ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Historia del movimiento obrero

paovr82Tarea13 de Diciembre de 2015

6.406 Palabras (26 Páginas)216 Visitas

Página 1 de 26

Resolución 1er parcial HMO

1-

El periodo comprendido entre finales de la Edad Antigua y las invasiones bárbaras (S. IV y V d.C.) hasta el siglo X, es denominado por muchos historiadores como la Alta Edad Media. En esa etapa la actividad económica prácticamente se paralizó. De hecho se volvió al trueque en la mayor parte de Europa Occidental, donde antes se asentaba el Imperio Romano Occidental, mientras que el Imperio Romano Oriental subsistiría hasta mediados del siglo XV.

Mientras la moneda del Imperio Romano Oriental o Imperio Bizantino continuó teniendo un importante valor intrínseco, en Occidente se produjo una vuelta a la economía natural, es decir que los impuestos, productos, etc., se pagaron en especie.

El Resurgir económico en el Al Andalus

Merece una mención especial el Al Andalus, que fue el nombre que recibió España durante la mayor parte de la dominación árabe (siglos VIII-XIV). Los árabes, luego de la aparición del profeta Mahoma, fueron reunidos bajo un solo mando y se lanzaron a la conquista de parte de Asia, Cercano Oriente, y África, ingresaron en el siglo VIII en España, conquistándola en un tiempo muy breve y llegando hasta los Pirineos, donde fueron detenidos en su intento por ingresar a Europa en la batalla de Poitiers (Francia, 732 d.C.).

Posteriormente los árabes, debido a sus enfrentamientos internos, terminaron dividiendo todo el inmenso imperio y una de las regiones que siguió un destino histórico independiente fue el Al Andalus o Califato de Córdoba, que fue otra denominación debida a que en varias oportunidades su capital fue Córdoba.

El contraste fundamental entre el califato cordobés y la Europa cristiana fue su carácter esencialmente urbano. Una de las ciudades más importante fue la propia capital, Córdoba, con una industria textil muy destacada: los propios tejedores tenían su propio barrio, donde trabajan como obreros especializados o propietarios.

2-La Primera Internacional

A partir de 1860 se evidenció que el proletariado estaba volviendo a la escena con características similares a la de 1840, aunque de manera menos violenta y turbulenta. Surgió con una rapidez inesperada y pronto fue seguido por la ideología que hasta entonces se había identificado con sus movimientos: el socialismo. Este proceso de aparición fue una amalgama de acción política e industrial de diversos tipos de radicalismo que iban desde el democrático hasta el anarquista de luchas de clases, de alianzas de clases y de concesiones gubernativas o capitalistas. Pero por encima de todo era internacional, debido a su condición de solidaridad internacional de las clases obreras o de la solidaridad internacional de la izquierda radical (heredera del periodo anterior a 1848). Esta característica de Internacional se organizó por la Asociación Internacional de Trabajadores y se plasmó en la Primera Internacional de Kart Marx (1864-1872).

Fundada el 28 de septiembre de 1864, su extraordinaria importancia histórica reside en haber sido un FRENTE ÚNICO de todas las corrientes del pensamiento obrero, comprendieron la necesidad de unirse por primera vez en la historia para darle una orientación clasista y revolucionaria las organizaciones obreras.

El nuevo grito del movimiento fue: “Proletarios de todos los países, uníos”. El 27 de octubre de ese año, fue aprobado por unanimidad el Manifiesto Inaugural y el Estatuto Provisional, ambos redactados por Carlos Marx. El ManifiestoIC7 planteó: “… la conquista del poder político ha venido a ser, por lo tanto, el gran deber de la clase obrera.

En sus 12 años de vida (1864-1872), la Internacional organizó 7 congresos y 2 conferencias, pasando, así, a la historia del movimiento obrero y sindical internacional.

La AIT consideró a los sindicatos como “centros de organización y educación combativa de la clase obrera, que permitiera sumar a su fuerza numérica el vigor de la organización y la cohesión ideológica en la lucha de clases”. Sin embargo, estas ideas serían motivo de fuertes debates con las corrientes sindicalistas y anarquistas. Las primeras, exageraban la importancia de la lucha estrictamente “económica”, la segunda la subestimaba.

Durante el periodo de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Primera Internacional, las posturas anarquistas estuvieron representadas por los seguidores del revolucionario ruso Mijaíl Bakunin. Sin embargo, sus posturas chocaron con las expuestas por los socialistas seguidores de Karl Marx y, tras sucesivas derrotas en varios congresos, en el V Congreso de la AIT celebrado en La Haya en 1872 los anarquistas fueron expulsados de la Internacional. Además de este hecho, hay otra cuestión significativa y fue cuando la I Internancional decidió apoyar a la Comuna de Paris (1870), las Trade – Unions se retiraron de la organización.

