Historia Del Movimiento Obrero
bunburista7 de Septiembre de 2013
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La industria eléctrica creada durante el último tercio del siglo pasado, alrededor de las zonas mineras y textiles, generaba fuerza motriz y luz para ampliar las jornadas de trabajo de los obreros e impulsar la introducción de maquinaria moderna que elevara la productividad de aquellos. La modernización significó mayores utilidades y ampliación de las zonas y ramas de trabajo. La industria eléctrica estaba dominada por inversiones o consorcios extranjeros ingleses o canadienses; contando cono una política de puertas abiertas del gobierno nacional, obtuvieron enormes facilidades para expandirse y extender su dominio en forma monopólico.
Un ejemplo de lo anterior se veía claramente en la Mexican Light and Power no solo creó un gran imperio eléctrico en la zona centro del país, sino a la clase obrera electricista, propiamente dicha. Para 1906 la Mexican era la empresa más grande de energía eléctrica de América Latina, había comprado las empresas que abastecían a la ciudad de México y zonas aledañas, lo cual para los industriales o los consorcios internacionales la situación económica o financiera era de bonanza, para el conjunto de trabajadores mexicanos se agudizaba en forma drástica y constante, impidiéndoles sobrellevar la vida o al menos mantenerla en un nivel decoroso Los trabajadores de la Mexican iniciaron sus intentos de reconocimiento como clase y de organización, justo cuando habían terminado las obras de Necaxa y la Mexican se había constituido en una gran empresa monopólica. El primer intento fue en 1906, cuando Luis R. Ochoa fundó la sexta sección de la liga de Electricistas Mexicanos (cuya sede se encontraba en Monterrey), pero la empresa frustró este primer intento despidiendo a todos los trabajadores que promovieran la organización de los electricistas.
Al respecto Luis N. Morones describe como otros intentos organizativos en 1908 fueron rotos por la policía privada de la empresa, y como pululaban los traidores entre los trabajadores y el temor impidiendo la acción colectiva. En el año de 1911 se creó propiamente la Liga de Electricistas Mexicanos. Sus bases eran todavía mutualistas y cooperativistas, rescatando con ellos antiguas tradiciones de los trabajadores mexicanos del siglo XIX, entre las cuales se encontraba un taller electromecánico para enseñanza y práctica de los asociados, con su respectivo almacén de materiales eléctricos, Dar conferencias sobre electricidad para provecho de los socios, y expedirles a nombre de la Liga de Electricistas Mexicanos su diploma a título de competencia, gestionando ante la Secretaría de Instrucción Pública su autorización para mayor validez,
1913 y 1914 fueron años clave en el viraje de la organización obrera en México. La revolución había traído nuevos aires libertarios y sobre todo un vacío de poder político que los trabajadores de las ramas más modernas, aprovecharon para transformar sus organizaciones mutualistas en sindicatos. En este sentido los electricistas eran unos recién llegados, en comparación con ferrocarrileros o textileros, pero se a diferencia de los anteriores los electricistas se encontraban insertos en una rama estratégica y en procesos de trabajo modernos para la época, que les permitió en muy poco tiempo ser el eje de las acciones sindicales de los obreros del D.F.
Muy pronto, en el año de 19l5 y 1916 el Sindicato Mexicano de Electricistas volvió a demandar a la empresa para que solucionara un problema grave; la falta de poder adquisitivo del salario de los obreros. La petición era fuerte, aumentos con base oro nacional. El incremento de los precios de los bienes de consumo básico desde inicio del año estaba presentándose constante, junto a la especulación de los precios, el acaparamiento de los mismos productos y el manejo indiscriminado del valor del peso mexicano según el grupo revolucionario, provocaba la desesperación del obrero y su familia.
Entre sus primeras apariciones, al menos del Sindicato Mexicano de Electricista (SME), fue la huelga decretada el 31 de julio de 1916 que encabezó su entonces secretario general, Ernesto Velasco, lo que provocó el famoso decreto de Venustiano Carranza que estableció la pena de muerte contra los huelguistas y su sometimiento a un jurado militar. Condenado a muerte, Velasco salvó la vida, primero con el cambio a la pena más cómoda de prisión perpetua y después, cuando ya se había consagrado el derecho de huelga en la Constitución, al recuperar la libertad a mediados de 1917.
