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Hegemonía / bloque hegemónico


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2012  •  Informes  •  2.471 Palabras (10 Páginas)  •  730 Visitas

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Gramsci

Hegemonía / bloque hegemónico

Atribuye un papel central a la relación infraestructura (fuerzas de producción y relaciones sociales de producción) con la superestructura ("ideología": sistemas de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad), a partir del concepto de "bloque hegemónico". Según él, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, pues si así lo fuera dicho poder sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder está dado fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo , de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación . A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria . Por ejemplo, en nombre de la "nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas. Se conforma así un "bloque hegemónico" que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués .

La supremacía de un grupo social se manifiesta en dos modos, como dominio y como dirección intelectual y moral. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios que tiende a liquidar o a someter hasta con la fuerza armada y es dirigente de grupos afines y aliados. Un grupo social puede y debe ser dirigente desde antes de conquistar el poder gubernamental (ésta es una de las condiciones principales para la conquista del poder); después, cuando ejercita el poder se vuelve dominante pero debe continuar siendo dirigente.

Las Clases subalternas

La hegemonía es, por lo tanto, el ejercicio de las funciones de dirección intelectual y moral unida a aquella del dominio del poder político. El problema está en comprender como puede el proletariado volverse clase dirigente y ejercitar el poder político y así convertirse en clase hegemónica.

Las clases subalternas, proletariado urbano, rural y pequeña burguesía, no están unificadas, su unificación ocurre solo cuando “se convierten en Estado”, cuando llegan a dirigir al Estado, de otra forma desarrollan una función discontinua y disgregada en la historia de la sociedad civil de los estados singulares. Su tendencia a la unificación “es despedazada continuamente por la iniciativa de los grupos dominantes” de los cuales ellas “sufren siempre la iniciativa, aún cuando se rebelen y se insurreccionen.

La hegemonía es ejercitada unificando un bloque social creando una alianza política de un conglomerado de clases sociales diferentes, que por sí misma no es homogénea, mediante una política, una cultura y una ideología o un sistema de ideologías que impidan que los contrastes de intereses, permanentes hasta cuando sean latentes exploten, probando desde el principio la crisis de la ideología dominante y luego una consiguiente crisis política desde el interior del sistema de poder.

La crisis de la hegemonía se manifiesta cuando, aunque manteniendo el propio dominio, las clases sociales políticamente dominantes no logren más ser dirigentes de todas las clases sociales, o sea no logren resolver los problemas de toda la colectividad e imponer a toda la sociedad la propia concepción del mundo. La clase social subalterna si logra indicar concretas soluciones a los problemas dejados irresueltos se vuelve dirigente e, incrementando su propia cosmovisión también a otros estratos sociales, crea un nuevo bloque social, volviéndose hegemónica. El momento revolucionario es inicialmente a nivel de superestructura, en sentido marxista, es decir, político, cultural, ideal, moral, pero traspasa a la sociedad en su complejidad, embistiendo hasta su estructura económica, o sea embistiendo a todo el bloque histórico,término que para Gramsci indica el conglomerado de la estructura y de la superestructura, las relaciones sociales de producción y sus reflejos ideológicos.

Dice: “La Iglesia romana ha sido siempre la más tenaz en la lucha para impedir que oficialmente se formen dos religiones, aquella de los intelectuales y aquella de las almas simples”, una lucha que si bien, ha tenido también graves consecuencias, conectadas “al proceso histórico que transforma toda la sociedad civil y que en bloque contiene una crítica corrosiva de las religiones”, ha sin embargo hecho resaltar “la capacitad organizadora en la esfera de la cultura del clero” que ha dado “ciertas satisfacciones a las exigencias de la ciencia y de la filosofía, pero con un ritmo tan lento y metódico que las mutaciones no son percibidas por la masa de los simples, aunque ellas parezcan revolucionarias y demagógicas a los integristas” También la cultura laica “dominante” utiliza pues la religión, porque no se pone el problema de elevar a las clases populares al nivel de aquél dominante pero, al contrario, quiere mantenerla en una posición subalterna.

Conciencia de Clase

Opuesta a la de la Iglesia y al idealismo está la posición del marxismo, que “no tiende a mantener los simples en su filosofía primitiva del sentido común, sino conducirlos a una concepción superior de la vida”. Esto afirma la exigencia del contacto entre aquellos hombres que cumplen la función social de intelectuales y aquellos que no, para “construir un bloque intelectual y moral que haga políticamente posible un progreso intelectual de masa y no solo de escasos grupos intelectuales”.

El hombre activo, o sea la clase obrera, “no tiene una clara conciencia teórica de su forma de obrar… su conciencia teórica hasta puede estar en contraste con su forma de obrar”; él obra prácticamente y en el mismo tiempo tiene una conciencia teórica heredada del pasado, acogida de modo acrítico. La real comprensión crítica de sí mismo ocurre “a través de una lucha de hegemonías políticas, de direcciones contrastantes, primero en el campo de la ética, luego de la política para llegar a una elaboración superior de la propia concepción real”. La conciencia política, es decir el ser parte de una determinante fuerza hegemónica, “es la primera fase para una ulterior y progresiva autoconciencia donde teoría y práctica finalmente se unen. Pero autoconciencia crítica significa creación de una elite de intelectuales, porque para distinguirse y hacerse

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