IDENTIDAD DEL TRABAJO SOCIAL Y SU OBJETO DISCIPLINAR

Comprender qué es el trabajo social, no es fácil. Para ello tenemos que conocer su memoria histórica y así poder plantearnos soluciones en el presente y prevenir posibles conflictos sociales en el futuro. Por otro lado, tenemos que comprender el valor de su influencia como profesión y disciplina, tanto en la sociedad actual como en las ciencias sociales y otras profesiones, reconociendo sus diferentes campos de actuación.

En un principio, el origen del Trabajo Social se encuadra en un marco de beneficencia, filantropía y reformas sociales. Desde mediados del siglo XVII hasta principios del siglo XX se produjeron diversos acontecimientos como el Absolutismo, la Ilustración, la Revolución Industrial, el capitalismo, etc., los cuales, tuvieron efectos sobre la sociedad como una creciente desigualdad social y económica, pauperismo, exclusión...

Así, la participación de personas como Luis vives, San Vicente de Paúl, Benjamín Thompson, entre otros, marcó el inicio de un cambio en la concepción de la acción social, que hasta ese momento era considerada como algo caritativo estrechamente ligado a Dios, y no existía esa preocupación por solucionar y prevenir dichos problemas.

Sin embargo, el trabajo social no empezó a desarrollarse plenamente hasta finales del siglo XIX y principios del XX. La caridad y la filantropía ganan protagonismo frente a las grandes desigualdades sociales y económicas que se habían producido debido al proceso de industrialización en Europa.

Así, para solucionar estos problemas se abren dos vertientes. Por un lado empiezan a reclamarse reformas sociales necesarias para reorganizar la sociedad a favor de la igualdad y la inclusión y por otro lado se hace presente una filosofía de la autonomía personal. A partir de este cambio de mentalidad, se crean dos organizaciones trascendentales en el desarrollo del Trabajo Social. La Sociedad Fabiana (1884), cuyo objetivo fue llevar a cabo reformas sociales mediante la socialización y el uso correcto de la democracia; y la fundación de la COS (1869), que fue el primer intento científico al denunciar que la caridad solo creaba personas dependientes de las instituciones y la burguesía, y no solucionaba la pobreza.

Así, se pretendía llevar a la práctica una intervención directa e individual, por lo que se empezó también a organizar las instituciones públicas y privadas de manera eficiente y a crear planes resolutivos como la red de “visitadores amistosos” que tenían la misión de apoyar al necesitado a “ayudarse a sí mismo” como consecuencia de la idea de que la pobreza es causa del fracaso personal. Sin embargo, se produjo un cambio de mentalidad, se empezaron a reconocer otros factores que pueden influir a la existencia de la pobreza. Octavia Hill fue una de las primeras en realizar denuncias y campañas contra estos factores para la mejora de las condiciones sociales, dando origen al Trabajo Social de Casos y al Trabajo Social de Comunidades. También, cabe destacar a otra pionera como Concepción Arenal, cuyo protagonismo es indudable en el ámbito del trabajo individual y la lucha por las reformas sociales.

Por otro lado, a principios ya del siglo XX, el mundo vivía una época de guerras y crisis económica. En Estados Unidos, los aspectos técnicos del Trabajo Social van a ir tomando forma, es decir, por fin se va a producir un desarrollo técnico del trabajo social de casos. Mary Richmond, implantó una propuesta científica del Trabajo Social. Su método se basaba en el análisis detallado de los hechos, y en una relación con el cliente que requería implicación, tiempo y dedicación.

Por su parte, España tuvo unos acontecimientos históricos peculiares que influyeron en el desarrollo del Trabajo Social y de los Servicios Sociales. La Guerra Civil y el posterior Régimen autoritario fueron los sucesos que marcaron el gran atraso que sufrió el país respecto a otros países en donde ya estaban definiendo las bases del Estado de Bienestar. Así, el Estado autoritario, junto a la situación de pobreza del país, dio pie al “estancamiento” durante varios años de la asistencia social que se quedó como una acción de carácter benéfico-caritativo insuficiente clasista, carente de objetivos y de profesionales cualificados.

Superada la etapa de posguerra y el aislamiento internacional, se inicia en España la reactivación económica y el proceso de industrialización y, con ello, un importante éxodo de la población rural a las ciudades, lo que produce alteraciones y cambios en la estructura social. De esta forma, se producen nuevos problemas sociales que son atendidos por una limitada acción social, manteniéndose la institucionalización como estrategia de tratamiento de los problemas sociales. Sin embargo, en este periodo se fue avanzando poco a poco hacia la intervención del Estado en la gestión de los asuntos sociales, invirtiendo un poco más en Seguridad Social, Sanidad e incorporándose las primeras asistentes sociales a algunas administraciones públicas. Así, los cambios sociales que se vienen produciendo y el avance y reconocimiento de la actividad profesional influyen en la consolidación de la formación para una intervención menos benéfica y de carácter más social y comunitario.

Más adelante, a partir de la transición democrática, se comienza a diseñar el modelo de Servicios Sociales acorde a los principios del Bienestar Social, y a impulsar su desarrollo en relación a la administración y el protagonismo de los asistentes sociales.

¿En qué teorías científicas se basa? ¿A qué modelos de intervención da lugar? ¿Cuál es el objeto del trabajador social?

Si bien es cierto, un suceso como la Revolución Industrial marcó un antes y un después en la historia de la sociedad. Los efectos de este suceso dieron pie al origen de Ciencias Sociales y del Trabajo Social, ya que provocó cambios en todos los ámbitos sociales, originando nuevas formas de conocimientos que intentarán explicar el funcionamiento de la sociedad para su posterior modificación, siendo estas las primeras pinceladas de las disciplinas que hoy englobamos entre las Ciencias Sociales. Así, el Trabajo Social se va a beneficiar en muchos aspectos de estos avances.

A finales del siglo XIX y principios del XX, los todavía “no profesionales” del trabajo social, necesitaban materiales técnicos y científicos para superar la simple filantropía y caridad. De esta forma, el Trabajo Social ha empleado, para su intervención, diferentes, paradigmas, teorías y modelos.

Las corrientes teóricas que ha influenciado en el desarrollo del Trabajo Social, fueron tomadas inicialmente desde las instituciones

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