en general han frecuentado los comienzos de los estudios secundarios. Su personalidad se debilita de forma profunda según van avanzando en la "carrera", en gran parte a causa del régimen de vida: malos tratos y pretensiones de los protectores, consumo abundante de alcohol y ahora también de droga, a la que recurren para darse ánimos y superar momentos de particular desaliento.
No consta normalmente que la prostituta sea una hipersexual. Habitualmente su prestación carece de participación psíquica; de lo contrario no podría prestarse a relaciones continuadas con clientes. Es más, la obligación de las prestaciones con toda especie de hombres puede hacer nacer en ella una aversión al sexo masculino.
La prostituta a menudo desprecia a las personas honestas y normales que han de someterse a un trabajo común para ganarse la vida.
Particularmente fuerte es en la prostituta el amor materno cuando tiene un hijo.
En numerosas historias de prostitutas se ve que en un cierto momento las interesadas tienen una percepción exacta de su disgregación moral, de la cual, sin embargo, estiman que no pueden librarse (no faltan entre ellas tentativas de suicidio). Sin embargo, son posibles, aunque difíciles, las recuperaciones morales de prostitutas si reciben ayuda de instituciones privadas o gubernativas.
c) La prostitución infantil, por desgracia, ha existido siempre, pero actualmente ha adquirido proporciones industriales. Se la conoce en los países de Asia y de Sudamérica, donde padres desesperadamente pobres venden a uno u otro hijo para que pueda sobrevivir el resto de la familia.
Menos conocida es la prostitución de menores, a tiempo limitada o también a tiempo completa, que existe a escala limitada, pero de modo sorprendentemente vasto y en proporciones crecientes en Europa occidental y en USA. La explotación de menores como actores de filmes o fotorromances pornográficos depende de organizaciones internacionales dedicadas a la producción
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