Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas.

HACIA UNA MEJOR CALIDAD DE NUESTRAS ESCUELAS.

En estos días se habla mucho de los cambios y reformas que nuestro sistema educativo nacional debe tener, de las nuevas políticas y de los cambios en las escuelas, así como de la especialización del docente; que es muy importante puesto que con ellas se verá fortalecido nuestro sistema educativo así como que la calidad de las escuelas y sobre todo de la labor docente se fortalecerá, pero ¿es posible que esta calidad se logre únicamente con estas medidas? En el presente texto se analizarán los primeros capítulos del libro de Sylvia Schmelkes, el cual nos permitirá darnos un mejor panorama sobre esta pregunta.

En el primer Capítulo la autora nos plantea un panorama sobre la calidad educativa de nuestro sistema educativo, en este hace mención que en muchas de las escuelas es más importante la organización de las actividades para que el alumno pase un examen o que pase al grado inmediato superior, que el para qué hacer todas estas actividades.

Si bien es cierto que es importante que los alumnos aprueben sus exámenes, no debemos perder de vista que más importante es el hecho de que el alumno obtenga los conocimientos para poder utilizarlos en su vida cotidiana, dentro de su entorno; es decir que los pongan en práctica.

De la educación se espera que se generen ciertos aportes como son: crear identidad nacional, mejorar el bienestar de la población y su calidad de vida, propiciar la movilidad social, mejorar las oportunidades de empleo de sus egresados, formar ciudadanos democráticos, fomentar los valores propios de un miembro activo y comprometido con la sociedad que vive, etc.

Si bien es cierto que algunas de estas cosas son atribuibles a la educación, también es cierto que la escuela se encuentra inmersa en una realidad histórica y temporal, no puede la escuela ofrecer mejores oportunidades de empleo si los trabajos no crecen como su población de egresados, no es posible mejorar su calidad de vida si los precios de los artículos no pueden ser cubiertos por los sueldos. Es por esto que no todos estos problemas son causa de una mala educación o enseñanza.

En la educación hablar de calidad es algo complejo, primero se debe definir o saber quién es el beneficiario de este servicio, a saber el alumno debe ser el principal beneficiario, pero también lo es el maestro del grado superior, las escuelas de nivel superior que reciben a nuestros alumnos, los centros de trabajo, la sociedad en la que vive. Si bien podemos observar que en el proceso educativo y siguiendo la filosofía de la calidad, el alumno es nuestro beneficiario principal, pero no podemos dejar de lado todos los demás beneficiados por el sistema educativo, los cuales son también importantes, y son más que otros los que juzgarán el desempeño de la escuela y los que nos dirán si la misma cumple con la calidad exigida.

Si se habla de calidad educativa, nos tendremos que remitir a la filosofía de la empresa, a la producción de uno o varios artículos; poniéndolo de esta manera, la escuela tendría como producto final un alumno, el cual

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