Finalmente Marx, incapaz de mantener el orden interno, decidió clausurarla en 1872 mediante el traslado de su oficina central a Nueva Cork. Para esta fecha la estructura de la Internacional se había quebrado, pero las ideas de Marx habían triunfado.

La importancia de la I Internacional fue que llevó una unión universal de los obreros: ellos consideraban como a un enemigo común a la burguesía y al capitalismo. Ella elaboró un programa revolucionario discutido masivamente por los trabajadores. Sus resoluciones sirvieron de modelo a todas las declaraciones de principios de casi todas las Organizaciones Sindicales del mundo aquel momento. Colaboró en la formación de grandes sindicatos únicos por industria y poderosas centrales sindicales nacionales. Sirvió de basamento para la creación de los primeros partidos obreros de masas, los que a su vez, propiciaron a fines de siglo la reestructuración de la II Internacional.

La II Internacional

En el período comprendido entre 1870 y 1914 las clases obreras aún no estaban organizadas de manera global, pero el primer gran salto hacia delante tuvo lugar en los últimos años del decenio de 1880 y los primeros de 1890, en que se manifestó de manera concreta la reaparición de una internacional obrera (la Segunda, para distinguirla de la Internacional fundada por Marx y que prolongó desde 1864 a 1872, y por el restablecimiento de la celebración del Primero de Mayo, símbolo de la esperanza y confianza de la clase obrera, junto con el 0cho de marzo, como el Día Internacional del Mujer. Además, apoyó y fomentó la Huelgas Generales por las reivindicaciones obreras desde principios del Siglo XX.

En 1905 se produce la Revolución Rusa por la situación que se encontraban no solo los obreros, sino la mayoría de los habitantes por el Régimen Zarista, produciendo verdaderas luchas armadas en las ciudades, y entre los campesinos: Todo esto preparó el escenario para la toma del poder en la Revolución de 1917 (Revolución de Octubre).

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) significó una ruptura para la II Internacional debido a que apoyó a algunos partidos socialistas involucrados en la conflagración mundial, lo que trajo como consecuencia una división en el seno de la misma, agravado aún más por la Revolución Rusa o Bolchevique, ya que algunos la apoyaron y otros no.

En 1919 (luego de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa) se creó la III Internacional, con el nombre de Internacional Comunista, para diferenciarse de la segunda. La Segunda Guerra (1939-1945) marcó el final de la Tercera Internacional, debido a que EE.UU y las potencias Capitalistas (Inglaterra, Francia, Etc.) se transformaron en su aliado porque Alemania invadió la Unión Soviética.. El objetivo de la III Internacional fue lograr la difusión de la Revolución Soviética fuera de los límites geográficos de la propia Unión Soviética

3- Corrientes ideológicas en el seno del Movimiento Obrero

Anarquismo

El anarquismo, aunque puede rastrearse en sentido retrospectivo hasta el fenómeno revolucionario de la década de 1840, es con mucha más claridad producto o consecuencia del período posterior a 1848 o más concretamente de la década de 1860. Sus dos fundadores políticos fueron Pierre J. Proudhon  y Mijail Bakunin

.

Desde muy temprano ambos atrajeron la atención de Marx y, aunque lo admiraban, no perdían oportunidad para criticarlo. La teoría poco sistemática, preconcebida y profundamente no liberal de Proudhon – fue antifeminista y antisemita- no es de gran interés en sí misma, pero contribuyó dos ideas al pensamiento anarquista: la creencia en pequeños grupos de productores mutuamente apoyados en lugar de la deshumanización de las fábricas y el odio al gobierno como tal, a cualquier gobierno. Estas ideas gustaron e interesaron muchísimo a los pequeños artesanos independientes, a los trabajadores especializados, pero relativamente autónomos que resistían el empuje del proletariado, a los hombres que los hombres que no habían olvidado una infancia campesina o pueblerina en las crecientes ciudades, a las regiones marginales de la industrialización desarrollada.

Por su parte Bakunin añadió poco a lo de Proudhon como pensador, salvo una insaciable pasión revolucionaria (la pasión por la destrucción - llegó a decir – es al mismo tiempo la pasión creativa). No fue un pensador, sino más bien un profeta, un agitador y un visionario de la tiranía del Estado a largo plazo, un organizador de de conspiradores. Como tal extendió el movimiento anarquista en Italia, Suiza y (a través de sus discípulos) España, y organizó lo que produciría la interrupción de la I Internacional en 1870-1872. Para 1875 ya estaba presente en Francia y parte de Suiza, España, especialmente en los artesanos y obreros de Cataluña como los trabajadores rurales de Andalucía.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (42 Kb) pdf (202 Kb) docx (897 Kb)
Leer 25 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com