La historia de la mexican light es la historia de una típica Empresa Imperialista: primero, la lucha despiadada para eliminar a los competidores: segundo, una vez lograda la situación Monopolista, la elevación de las tarifas para obtener elevadas ganancias; Tercero, las presiones políticas y económicas sobre el Gobierno del país, valiéndose de sus Conexiones Internacionales, cuando este trata de reglamentar el suministro de Energía Eléctrica y de evitar la inmoderada explotación de los consumidores.
En 1930 dos Empresas Extranjeras controlaba el 80% de la Industria Eléctrica: 47% de la mexican light y 33% la american and foreign power co. En 1940 el porcentaje había aumentado a un 83%, correspondiente a la primera un 53% y a la segunda un 30% esto creo un problema muy grave para la Industrialización de México. Las Industrias incipientes requerían fuentes de Energía baratas para poder desarrollarse. Con la Expropiación Petrolera se logro proporcionar combustible a precios económicos a estas nuevas Industrias, lo que ha sido, indudablemente, un factor decisivo en el avance de la Industrialización. Pero en el caso de la Energía Eléctrica, en manos de Compañías Privadas Extranjeras, la situación era muy distinta. Estas Compañías solo estaban interesadas en invertir nuevos capitales si podían obtener grandes ganancias. Ponían al Gobierno del país ante esta alternativa: o se elevaban las tarifas para atraer nuevos capitales, o se detenía el desarrollo de la Industria Eléctrica.
Otro de los problemas que surgían dentro de las empresas extranjeras, era el que se enfrento los técnicos e ingenieros, en donde sus relaciones con la mexican light han pasado por varias etapas. En los primeros años la mayor parte de los puestos estaban en manos de extranjeros.
Los pocos técnicos mexicanos eran abiertamente discriminados, en los campamentos tenían alojamiento de peor calidad que los extranjeros y sus salarios eran muy inferiores a los de estos, ya que la empresa no ha gastaba prácticamente un centavo en la formación de sus ingenieros y técnicos, la formación de estos la costea el estado. En la selección del personal para estos puestos la empresa se guió, frecuentemente, mas por consideraciones ideológicas que por la capacidad profesional, lo mas importante para ocupar esos puestos era ser un partidario entusiasta del sistema de inversiones privadas extranjeras y un enemigo declarado de la Nacionalización de las Industrias básicas.
Ante esta situación el Gobierno de México tomo, en 1937, una decisión histórica: La creación de la Comisión Federal de Electricidad se debe, sin embargo, a la iniciativa de Lázaro Cárdenas, quien el 14 de agosto de 1937 expidió la ley que la creó para "organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener con un costo mínimo el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales". Lamentablemente, generó un sindicalismo entreguista, corporativo, al servicio del Estado y enemigo acérrimo de la libertad sindical. Lo sigue siendo en este momento.
La estructura jurídica de la Comisión se estableció en la Ley de la Industria Eléctrica (Diario Oficial de la Federación del 11 de febrero de 1939), después reformada y desde el principio la organización sindical se vinculó a la Confederación de Trabajadores de México (ctm), lo que en una etapa inicial parecería expresar una cierta vocación revolucionaria, pero que a lo largo del tiempo no representa otra cosa que un sindicalismo rotundamente corporativo. Es participante importante en el Congreso del Trabajo en clara oposición al sindicalismo generalmente democrático del SME.
Originalmente los trabajadores electricistas se agrupaban en tres organizaciones. La primera, de enorme valor histórico, el SME, sindicato de empresa de los trabajadores al servicio de Mexican Light and Power Co., después Compañía de Luz y Fuerza Motriz y ahora Luz y Fuerza del Centro, con notable sentido democrático aunque haya pasado por etapas de franco retroceso. Puede invocarse como ejemplo la etapa en que la secretaría general fue ejercida por un hombre vinculado mucho más a los intereses políticos del Estado que a los intereses de los trabajadores electricistas, Juan José Rivera Rojas, que no lo hizo tan mal al principio, pero sólo al principio, logrando conquistas importantes para sus representados. En segundo lugar, el Sindicato Nacional de Electricistas Federales que agrupó, originalmente, a los trabajadores de la CFE. Finalmente, en etapa de claros conflictos y violaciones democráticas, el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), dirigido al principio por un hombre espectacular, Francisco Pérez Ríos, y desde hace muchos años por un hombre espectacular en sentido negativo: Leonardo Rodríguez Alcaine.
Desde el nacimiento de la CFE, fue notable el celo entre las dos organizaciones sindicales: el SME, que propondría una franca oposición al Estado, y el SUTERM, como fue denominado
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