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Humanismo, participación y ciudadanía cívica.


Enviado por   •  10 de Abril de 2015  •  Síntesis  •  1.810 Palabras (8 Páginas)  •  618 Visitas

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Humanismo, participación y ciudadanía cívica. Elementos para una democracia de calidad

Por: Fernando Fernández-Llebrez González

El presente ensayo es para conocer acerca del tema Humanismo, participación y ciudadanía cívica. Elementos para una democracia de calidad por Fernando Fernández-Llebrez González que se fundamenta en la demostración de una participación ciudadanía civica siendo un mecanismo clave en unos elementos para una democracia de calidad, altamente legitimada, estable del cual los ciudadanos están satisfechos establecidos en el respeto de derechos políticos, civiles, la igualdad y la solidaridad.

A la par las sociedades democráticas se han constituido a lo largo de la historia moderna se caracterizaròn por poseer una política autónoma e inter relación con diferentes niveles como son la ética, la sociedad civil, economía, moral, religión, etc., enfocados en la institucionalización del poder a través del estado, las relaciones del poder jurídico de derecho, las relaciones sociales y la pluralidad de la sociedad con el fin de una auto-organización. Es decir la sociedad es autónoma, con propia actuación y conceptualización (caracterizada en las sociedades modernas del siglo XX), pero con un vínculo con el estado. Es así como la democracia liberal se caracteriza por la tolerancia y el pluralismo.

De tal forma la democracia contemporánea se basa en ideales que organizan el poder político institucionalizado a través de los estados democráticos de derecho, siendo la legitimidad democrática el último referente. Esta legitimidad democrática según Max Weber es de carácter racional enfocada en la creencia de la legitimidad con autoridad legal. Así la legitimidad se convierte en orden político que debe ser normalizado bajo los comportamientos y el consentimiento ciudadano. Sin embargo, este requisito ya no es utilizado en la actualidad con frecuencia.

Sin embargo una creencia sobre el orden político que apela a ciertos valores, fines, que pueden ser justificados de manera racional. Y, por último, que conlleva una aceptación y valoración de dicho orden de tal modo que la legitimidad requiere de cierta validación para ser tal, aunque dicha validez no tenga que ser ni total ni completa porque la legitimidad es una “probabilidad”; una probabilidad, no una totalidad, que hace que la

legitimidad sea vista como una realidad imperfecta, no absoluta, sujeta a la contingencia y al devenir histórico.

Simultáneamente, la legitimidad democrática fue denominada como el “hecho liberal”, y está conformada por tres elementos básicos como son: un Estado democrático de derecho, una creencia sobre el orden político que apela a ciertos valores, desenlaces, que pueden ser justificados de manera racional y la validación de la legitimidad que puede ser parcial ya que la legitimidad es una probabilidad que hace que esta sea vista como una realidad imperfecta sujeta a contingencias y al devenir histórico. Por lo tanto la legitimidad es la base de un sistema de relaciones sociales

En cuanto a la Teoría política contemporánea la sociedad civil y la democracia son definidas bajo tres tradiciones que son la libertaria, la culturista y la cívica. En la perspectiva libertaria destaca la sociedad civil como sinónimo de sector privado. Es en éste ámbito donde se realizan todas las actividades como dormir, jugar, producir y consumir. De entrada, lo público y lo privado se enfrentan, rivalizan. Ahí es cuando se identifica al sector privado con la libertad y por ello el mercado es asociado con la libertad, esta parte de una idea ciudadana guardiana de los servicios políticos apostando por un estado mínimo, donde surgen asociaciones civiles que sirven de protección contra las injerencias públicas.

En cuanto a la perspectiva culturista se basa en que la sociedad civil es sinónimo de comunidad. La ciudadanía pertenece a una comunidad y por ende la sociedad es una composición de relaciones sociales ineludibles (un espacio de acción obligado), indispensables para la unión social, donde la solidaridad ejerce influencia sobre la configuración del estado como depositario de su identidad comunitaria.

Con respecto a lo anterior se puede destacar una coincidencia en la perspectiva libertaria y la perspectiva culturista donde se señala que el mundo sociopolítico se encuentra dividido en dos dominios el privado (mercado o comunidad) y el público (estatal), siendo ambos ámbitos rivales.

De tla forma se presenta otra coincidencia es el dualismo con un eje que actúa tanto de forma externa en lo público y privado y en forma interna dentro de cada grupo y cada ciudadano generando identidades excluyentes y robustas para cada contendiente, estas coincidencias indican que en ambas tradiciones se anhela y se busca una solución final que acabe con las contradicciones políticas y la democracia moderna.

En cuanto a la democracia dualista se le encuentra un problema de tipo normativo y otra de carácter descriptivo. De acuerdo a estos problemas se plantea la tercera tradición. La tradición cívica se basa en la democracia presenta la sociedad civil como el dominio entre el gobierno y el mercado, donde se rechaza ese enfrentamiento que se sostenía en las dos configuraciones anteriores. De esta forma para esta tradición la sociedad civil y democrática se caracteriza por ser pluralista, autonomía, privacidad y legalidad, donde se genera una participación política.

Por lo tanto la participación puede ser convencional y no convencional, dela cual surge la participación cívica limitada a la legalidad, pero inclusiva porque proporciona formas de participación social, de esta forma se genera la participación cívica porque es la

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