Hacerse Lider

HACERSE LÍDER

Todos, en alguna etapa de nuestra existencia nos hallamos en la siguiente condición, construimos, estamos construyendo o construiremos sueños y aspiraciones que den sentido a nuestra existencia. Ideales de realización personal que nos permitan enfocar nuestras acciones hacia el logro de metas que nos lleven a alcanzar ese objetivo anhelado.

Aun la ciencia y la religión han demostrado con argumentos que cada ser humano nace con las capacidades suficientes para ser en la vida lo que su corazón y mente han deseado que él sea.

Desde que somos conscientes de lo que significa pertenecer a un grupo familiar y social queremos tener participación activa dentro del grupo y la sociedad. De pequeño, cada niño sueña con ser un súper héroe y toda niña una súper heroína o una súper mamá, de adolescentes casi todos fantaseamos con ser artistas de cine, música o televisión, o tal vez ser grandes empresarios, astronautas, científicos y, en general cuando somos adultos todos anhelamos socializar con personas que hagan nuestro entorno familiar, laboral y cívico mucho más agradable, siendo nosotros protagonistas de dichos entornos, capaces de actuar estratégicamente para hacer del ambiente en que nos movemos un lugar agradable para todos. Así pues, todos en algún momento y en algún sentido soñamos con ser líderes. “Es decir, contar con la capacidad de influir, motivar, organizar y llevar a la acción para el libre logro de sus fines y objetivos, a las personas, grupos y sociedades, en un marco de valores”

En el largo trasegar de la vida, muchos a pesar de contar con dichas capacidades van dejando atrás tales anhelos. En ese sentido, frente a la pregunta si el líder nace o se hace, me inclino por la segunda alternativa. Pues si bien es cierto que la gran mayoría de seres humanos nace con excelentes capacidades mentales para ser líder, también es cierto que no todos desde niños somos motivados a potenciar dichas capacidades. Lo que implica que en el camino solo ganan los más entusiastas para serlo o los que son más motivados a serlo.

El liderazgo no es individual es relativo a los grupos, por ello no se nace líder, el líder se construye en el marco de la colectividad. “Hablar de liderazgo es hablar de una relación de individuos y no de un individuo en particular. Consiste en la influencia de una persona sobre un grupo para conducirlo hacia unos fines que él determina. El hecho de absolutizar al líder sería un error, porque por ejemplo si se toma al líder de la tribu de los Hutus, sección Oriente, de Ruanda y se le pone como conductor del batallón Héroes del Cenepa del Perú, lamentablemente no tendrá nada que hacer en el batallón peruano, pues el liderazgo es relativo a un grupo. Obviamente, el líder africano puede, con las virtudes que tiene, ir ganándose poco a poco el respeto y admiración de sus nuevos compañeros y erigirse

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