INVESTIGACION ACCION Pedagógica (IAPE) COMO RESPUESTA E INTERVENCIÓN EN EL AULA, EL ESCENARIO DE LUCHAS CULTURALES.

Introducción.

El tema central de este trabajo es la preparación pedagógica de los profesores universitarios, siendo los maestros no otra cosa que “trabajadores de la cultura”. Gramsci, citado por Ávila, pág. 32, y la educación superior también es una actividad cultural y un instrumento para el desarrollo de ella. “El objetivo de la educación es ayudarnos a encontrar nuestro camino en nuestra cultura”. J Bruner, citado por Ávila, p: 32.

Nada más importante que entregarle a ese maestro las herramientas que lo ayuden a explorar ese mundo intercultural de su aula de clase y compartir la construcción de subjetividades de sus alumnos, mediante herramientas de sistematización de su práctica cotidiana, así como dotarlo de un modelo de investigación acción donde el pueda trazar mapas de ruta en su vida diaria escolar. “El trabajo pedagógico, es un camino para interiorizar la exterioridad de las estructuras objetivas y el resultado de éste trabajo es un habitus que habita la subjetividad del sujeto” (Ávila Penagos, pág. 33)

¿Cómo es la formación pedagógica de los profesores universitarios?

Primero que todo conviene dar respuesta a ésta pregunta: ¿requiere realmente el docente universitario una formación pedagógica? La respuesta a éste interrogante es sí, sin duda alguna. Pero algo establecido previamente es que cada profesor universitario y que modifica su ejercicio docente, es que ya tiene una profesión básica previa, en mi caso médico, ahora docente que ayudo a construir la cultura médica Colombiana.

Otro problema que padecemos es la desarticulación entre la formación (profesión) básica inicial, y el desarrollo docente profesional. No se tiene en cuenta, que los profesores ya tienen una trayectoria escolar, no necesariamente en formación pedagógica, con experiencias sociales y culturales específicas que de algún modo le están o han modificando su accionar. Si pudiéramos revisar sus biografías escolares previas, pudiéramos entender la interiorización de estilos de aprendizaje y rutinas escolares que se convirtieron en fondos (inconscientes) de saber para asumir sus propios roles como docente. Esto es reconocido por Feldman, 1999, señalando como gran parte de esto se da de forma inconsciente o no reconocida como tal, pero de una gran fuerza, puesto que es lo que realmente lo lleva a actuar de cierta manera. Formación producto de un currículo o proyecto educativo institucional, predominio de un grupo de poder en el escenario de luchas culturales en el cual fue formado.

Regresando al tema de formación pedagógica, Dicker (1997) la llama académica, la cual está caracterizada por una ausencia de perspectivas de evolución en la carrera docente y el estatus profesional, visión crítica reconocida por los propios compañeros docentes, los cuales ven y sufren las insuficiencias de su formación y practica pedagógica.

Pero volviendo a la educación, en especial a la superior, esa empresa compleja que apunta a la construcción de subjetividades y. por ende, se especializa en los procesos de subjetivación de las lecturas del mundo, y de los mapas de ruta que nos orientan en el territorio de la vida cotidiana, para saber vivir y con−vivir (Ávila Penagos, pág. 32).

Y como hace el maestro para unirse en el proceso de construcción de las estructuras simbólicas que median la reconstrucción de las estructuras objetivas del orden social (Ávila Penagos, pág. 32), ejerciendo su

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